Monachopsis // Harco

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-Vaya, habéis vuelto, ¿Sois idiotas?-preguntó guasona Arabella.

Los dos chicos no despegaron la mirada de Will, que parecía muerto, empapado en su propia sangre y más pálido de lo usual. Estaba arrodillado y atado a un fino pilar de madera, con la cabeza caída por su estado inconsciente y con numerosas heridas que no dejaban de sangrar.

-¿Qué le has hecho?-preguntó furioso Draco, impactado por la imagen de su amigo.

-¿A Jules?-respondió indiferente la mujer-Pf, no os preocupéis, siempre procuro dejarle la sangre suficiente para que sobreviva, solo es una pequeña lección por su insolencia.

-¿Siempre?-preguntó de nuevo Draco, con tal ira recorriéndole el cuerpo que solo quería arrancar la cabeza de aquella mujer y quemarla.

-Es la mejor forma de criar a un hijo, sobre todo si es tan insolente e inútil como este.

-Claro, y seguro que a ella le has dado el mismo trato-escupió Harry, igual de enfadado que Draco.

Locasta observó a su hija, que se encogió de hombros e introdujo una pasta en su boca, desviando la mirada para hacer notorio que no quería meterse en la conversación.

-Arabella nunca me ha dado problemas, es una hija perfecta, no como este desagradecido-dijo dándole una patada al inmóvil cuerpo del chico-No merecía este poder, pura suerte, magia desaprovechada.

Draco se abalanzó sobre la mujer, tirándola del sofá y dándole un puñetazo en la cara.

-Por el Padre-soltó Arabella sin soltar su té pero dando un pequeño brinco por el susto-Buen gancho.

Harry no comprendía nada. Aquellas mujeres eran escalofriantes, era enfermizo ver su falta de apatía y sentimientos, como si no les importase nada y todo fuera un chiste.

-Príncipe, también tú eres un desagradecido-dijo Locasta en el suelo, parando el segundo golpe de Draco y mirándole con una sonrisa de superioridad-Yo que pensaba casarte con mi preciosa hija y darte una familia enorme y llena de amor ¿No es eso algo bueno?¿No es lo que siempre has deseado?

-¿Para qué querrías eso?-escupió Draco-¿Qué mierda buscas?

-Poder, obviamente. En cientos de años, el único que ha heredado el poder ocular perfecto ha sido el inútil de Jules, no puedo aceptar eso. Por eso investigué-dijo ella lanzando a Draco por los aires con un movimiento de varita-Descubrí que los Malfoy portan sangre de la Diosa Madre, la contraparte del Dios Padre, y que si unes ambas sangres, es seguro que las criaturas que nazcan de esa unión hereden el poder en su máxima expresión.

Draco intentó alcanzarla de nuevo, pero Arabella había usado un hechizo para petrificarles, por lo que tanto Harry como él solo podían mirar y escuchar.

-¿Y qué?-bramó Harry.

-Pensaba hacer, bueno, aun pienso, hacer que Arabella y Draco tengan tantos hijos que pueda formar un pequeño escuadrón. Todos heredarán el poder, y conquistaremos el mundo mágico, es algo tan simple como eso. No hace falta ser un genio para entenderlo.

-El tapiz de la alcoba, ese del que salía un ángel, ¿significaba la unión de ambas sangres?

Locasta le miró sorprendida, sonriendo y acercándose a ellos.

-Te has fijado, bien, pero no es un ángel, esa sombra es la personificación de la perfección, del poder, de la magia suprema.

-Nunca conseguirás que tenga hijos con ella-soltó Draco-Si hace falta, me cortaré la polla.

-¡Por el Padre, Draco! ¡Que vulgar!-exclamó Arabella rompiendo en carcajadas-Puedes hacerlo, pero Ju hará que te crezca de nuevo, no te preocupes por eso, querido.