Capítulo 30

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El caos reinó aquel lugar. La explosión no había logrado dañar a ningún civil, pero la habitación se encontraba dañada. Los vengadores se pusieron de pie, buscando algún indicio de quien podía ser el causante de aquello. De inmediato, el grupo de superhéroes buscó sacar a Banner de ahí, para evitar la aparición del gigante verde. La ojiazul de inmediato se dirigió hacia el mejorado, pero este logró esquivarla, para después intentar llegar hasta el artefacto alienígena.

Varias personas arribaron al lugar, por lo que los vengadores comenzaron a atacarlos. Quienes habían asistido corrían despavoridos por el sonido de los disparos y la lucha que cada vez se hacía más grande. Gaia corrió hacia quien había organizado el evento, ayudándolo a salir de ahí.

-¡Gaia, resguarda el arma!-ordenó el capitán.

La ojiazul, mientras guiaba al hombre, creó un campo de energía que envolvía el objeto que había desencadenado todo aquel evento, haciendo que quienes intentaban hurtarlo no se pudieran acercar. Al lograr sacar al organizador del evento del sitio, un grupo de agentes se acercó a ella, intentando obligarla a deshacer aquel campo. La joven se defendía de todo aquel que intentaba herirla, pero no advirtió el siguiente movimiento de aquel grupo.

-Será mejor que quites ese campo-la voz del mejorado se hizo presente. Este tenía consigo a Natasha, quien evitaba moverse debido a las enormes cuchillas que tenía el hombre en vez de dedos.

Los vengadores detuvieron su ataque, dándoles ventaja a aquel grupo. Gaia miraba fijamente al mejorado, intentaba buscar una manera de liberar a la espía, pero en cualquier movimiento en falso que dieran, el mejorado podía matarla.

-¿Por qué quieren algo que ya no sirve?-preguntó Stark, con curiosidad.

-Ya nos han quitado uno de ellos-dijo con odio el hombre.

-HYDRA-murmuró la ojiazul.

-No creo que te hayas olvidado de nosotros, ¿verdad linda?-respondió con burla el mejorado.

-Déjala ir-ordenó Steve.

-Capitán, la dejaré ir una vez tu querida novia deshaga el campo-al decir aquello, incrustó levemente una de sus uñas en el cuello de Natasha.

-¡Bien!-respondió Gaia con urgencia-pero libérala-

-Tienes mi palabra-

-Saquen el arma de aquí-dijo entre dientes la rusa, haciendo que el hombre incrustara aun más las cuchillas en su cuello.

Los vengadores sentían la impotencia correr al notar aquel hilo de sangre recorrer su cuello. Gaia se acercó a él a paso lento, intentando tranquilizar a la espía, además de buscar cómo liberarla.

-Te estás quedando sin tiempo-comentó el hombre, ahora incrustando, levemente, las navajas de su otra mano en su estómago.

La pelinegra sintió su cuerpo tensarse, pero no le quedó más remedio que deshacer el campo que cubría el aparato alienígena. Varios agentes caminaron a él con el fin de llevárselo. Gaia tenía una idea para evitar que HYDRA volviera a tener energía Chitauri con ellos, pero no le gustaba nada lo que ocasionaría. Cuando los agentes estaban por salir de la habitación, la ojiazul creó un campo que cubría la puerta, evitando que se llevaran el arma.

-Si no la sueltas no podrás salir de aquí-el tono serio de la joven molestó al mejorado.

-¿Crees que tienes alguna probabilidad de vencerme?-se burló- bien, toda suya-y tras decir aquello, hundió sus cuchillas en el estomago de la espía.

El mejorado lanzó a la vengadora lejos de él y corrió hacia la salida. Clint se dirigió a Natasha, mientras que el resto perseguía a los miembros de HYDRA. El arma Chitauri cada vez estaba más lejos de ellos, por lo que Gaia dejó fluir su poder hasta llegar a él y unir su energía a la del arma. Pronto, la energía de color violeta envolvió la suya, hasta salir por completo del artefacto y llegar a ella.

Mystic: Angel FallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora