CAPÍTULO 6 "CONFLICTOS"

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Al día siguiente. Me desperté tarde y rápido me aliste para irme a la escuela. Solo me puse un vestido y unos tenis, tomé mi mochila y me fui casí corriendo.

(...)
Al llegar, me di cuenta que ya iba tarde, así que no me apresure más.
Llegué a mi casillero y metí mi mochila.

-La increíble Elisa Winehouse ¿No entró a clases?.

Me gire a ver quien habló y era Damián. Estaba al lado de mí y sonreí.

-Hola. -Dije nerviosa.

-Anoche no pude dormir. -Dijo mientras se acercaba a mí. -Por pensar en ti. -Dijo en susurro.

-¿Ah si?. -Lo mire provocadora.

-En serio, me encanto como pasamos la tarde.

Se acercó aún más y intentó besarme, pero lo aparte.

-Aquí no. Nos puede ver alguien. -Susurre.

-Okey. Sé a dónde ir. -Sonrió de lado.

Me tomo de la mano y me llevó por el pasillo hasta el cuarto del conserje.

-¿El cuarto del conserje?. -Pregunté dudosa.

-Algo es algo.

Entramos, se aseguró de que nadie nos viera y cerró la puerta.
Me senté sobre una mesa y Damián se acercó a besarme, seguí besandolo y acaricie su espalda.
Me besó el cuello y me hizo un chupeton, lo cual me hizo que se me erizara la piel.
Abrí mis piernas y sentí su mano rosar mi feminidad, la acarició suavemente. Movió mis bragas a un lado y metió dos dedos.
Gemi y al oírme, vi como sonreia.

Antes de hacer algo más, abrieron la puerta y rápido me baje de la mesa y ambos nos separamos. El hombre que entró era el conserje y nos miró, nada sorprendido.

-¿Otra vez aquí Damián?. -Preguntó fastidiado. -Ya te había dicho que no trajeras a tu novia aquí.

-¡¿Qué?!. -Exclame molesta.

Tomé mi mochila y lo mire enojada.

-Osea que me trajiste al mismo lugar a donde traes a Cynthia y no se a cuantas más. -Dije molesta.

-No... Es que... -Tartamudeo.

No dije nada más y salí de ahí hecha una furia.

Narra Damián
Elisa salió del cuarto muy molesta y el conserje me miró sonriendo.

-Marcelo, disculpame...

-Si. -Interrumpió. -No te preocupes. Pero sabes que si por mí fuera, te dejaría entrar aquí, pero ya sabes como es el director de... Especial.

-Okey. No te preocupes.

Salí de ahí y sonó la campana de fin de clase.

Narra Elisa
Estaba sacando unos libros para mi próxima clase y vi a Gael venir hacía acá.

-Hola. -Dijo intentando tomar mi mano.

-No me toques. -Dije haciéndome a un lado.

-Eli, perdón. Anoche... No era yo.

-Oh si, claro. -Cruce mis brazos. -Es que siempre es lo mismo, me dejas plantada.

-Perdoname. -Bajó la mirada. -Es sólo que... El día tiene muy pocas horas y yo me entrego al cien por ciento en otras cosas y no te doy la importancia que te mereces.

-Cada quien le da la importancia que quiere...

-Por favor. No digas que no me importas, eres la mujer perfecta. -Dijo acercándose a mí.

No quise discutir más y solo lo abrace, en símbolo de perdón.

-Gracias. -Sonrió.

Acarició mi cabello y su mirada se fue a mi cuello, justamente donde estaban los chupetones.

-Oye ¿Qué te paso?. -Frunció el ceño.

-Nada. -Dije mientras me tapaba con mi cabello. -Me queme con la plancha de cabello.

-¿Varias veces?. -Levanto una ceja.

-Es porque me estaba apurando por llegar a clases. Y ves que no lo logré. -Sonreí nerviosa.

Tomé la mano de Gael y nos fuimos a nuestro salón de clases.

(...)
Después de clases me fui a casa y estuve toda la tarde haciendo tarea.
Cuando termine vi el reloj y eran las seis.
Guarde todas mis cosas y me tiré en la cama. Escuche a mamá llegar y vino directo a mi cuarto.

-Hola. -Dijo sentándose a mi lado.

-Hola. -Sonreí.

-¿Cómo estuvo tu día?.

-Bien. Aburrido, ya sabes. -Dije mientras me sentaba a su lado.

-Bueno. Solo quería decirte que no he tenido tiempo de presentar la demanda...

-Mamá, entiende. -Interrumpí. -No quiero presentar ninguna demanda.

-¡Es lo correcto Elisa!. -Exclamó molesta.

-Lo correcto sería, que me dejes en paz y olvides ese tema. -Dije poniéndome de pie.

-Yo vine en son de paz. -Dijo poniéndose de pie. -Y tú como siempre estas de mal humor.

Mamá salió del cuarto hecha una furia y cerró la puerta de un golpe. Me acerque a la puerta y puse el seguro, para que no entrará más.
Me senté en la cama e intente calmarme.

ROMPIENDO TUS REGLASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora