Capítulo 32

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Su estado se mantenía igual, de vez en cuando su poder hacía acto de presencia, pero Gaia siempre intentaba mantenerlo en control. Steve cada vez estaba más preocupado por ella, pues su semblate parecía ir decayendo poco a poco. A pesar de la contante aparición de su poder, era lo que menos le preocupaba a la joven, pues había algo que la desconcertaba más que aquello. Desde el momento en que Wanda le había llevado aquella comida, la pelinegra no era capaz de estar cerca de un platillo sin sentir asco y eso sí que le preocupa.

Además de aquel malestar, la ojiazul había estado sufriendo mareos, al punto de terminar recargada en medio pasillo. Gaia tenía que hacer uso de toda su fuerza para evitar que el capitán la mirara de aquella manera, pues no quería preocuparlo.

En ese momento, la ojiazul se encontraba sola en la sede, pues el equipo se había dirigido a San Diego en una misión. Parecía que nuevamente los mejorados habían atacado, por lo que los vengadores se habían dirigido al lugar, dejando a la pelinegra en el complejo debido a las complicaciones que estaba teniendo con sus poderes.

Gaia se encontraba en el comedor, comiendo un poco de sopa que había encontrado en el refrigerador, pero tan solo terminar de comer, sintió que todo regresaba por su garganta, por lo que corrió hasta el baño en su habitación. La ojiazul sentía cómo perdía la fuerza con cada arcada que la atacaba, pero no le quedó mas que esperar a que el malestar pasara.

-Esto ya no es normal-murmuró para sí la joven.

Sentía su cuerpo temblar debido a las nauseas que aun sentía, pero prácticamente ya había regresado todo lo que apenas había comido. Tras varias arcadas más, bajó la palanca, y por fin pudo sentirse más tranquila, aunque ahora se sentía débil. Hacía demasiado tiempo que no había experimentado el vomitar, y para nada era algo que quisiera vivir.

Se levantó del suelo y caminó a paso pesado hasta el lavamanos y enjuagó su boca. Al verse en el espejo se encontró con una mirada cansada, además de que parecía que su piel se hallaba más pálida. Mientras se lavaba la cara, comenzó a unir los puntos de lo que pasaba. Primero había sido aquel desenfreno por parte de sus poderes, después el asco y los mareos, y parecía que ahora se le unía el vómito.

-No puede ser-murmuró la ojiazul.

Sus manos temblaban ante la posibilidad de lo que pensaba fuera cierta, y sentía que su corazón se le saldría en cualquier momento. Gaia salió de su recamara a paso rápido y se dirigió a uno de los autos, necesitaba asegurarse de sus sospechas, pero no quería que se enterara alguien del complejo. La joven manejó hasta llegar a una farmacia, pero no estaba segura de que fuera buena idea presentarse como ella misma, por lo que se transformó en aquella chica de cabello rojizo en la que de vez en cuando se convertía, y entró al establecimiento.

La encargada fue bastante amable con ella y le entregó lo que esta le pedía. Durante su camino de regreso sentía su cuerpo temblar sin parar, sobre todo por lo que podría significar aquello para ella y el primer vengador. Al llegar al complejo, se mantuvo un tiempo dentro del auto, presa del miedo y la inseguridad; si aquella prueba daba positivo, no sabía cuál sería la reacción de Steve, y le aterraba.

Con el corazón a mil y las manos temblando, tomó su bolso y salió del auto, dirigiéndose a su habitación sin pensarlo. Tras cerrar la puerta de la recamara con seguro, caminó al baño, dispuesta a realizarse el test de embarazo. Leyó las instrucciones y lo hizo, mas no pudo seguir en el baño tras realizarlo. Tenía que esperar cinco minutos a que este diera un resultado, y la espera la estaba matando, por lo que daba vueltas por su habitación.

Su celular sonó en la mesita de noche, informándole que el tiempo ya había pasado. Con bastante miedo, entró de nuevo al baño, mirando desde lejos la prueba de embarazo. Sus manos no dejaban de temblar, pero estaba decidida a saber si aquello era realmente lo que pasaba; tomó la prueba de embarazo y sintió su alma caer a sus pies. En la pequeña pantalla que tenía la prueba, afirmaba su sospecha, estaba embarazada y parecía tener dos semanas.

Mystic: Angel FallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora