Capítulo 32

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Miró a Kyouya, no supo en qué momento este había tomado su mano. Esta vez la apretaba con un poco más de fuerza que de costumbre y su rostro estaba rígido, pero no decía ni una sola palabra.

Claro que Marie estaba molesta, porque cuando las presentó, olvidó aclararle ese pequeño detalle después, por si fuera poco, dejó que le diera un beso en la mejilla en ese entonces. Si antes le había molestado esta situación, ahora estaba algo más que irritada, pero no se permitiría una escena.

-Ya veo- tomó la mano de Kyouya con la otra de ella que estaba libre, para aflojar un poco su agarre- es un alivio haber nacido allá, ¿Cierto?- soltó una risita

-¿Disculpa?

-Sí, ya que tanto quería una nuera francesa- se acercó un poco más al chico y le rodeo el brazo

Sintió la mirada de Kyouya sobre ella, así como la de la rubia y los padres de esta, el Sr. Ootori también la escudriñaba, pero su mirada, a diferencia de la de los demás, era filosa.

-Oh- sonrió y se cubrió la boca- estaba bromeando, es sólo que, me alegra ser yo quien esté en su familia, pa-

Una sonrisa burlona apareció en su rostro apenas terminó de hablar al ver cómo al hombre frente a ella se le desencajaba la quijada, tal vez porque no esperaba ser llamado así, o simplemente porque no soportaba a esa chiquilla.

-Deber...-

-Querido- llegó la mujer al lado de la chica e hizo una reverencia a la familia contraria- oh, veo que ya conocieron a nuestra Marie- tomó la mano de la castaña- si nos disculpa, tenemos algo de qué hablar

La llevó junto a ella al otro lado del salón.

-Sabía que no era cortés presentarlos- dijo enfurruñada la mujer- ¿Cómo se le ocurre decir eso?

-Lamento mi comportamiento- se disculpó- creo que debí ser más prudente con mis palabras

-¿Qué? ¡No!- se dio cuenta de que había elevado ligeramente su tono de voz, así que carraspeó y recuperó la compostura- quiero decir, me alegra que lo manejaras de esa manera, con quien debo hablar después será con Yoshio

El rostro de Marie no daba crédito a lo que estaba escuchando, ¿No la reprendería por haberle contestado a su esposo así?

-¿Qué?- le preguntó cuando la vio sumida en sus pensamientos- ¿Creíste que te alejé de ahí para llamarte la atención? ¿Por qué lo haría? No has dicho nada que no sea verdad

-Pero...

-Kyouya le teme tanto a su padre que no interfirió en sus crueles palabras- soltó un suspiro cargado de frustración- si no te das tu lugar, ¿Entonces quién lo hará? - la tomó por los hombros y los frotó- serás una gran Ootori- después miró con recelo a los contrarios- esa muchachita no merece a mi hijo, además, su familia tampoco me agrada

-¿De verdad?

-El esposo de Fuyumi es la única joya ahí

Rio junto con la mujer y eso bastó para relajar el ambiente. Adoraba a la madre de Kyouya, siempre sabía qué decir y cómo confortar, le recordaba mucho a su propia madre.

De pronto, recordó el motivo por el que las familias estaban reunidas y se acercó a la gran puerta de madera, abrió esta apenas unos cuantos milímetros y esperó la señal de Fuyumi para reunir la atención de todos y abrirla de par en par.

[...]

Después de la noticia, tomaron asiento en sus respectivos lugares en la mesa. Claro, Kyouya estaba a su lado y a partir de cada esposo, se encontraban sus respectivos padres. Por alguna razón, habían sentado a Colette al otro lado de Kyouya.

Sucédeme (Kyoya Ootori x reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora