Es bien conocido que es casi imposible olvidar aquello que te marcó en el pasado, halla sido algo bueno o malo, el recuerdo siempre se encontraba en tu mente, incluso en lo más oscuro y desolado de tu memoria. Gaia sentía que aunque intentara arrastrar su pasado hacia algún sitio en su mente que no le fuera fácil descifrar, el recuerdo de estar en manos de HYDRA siempre regresaría a destrozarle la vida.
La pelinegra sabía que lo único que podía hacer era aprender a vivir con ello, pero el tener a alguien que se lo recordara las veinticuatro horas solo hacía que el adaptarse a ese recuerdo fuera imposible, además de doloroso. La vengadora se encontraba en su habitación, rodeada de libros para poder entender las materias que llevaba desde la base de los vengadores. Ya habían pasado tres días desde el disgusto causado por el capitán, a quien no miraba, o más bien no dejaba que la viera; las veces en las que llegaban a cruzarse la ojiazul se hacía invisible con el simple fin de evitar que Steve la siguiera a donde fuera.
El rubio por su parte, quería arreglar las cosas con ella, pues no le gustaba estar así con la joven. Sabía que se había excedido con su intento de que hablara con Wanda, pero su preocupación por el equipo lo había llevado a hacerlo. Los nuevos integrantes del grupo de super héroes no podían evitar sentirse mal por la sokoviana, pues esta siempre recibía una mirada hostil de parte de la ojiazul.
Cuando Gaia terminó de realizar una de sus tareas salió de su habitación, con el fin de ejercitarse un poco. Para los vengadores no era nada nuevo verla hacer ejercicio cuando estaba molesta o cuando necesitaba aclarar su mente; a decir verdad, era algo que todos hacían, pues ayudaba en gran medida a desestresarse. Al llegar al gimnasio del complejo, se encontró a Natasha y a Steve, el cual al notar la presencia de la joven dejó de hacer ejercicio.
Gaia solo caminó a paso tranquilo hasta una de las máquinas, mientras que se colocaba los audífonos, dándoles a entender que no quería hablar con ellos. La espía sonrió levemente ante el gesto, mientras que el capitán no apartaba la vista. La joven había comenzado a hacer ejercicios de espalda, mientras la música sonaba a todo volumen en sus auriculares. Con el paso del tiempo, la ojiazul miró a la pelirroja salir de ahí tras haber terminado con su entrenamiento, pero Steve seguía ahí, pendiente de ella.
La pelinegra simplemente se dedicaba a ignorarlo, como si no supiera que existía. El primer vengador se acercó a paso vacilante hasta ella, para después hincarse frente a la joven, quedando a su nivel. Gaia lo miró por unos segundos, pero se puso de pie, dispuesta a salir de ahí, mas el rubio la abrazó por la espalda, haciendo caer uno de los auriculares.
-Sé que aun estás muy enojada conmigo, pero por favor... perdóname-murmuró el rubio, en el oído de la joven. Gaia solo se quedó en su sitio, sin decir nada-sé que no debí de hacerlo, pero...-
-Pero nada-respondió la ojiazul con voz cortante-tú sabes lo que me hace recordar Wanda...-la joven suspiró pesadamente-pero parece que lo olvidas-tras decir aquello, la temperatura del cuerpo de Gaia se elevó demasiado, haciendo que el rubio la soltara, lo cual ella aprovechó para salir de ahí.
Al salir del gimnasio, la pelinegra suspiró levemente; el haber sentido que el gesto del capitán le había trasmitido mucha paz. Ella sabía que Steve tenía un efecto tranquilizante en su vida, además de que él siempre lograba que lo perdonara rápido, pero esta vez su enojo era tanto que no estaba dispuesta a perdonarlo con facilidad.
~*~
Al día siguiente, Gaia se encontraba en la cocina, mientras escuchaba música en compañía de Sam, quien constantemente le preguntaba por Steve. El olor a comida llenaba el complejo, como siempre pasaba cuando la vengadora cocinaba, era en esos momentos cuando le agradecía internamente a su madre por haberle enseñado a cocinar.
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Mystic: Angel Fall
FanfictionUn resplandor que poco a poco se apaga, hasta convertirse en una absoluta oscuridad por culpa de otros. Gaia tendrá que aprender a vivir con las marcas y el recuerdo del secuestro, mas nada volverá a ser igual. La historia transcurre después de lo...