CAPÍTULO 11 "¿QUÉ PASÁ?"

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Narra Elisa
Desperte gracias a la luz del sol que me encandilo en los ojos.
Me senté, mire a mi alrededor y me di cuenta que no estaba en mi cuarto y me preocupo demasiado. Era el cuarto de Damián y me puse aún más nerviosa.

Damián entró y me miró feliz.

-Hola. -Sonrió.

-Hola... Perdón que lo pregunte, pero ¿Qué pasó anoche?. -Pregunté nerviosa.

-Bueno, entraste a mi departamento cuando yo no estaba, te bebiste mi botella completa de whisky, llegué y te vi con ese hermoso vestido, querías tener sexo, me golpeaste con mi cinturón y después te caíste, te golpeaste en la cabeza y decidí dejarte dormir en mi cama. -Explicó.

-Wow. -Abrí los ojos. -Me hubieras llevado a casa.

-¿Y que querías que le dijera a tu mamá? "Señora su hija está semidesnuda y ebria, intentó abusar sexualmente de mí, pero lo evite y se la traje inconsciente".

Reí a sus palabras.

-Dios. -Tape mi cara con mis manos por un segundo y lo mire fijamente. -Entonces... ¿Tuvimos sexo y... No lo recuerdo?.

-No. -Negó con la cabeza y se sentó a mi lado. -Yo no te haría nada sin que tú me lo pidas. Es estúpido, porque a mí me gusta oírte gemir y gritar mi nombre.

-Ya veo. -Me acerque a él.

-Por ahora.

Fue a su tocador y sacó una bolsa de papel y me la dio.

-Son pastillas para el dolor de cabeza, un sandwich de crema de maní, una bebida energética y una barra de chocolate.

-Gracias. -Sonreí. -Pensaste en todo.

-Oye he sufrido muchas crudas y creeme que lo primero que quiero es un sandwich de crema de maní y jalea.

-Tienes gustos raros. -Sonreí.

-¿Y?. A ti te gusta la coca cola, a mí la Pepsi, a ti te gusta leer, a mí ver el fútbol. Es como el Ying y el Yang. Diferentes, pero encajan perfectamente ¿No crees?.

Damián se acercó y acarició mi mejilla suavemente, bajo su mirada a mis labios y volvió a verme a los ojos.
Me puso nerviosa y era raro, porque nunca me ponía así frente a él.

-Tengo que irme. -Dije en voz baja. -Te veo luego.

Me levante de la cama, tomé mi saco y la bolsa de papel y me fui a casa.

(...)
Melissa y yo estábamos en el patio de la escuela, acomodando todo para nuestro proyecto de Ciencias.

-Debemos acomodar los apuntes de la sustancia más nociva a la menos nociva. -Dijo Melissa leyendo los papeles.

-Bien. Solo falta engraparlos y ponerlos en una carpeta.

Antes de irnos del patio. Cynthia se acercó a mí y sin decir nada me dio un golpe en la cara, que me hizo caer al piso.

-¡Por tu culpa, Damián terminó conmigo!. -Grito enojada.

-¡¿No se de que hablas?!. -Pregunté de la misma manera.

Me puse de pie y me acerque a ella.

-No fingas, sabes de que hablo. ¡Eres una maldita zorra!.

Le di una bofetada y en menos de nada, se lanzó contra mí y me jaloneo del cabello, la tomé del cabello y la jale con fuerza. Ambas nos jaloneabamos como locas, hasta que después de unos segundos alguien me tomó de la cintura, y a ella también. Eran Damián y Enrique.

-¿Qué demonios les pasa?. -Preguntó Enrique.

-Está loca que dice que Damián y yo tenemos algo. -Dije intentando safarme del agarre de Damián.

-¿Se puede saber que haces con mi novia?. -Pregunto una voz detrás de nosotros.

Nos giramos y venía Gael con lujo de violencia, Damián me soltó y corrí a detener a Gael.

-Gael, por favor.

Gael me aventó y caí de nuevo al suelo.

-Imbecil. -Dijo Damián molesto.

Damián le propisio un golpe en la cara y rápidamente Gael se lanzó a él y cayeron al suelo.
Gael quedó arriba de Damián y comenzó a golpearlo con desesperación, pero no duró mucho, pues Damián se movió y ahora él estaba encima de Gael y a lo que veía sus golpes eran más bruscos.
Intente acercarme para separarlos, pero Enrique me tomó del brazo y me detuvo.

-No te metas. Te lastimaran, yo me encargo. -Dijo sin soltarme.

Enrique se acercó y tomó a Damián con fuerza y logró separarlos.
Damián le dio una última patada a Gael en la cara y Enrique se lo llevó con fuerza.

-¡No te vuelvas a meter conmigo!. -Exclamó Damián desde lejos.

ROMPIENDO TUS REGLASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora