Flores florecen desde el campo de batalla

XLII

Aprendiendo más

Jun Hua terminó quedándose bastante tarde para aprender sobre las técnicas de bordado de Xiao Yun. La niña no sabía cómo enseñar, pero le mostró a Jun Hua cómo hacer varias técnicas y le permitió aprender por sí misma. Xia no pudo obligar a su señorita a detenerse y solo logró persuadirla después de que fuera muy tarde en la noche.

Aunque no durmió lo suficiente, Jun Hua logró despertarse temprano con gran ánimo. Estaba acostumbrada a no dormir lo suficiente, por lo que la falta de un poco no la lastimaría en absoluto.

—Pareces estar de muy buen humor. ¿No sabes que hoy la Maestra Xun nos va a matar en el entrenamiento de cómo caminar correctamente? —la expresión de Fan Lan Ying obviamente no era buena. Ella no estaba privada de sueño, más bien estaba preocupada por la lección de hoy para la que no estaba de buen humor.

El recordatorio de Fan Lan Ying hizo que los estados de ánimo de Jun Hua también se atenuaran.

—Esperemos que podamos sobrevivir.

Todas las chicas se alinearon y empezaron a caminar como lo hacía la Maestra Xun. Caminaba de una manera muy digna, pero sus pasos eran extraños a los ojos de Jun Hua. Sin embargo, como era de esperar, no pudo seguirlo correctamente y se balanceó de vez en cuando.En contraste, la mayoría de las chicas nobles pudieron seguir el ejemplo de la Maestra Xun fácilmente. Caminaban con dignidad y elegancia. Lin San estaba entre las mejores y ciertamente estaba orgullosa de sí misma. Lin Yuan era solo promedio, pero aún así era bastante bueno.

Al final, la Maestra Xun no pudo soportar ver cómo Jun Hua caminaba y le decía que se quedara atrás. Incluso Fan Lan Ying era mucho mejor que ella.

—Señorita Hua, ¿se da cuenta de que su forma de caminar sigue siendo incorrecta?

Jun Hua asintió con vergüenza. —Sí, lo sé Maestra Xun. Por favor, enséñeme de cerca.

—Entonces, será mejor que me sigas. —dijo la Maestra Xun con frialdad. Desde esa mañana hasta altas horas de la noche, Jun Hua fue atormentada por la enseñanza de la maestra Xun de caminar correctamente. Este tipo de caminata fue difícil para Jun Hua, quien solo aprendió los sencillos pasos de Madame Mu. Sin embargo, pronto comprendió cómo hacerlo correctamente. Después de un día entero de práctica, finalmente lo hizo correctamente.

La maestra Xun estaba muy sorprendida con el progreso de Jun Hua. Había visto por sí misma cómo ni siquiera podía caminar derecho, pero después de un día de lección, la niña ya había dominado los movimientos. La forma en que se movía todavía era un poco rígida, pero ya era lo suficientemente precisa, ya que podía caminar recta sin balancearse.

Fan Lan Ying y Jun Hua se escaparon durante la cena para comer en el jardín. Sus sirvientes prepararon la mesa mientras los dos comían alegremente.

—Se siente tan bien alejarme de esas chicas. Ya no puedo soportar ver sus caras. —dijo Fan Lan Ying mientras sonreía. —Pero en realidad, tu progreso es demasiado. ¿Cómo puedes ser mejor que yo después de solo un día de aprendizaje?