No respondí nada. Damián se hizo a un lado y camine unos cuantos pasos, pero me detuve.
Me puse a pensar y tal vez deba ir a casa y pensar las cosas, o correr a besarlo. ¿Seguir mi instinto a mi corazón?.-Espero no arrepentirme de esto. -Dije mirando al cielo.
Me gire y corrí a Damián. Él me miró y hizo lo mismo.
Me tomó en sus brazos, de inmediato le di un beso en los labios y no lo solté.-Te amo, Damián. -Dije feliz.
-No sabes lo bien que me hace escucharte decir eso. -Respondió de la misma manera.
Me levanto en sus brazos, me dio vueltas y reí.
-No tuvimos el mejor baile de graduación. Pero podrás presumir de un baile bajo la lluvia. -Dijo mirándome fijamente.
-Es más que perfecto.
Me tomo de la cintura y empezamos a bailar.
Como me hubiera gustado bailar en la pista de baile, pero es mejor estar con Damián y de sonido, el caer de la lluvia.(...)
Damián y yo fuimos a su departamento.
Me quite el vestido también el maquillaje y acomode mi cabello.
Damián me dio una pijama de él para ponermela y estar más cómoda.(...)
Ambos fuimos a la sala, con dos tazas de chocolate caliente, unas sábanas y unas galletas de mantequilla. Damián subió la calefacción un poco y nos quedamos sentados en el sofá, viendo una película.-El clima me agrada, cuando no estoy temblando porque me moje por veinte minutos. -Dijo Damián con la voz temblorosa.
-Lamento haber sido tan sentimental. -Dije en sarcasmo.
-No te preocupes, era una broma. -Sonrió de lado.
-Debo llamar a mamá, si no se preocupara... Bueno mejor llamaré a Melissa y que ella le pase el recado, de todas formas dijo que iría a mi casa.
-Si esta bien. Toma el teléfono que está en la cocina y llamala.
Me levante y fui para allá.
Tomé el teléfono y llame dos veces, hasta que contestó en la tercera vez.Llamada telefónica
-¿Hola?.-Melissa, soy yo, Elisa.
-Hola. ¿Qué sucede?.
-Nada. Ya todo terminó, estoy con Damián y todo está solucionado.
-¿Segura?.
-Totalmente. Solo quería llamarte para que le avisaras a mamá que estoy con él.
-Si, no te preocupes, yo le aviso.
-Si. Te llamo luego. -Sonreí.
Fin de la llamadaDamián entró a la cocina y se acercó, me tomó de la cintura y me beso, correspondí su beso y sentí que me tomaba de los muslos y me subió a la mesa.
Seguimos besándonos y poco a poco bajo a mi cuello, me beso delicadamente y después levanto la mirada y me miró feliz.-Estoy feliz. -Sonrió. -Creeme que ahora solo quiero estar contigo.
-Ya no habrá nada que se interponga... Bueno hay que acomodar nuestros horarios o idear algo para poder vernos más seguido.
-Eso si, tienes toda la razón. Ahora que no estamos en la universidad, ya no será lo mismo vernos en la entrada, en los pasillos y así.
-Exacto. ¿Qué se te ocurre hacer?. -Frunci el ceño.
-¿Un matrimonio?... -Digo un...
-¿Dijiste matrimonio?. -Dije sorprendida y con el ceño fruncido.
-Quise decir... -Dijo nervioso. -Ya no se que quise decir.
Bajo la mirada y yo respondí, sin tan siquiera pensarlo.
-Aceptó. -Sonreí.
-¿Qué? ¿En serio?. -Preguntó feliz.
-Si me lo pides... Diré que sí.
Sonrió como loco y se lanzó a seguir besándome.
Tiempo después
Melissa se quedó a dormir conmigo y estaba entusiasmada y a la vez con los nervios de punta.
Hoy es el día y no sabía cómo sentirme al respecto, tuve mil y un emociones y sentía que vomitaria. Es una nueva etapa que puede cambiar mi destino.-La estilista dijo que vendría a las cuatro. Así que tenemos tiempo de sobra, apenas son las dos y el evento es a las seis. -Dijo Melissa feliz.
Sonreí y asentí a lo que dijo, Melissa se acercó y me tomó de las manos.
-¿Qué pasa?. ¿Acaso te estás arrepintiendo?. -Preguntó.
-No. -Abrí los ojos. -Es solo que... Estoy feliz y es una etapa que no creí vivir, es demasiado genial. -Dije feliz.
-Lo sé amiga. Te apoyare en todo, lo sabés, solo espero y Damián no te haga daño.
-No creo. En estos meses tomo terapia y le ha servido demasiado, es un Damián completamente distinto al que yo conocí, pero aún conserva su esencia.
-Me alegra. -Sonrió. -Dios no lo puedo creer. -Dijo con los ojos llorosos.
-No seas llorona.
Me acerque y le di un abrazo, entonces sonó mi celular, lo tomé y vi que era Damián.
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ROMPIENDO TUS REGLAS
Novela JuvenilRegla número uno-Solo Sexo entre enemigos. Regla número dos-Siempre estar disponible. Regla número tres-Nada de sentimientos. Y regla número cuatro- Nunca, jamás, romper la regla número tres. NO SE ACEPTAN COPIAS NI ADAPTACIÓNES