Melissa llegó y nos quedamos viendo la trilogía de cincuenta sombras de Grey.
Después de ver las películas, me recosté y tomé animo para contarle a Melissa sobre lo que pasó con Damian.
-Bien, bobita. -Dijo mirándome fijamente. -Cuéntame ¿Qué pasa?.
-Pues. -Me senté y la miré a los ojos. -Resulta... Que anoche, después de la bienvenida, me dejaste en mi casa y resulta que sufrí de un secuestro y violacion.
-¡¿Qué?!. -Preguntó asombrada. -¿Fue una sorpresa loca de Gael, acaso?.
-Ese es el detalle. No fue Gael. Fue... -Trague saliba y hable. -Damián.
-¿En serio?. -Frunció el ceño.
-Si. Él y Enrique, me llevaron a un departamento y Damián me violo... En pocas palabras. Pero sabés que.
-¿Qué?.
-Me gustó. -Confece sin pena.
-Elisa Winehouse. -Dijo asombrada. -¿Y qué? ¿Son amigos con beneficios o algo así?.
-No. Además, Gael y la estúpida de Cynthia...
-Damián te busco por algo. -Interrumpió. -Y quieras que no, tú necesitabas de él.
-Yo hubiera preferido perder mi virginidad con mi novio.
-Pues si... Pero quien se niega a uno hombre como Damián. -Dijo y suspiro.
Solo me percate a rodar los ojos y suspirar.
Días después
Estaba con Melissa en el pasillo dejando unos libros en nuestros casilleros. Terminé de dejarlos y al cerrar la puerta, vi a Damián y a Enrique al lado. Me gire para que no me vieran pero era demasiado tarde.-Hola Eli. -Dijo Damián acercándose feliz.
-No me digas así. -Dije molesta.
-Oh perdón. -Dijo burlon.
Se paró detrás de mí, se acercó a mi oído y susurro.
-La noche que te hice mía no te enojaba tanto. -Susurro.
Me gire y le dí una bofetada. Él solo sonrió y puso sus manos a mis lados, cerrandome el paso.
-Yo se que te hizo feliz el hecho de tener sexo conmigo. -Dijo en voz baja.
-Y a ti te hara feliz el saber que presentaré una demanda en tu contra. -Dije mirándolo fijamente.
-¡Que vas a qué!... -Exclamo Enrique.
Enrique intento atacarme, pero Damián lo pego a los casilleros y le puso su ante brazo en el cuello.
-Damián, no podemos dejar que esta loca te meta a prisión. Te va a joder. -Dijo Enrique sin dejar de verme.
-Yo no pisare la cárcel. -Dijo despreocupado. -No cuenta como violacion si la víctima no se opuso después de penetrarla... ¿O tú qué dices Elisa?.
-Era sexo sin mi consentimiento. -Dije sería.
-¿Segura?.
Se giro y me miró muy provocador. Melissa me tomó del brazo y me atrajo a ella.
-Mi decisión... Ya está tomada. -Dije sería.
Tomé a Melissa con fuerza y nos fuimos al salón.
-Wow que locura. -Dijo Melissa sonriente.
-Esta loco. -Dije mientras me sentaba en mi lugar.
-Dime si no es un bombón. Y luego con esos tatuajes. -Dijo en tono de seducción.
-A mí no me causa ninguna excitacion, ni él, ni sus tatuajes. -Dije en desagrado.
-Eso dices, pero yo sé que lo vas a volver a buscar. -Dijo sonriendo.
Rodé los ojos y la ignore.
(...)
Después de clases, llegué a casa y subí a mi cuarto, dejé mi mochila en mi cama, me recosté y pensé: Desde el viernes que no veo a Gael y ahora no lo vi por los pasillos de la escuela.
Así que lo llame para visitarlo o tan siquiera saber algo de él.Llamada telefónica
-Hola. -Dije feliz.-¿Qué pasó?.
-Nada. Es solo que ahora no te vi en la escuela y no he recibido ni un mensaje tuyo. -Dije mientras me sentaba en mi cama.
-Bueno, pues... Solo tuve una clase y después de clases estuve entrenando.
-¿Quieres que te vaya a ver?. -Pregunte feliz.
-No. Estoy muy cansado. Chao chao.
Fin de la llamada telefónica-¿Hola?. ¡Hola!. -Dije desesperada en el teléfono.
Gael me había cortado la llamada y ni siquiera un minuto hablamos. Me molesto demasiado su actitud.
Lance el celular a la cama y salí de mi cuarto y sabía exactamente a dónde ir y lo que haría.Narra Damián
Después de la escuela me fui a mi departamento y me puse a hacer ejercicio, después me metí a duchar.
Después de salir del baño me dirigí al refrigerador y saqué una cerveza, la abrí y le di un trago. Estuve a punto de entrar a mi cuarto para vestirme, pero tocaron la puerta y fui directo a abrir.
Abrí y no podía creer a quien tenía enfrente de mí.
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ROMPIENDO TUS REGLAS
Novela JuvenilRegla número uno-Solo Sexo entre enemigos. Regla número dos-Siempre estar disponible. Regla número tres-Nada de sentimientos. Y regla número cuatro- Nunca, jamás, romper la regla número tres. NO SE ACEPTAN COPIAS NI ADAPTACIÓNES