Flores florecen desde el campo de batalla

XXIX

Caminando por la Academia

Gracias a que Fan Lan Ying permaneció al lado de Jun Hua todo el tiempo durante sus lecciones, las chicas ya no tuvieron valor para acercarse a ella. Solo podían pararse a un lado y disparar dagas deslumbrantes a Fan Lan Ying a quien no parecía importarle en absoluto. Con la boca afilada de Fan Lan Ying, no se atrevieron a confrontarla y decir lo que querían.

—¿Quieres cambiar el escenario por un tiempo? Esas chicas son realmente una monstruosidad.

Jun Hua asintió. Ella también encontró que eran una monstruosidad, pero no lo dijo en voz alta.

—Bien, déjame llevarte a un buen lugar.

Fan Lan Ying la arrastró a un pequeño jardín detrás del pasillo. El jardín estaba lleno de árboles, lo que lo hacía más parecido a un pequeño bosque que a un jardín. La mayoría de los árboles eran enormes y bloqueaban su visión. También había muchos arbustos dentro del jardín y solo una pequeña porción estaba llena de flores.

—Este lugar es bastante bueno. La academia es bastante grande, por lo que podríamos usar todo nuestro tiempo de descanso si continuamos caminando.

—¿Has paseado antes por este jardín? —Jun Hua preguntó con curiosidad. Dado que Fan Lan Ying pasó mucho tiempo en esta academia, debe tener mucha experiencia.

Fan Lan Ying frunció el ceño. —No me gustan esos árboles. Están bloqueando demasiado la vista. No entiendo por qué construyeron el jardín así.

—Suficientemente cierto.

—Todavía quiero ir al pasillo. Los chicos deben estar entrenando allí.

Jun Hua miró a Fan Lan Ying impotente. No estaba interesada en ver a los chicos, ¡ni siquiera su entrenamiento también! Al ver la expresión del rostro de Jun Hua, Fan Lan Ying suspiró.

—Vuelve primero, estaré allí pronto.

—Bien.

Después de caminar unos pasos, de repente Jun Hua se congeló en un lugar del jardín. Ella sintió la presencia de alguien dentro del bosque pero era débil. Este tipo de presencia era similar a la de Ya Min, un asesino. Se preguntó quién enviaría a un asesino a la escuela, así que decidió quedarse en el lugar para ver a la persona. Después de un tiempo, su rostro se volvió extraño.

Caminó unos pasos. —Si sigues llorando, serás como una niña.

El que estaba frente a ella se sobresaltó y levantó la cara. Era un niño de unos 12 años con buenas características. Su ropa también era de alta calidad y sabrían que provenía de una buena familia. Lo extraño era que este chico estaba llorando en un lugar tan poco probable. A su edad, este niño todavía no debería haber comenzado a ir a la escuela.

El chico puso mala cara. —Estoy enojado con alguien.

El niño hizo una pausa al notar que la niña frente a él era muy hermosa. Llevaba un velo, por lo que no podía verle la cara. Pero pudo ver débilmente que su piel era de un blanco tan claro y tenía un cuerpo esbelto. Como noble, había visto muchas mujeres hermosas, pero esta dama ciertamente estaba en un nivel más alto que ellas.

Jun Hua no se dio cuenta de que estaba congelado por su rostro. Ella asumió que él simplemente no quería contarle cosas a un extraño.

—¿Qué es? ¿No quieres decirlo? Está bien, no te forzaré. —sonrió Jun Hua bajo su velo.

El chico se quedó mirando fijamente por un momento. —Mi nombre es Nanglong Keita. Acabo de tener la oportunidad para jugar con mi primo mayor, el hermano Soujin, pero él sigue haciendo sus cosas. He estado esperando la oportunidad de jugar con él de nuevo después de mucho tiempo. Así que, cuando tuve la oportunidad, me escapé.

Esta vez, fue el turno de Jun Hua de tener la mente en blanco. !Nanglong Soujin! No quería conocerlo de niña porque le preocupaba que se enterara de ella. Soujin era astuto y podría encontrar algo mal si ella interactuaba con él.

Jun Hua sabía que Soujin seguramente vendría aquí tarde o temprano. Ella suspiró profundamente. ¿Cómo sabría que incluso cuando estaba vestida como Jun Hua, la otra parte aún podría tener la oportunidad de conocerla? Aparte de eso, ¡nunca esperaría que un adolescente al azar que conoce en la academia resultara ser su primo!

Miró a Nanglong Keita. Para escapar ante las narices de alguien como Nanglong Soujin, este pequeño debe haber entrenado mucho. El físico de Nanglong Seika no difería mucho del de la otra persona, pero Jun Hua notó que su músculo tenía una forma perfecta y tenía una presencia delgada.

—Eres increíble. Tu primo es un general, pero aún puedes escapar de él. —elogió Jun Hua.

Nanglong Keita sonrió. —También soy parte de la familia Nanglong. ¡Este tipo de cosas son simples!

Jun Hua estaba divertida. La forma en que Nanglong Keita dijo que era como si la familia Nanglong fuera capaz de hacer todo lo que quisiera. Y para escapar bajo las narices de Soujin, Jun Hua estaba segura de que no sería capaz de hacerlo fácilmente. Apenas logró competir contra él y borrar su presencia perfectamente fue difícil frente a alguien como Soujin.

—¿De Verdad...?

Nanglong Keita asintió. —El hermano mayor Soujin es el mejor entre todas las generaciones más jóvenes. ¡Pero algún día lo superaré!

Jun Hua lo miró sorprendido. Este niño que conoció era sorprendentemente ambicioso.

—Si es realmente el mejor, ¿Cómo puedes escabullirte de él? —Jun Hua preguntó con curiosidad.

—Está distraído, por supuesto. Ese primo tonto está demasiado ocupado para cuidarme.
—refunfuñó Nanglong Keita.

Jun Hua quería reír, pero sintió otra presencia cerca de ella. Se sorprendió porque no lo detectó hasta que se acercó mucho a ella. Con su habilidad, no había forma de que una persona pudiera acercarse a ella sin que ella lo supiera, a menos que esa persona tuviera una habilidad mucho más alta que ella.

Volvió la mirada y vio a un hombre parado allí con aspecto molesto.—Keita, ¿Cómo me acabas de llamar?