Cap. 34 parte del final 1

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Anteriormente:

Una vez que me calme mire de nuevo hacia el lugar donde se encontraba el lobo y como arte de magia ya no estaba. Con suma curiosidad fui al sitio donde lo vi.
Al llegar al susodicho el lobo estaba sentado, al notar mi presencia se paró y salió corriendo hacia mi.
Una vez encima todo se iluminó. Y las respuestas que buscaba estaban ante mi por primera vez desde mi llegada.

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Todo Hyrule estaba en llamas. Las bestias divinas estaban poseídas por la calamidad, miasma estaba esparcida en todas partes.

Mi mirada recorría lo que antes había sido un bello paisaje. Gente corría por todas partes. Niños lloraban, cuerpos de soldados como de civiles se encontraban esparcidos por lo que algún día fueron las bellas calles de la ciudadela.  

Desesperación e irá...

Podía sentir toda la energía negativa fluir por mi cuerpo, un estruendo espectacular sonó proveniente del castillo.

La calamidad emanaba de la superficie de este mismo. Mis ojos buscaban con desesperación a los dos rubios pero no pude dar con ellos. Sin embargo una imagen desgarradora captó mi atención.

Lily... Lily estaba en la gran plaza arrodillada ante el cuerpo de una mujer conocida para mí. Un guardián estaba apuntando a la menor. Está solo lloraba con desesperación.
La pequeña llamaba a su mamá, al ver qué el cuerpo de la mujer no se movía solo atino en gritar el nombre de su hermano mayor y... El mío. Al terminar de pronunciar la última letra de mi nombre el guardián dio un golpe certero a la pequeña.

De mi garganta salió un grito desgarrador. Que podía estremecer hasta el hombre más valiente del mundo.

Todo se puso en negro, mis ojos estaban totalmente abiertos esperando a que algo terrible pasará.

En lugar de eso una voz de un hombre se escuchó. La figura del lobo se formó ante mi y hablo.

-Esta será una batalla inminente, tus decisiones afectarán al mundo.- el lobo comenzó a dar vueltas al rededor de mi como si estuviera asechandome -¿Que hará reencarnación de la sacerdotisa Liit?- el lobo en un movimiento violento se abalanzó a mi. Caí de centon de nuevo en la ciudadela Goron. La respiración estaba más que entrecortada. Sentía que me ardía la garganta. Pude darme cuenta que lo que vine a buscar a la montaña ya lo había encontrado.

En ese momento fragmentos de mis recuerdos invadieron mi mente. El cumpleaños de Zelda... Esa fecha retumbaba en mi mente. Un día antes Lily me había dicho que iría con su mamá a la ciudadela de Hyrule el mismo día del cumpleaños de Zelda. En ese momento comprendí, que solo tenía un día para preparar el contra ataque de Hyrule.

Con el corazón en la mano salí corriendo cuesta abajo para llegar a la salida de la ciudadela Goron.

Daruk estaba caminando y al verme me levanto la mano con su típica sonrisa. Me acerque a él y como si estuviera loca le grite -Prepara a Va Rudania, Ganon atacará el día del cumpleaños de Zelda. ¡Avisa a todos los campeones!-
Una vez dicho esto salí corriendo a la entrada.

Daruk se giro a sus Goron y organizo sus tropas con gran liderazgo.

Corrí como alma que llevaba el diablo pues la noche estaba por acabar y el camino de la montaña de la muerte al castillo Real de Hyrule era de dos días o más.

Tenía que hacer lo imposible por llegar en menos de 12 horas. Esperaba que Daruk pudiera advertir a los demás campeones.

Debía de advertir al rey y sobre todo proteger a todo el pueblo. No permitiría que nadie sucumbiera así me costará la vida.

Mis piernas comenzaban a temblar podía sentir como me daban fuertes punzadas en la cabeza por el esfuerzo sobre humano que estaba haciendo.

Mi cuerpo fallo y caí rendida. El vomito se hizo presente. Sabía que estaba estresada y muy cansada, me levanté a duras penas y trate de correr pero un malnacidos dolor de caballo apareció sacándome todo el aire del cuerpo. Parecía que el destino no quería que me interpusiera con el curso natural de está trágica historia.

Hacia lo que podía pero cada vez más me costaba llegar. En eso un relinchar se escuchó a lo lejos. Levanté mi mirada para buscar de donde venía ese sonido y pude ver a un ginette granjero pasando con calma no muy lejos de mi. Cómo pude grite y levanté mis manos para llamar su atención, al darse cuenta de mi se acercó con suma cautela.

-Necesito que me ayudes a llegar al castillo de Hyeule- dije sin más

-Lo siento no puedo ayudarla- el hombre estaba dispuesto a irse sin embargo levanté la voz y me coloque enfrente del animal para frenar su andar-

-No estás entendiendo, no te lo estoy pidiendo te lo estoy exigiendo. Hyrule está en grabé peligro y necesito llegar ante el Rey- di un gran trago de saliva pues no sabía si funcionaria lo que dije. Al ver qué comenzaba a reírse eleve mi mano con la marca de la trifuerza, está comenzó a brillar con una intensidad inigualable. El granjero paro su carcajada y rápidamente se bajó de su caballo quedando arrodillado ante mi.

-Estare a sus servicios señorita- se paró rápido y subió al caballo extendiendome la mano.

-Debemos darnos prisa no tenemos tiempo- dicho esto el hombre dio un fuerte golpe y el animal salió corriendo rumbo al castillo.

....continuará

Soy terribleeee siempre dejando en suspenso jajajaja espero les este gustando y dejen su bello y hermoso comentario y estrellita para que está historia llegué a más gente!

Por cierto...
Recomienden historias de Inuyasha de preferencia de koga y lectora 😭 no e encontrado nada bueno

The legend of zelda Breath Of The Wild Link y tu (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora