5. Huyendo

937 59 49
                                    


Buenas Noches ¿Cómo están? 

La verdad quería subir este capi mañana Viernes en la noche pero no pude resistirme :3 así que aquí lo tienen, espero lo disfruten !!!

------------------------------------------------------

Era una mañana tranquila, de esas que Colombia tanto disfrutaba, todo estaba en silencio, mientras las gotas de lluvia golpeaban su ventana, relajando su cuerpo y dejando que su mente se recreara en imaginar el paisaje que se encontraría al abrir los ojos. Aunque su residencia principal era en la capital, al moreno le gustaba tener pequeños apartamentos en sus diferentes ciudades para disfrutar de su tierra, pero había un lugar que le encantaba sobre todas sus propiedades y era su pequeña finca en el eje cafetero.

Esa pequeña casa de paredes blancas y madera era un paraíso, uno donde Colombia disfrutaba de criar animales y cuidar plantas, conectado con sus raíces, por eso, en medio de su despertar, ansiaba ver a través de su venta como el agua mojaba las hortensias y orquídeas que había en su jardín, para seguidamente preparar un poco de café y salir al pórtico a disfrutar de su mañana.

Abrió los ojos con pereza, pensando en si mejor seguía disfrutando del sonido de la lluvia. Pero no había lluvia, reconoció el rubio cuando sus ojos solo vieron su reflejo en un hermoso espejo, en una elegante habitación, enredado entre delicadas sabanas rojas.

Asustado, Colombia despertó por completo, mientras su memoria reproducía los acontecimientos de las últimas horas. La máquina de café, la fiesta, el collar, Noruega arrastrándolo por el pasillo, los golpes, sus gemidos, las manos y los labios del castaño recorriendo su piel, todo, literalmente TODO llego a su cabeza, estremeciendo su lastimado cuerpo y que los tres colores de su bandera se marcaran en sus mejillas de lo avergonzado que estaba.

¿En qué carajos estaba pensando? Se preguntaba una y otra vez, buscando desesperado una solución, la cama seguía tibia, por lo que hace poco su amante de una noche la había abandonado, dándole la oportunidad de pensar con calma o al menos eso intentaba Colombia. El sonido que antes le parecía de lluvia venia del baño, por lo que Noruega estaba bañándose, ¿qué iba a decirle cuando lo viera? ¿debería besarlo? ¿saludarlo de mano? ¿preguntarle como la había pasado?, ¿darle las gracias? Eran muchas preguntas que le ponían los pelos de punta, haciendo que tomara la peor decisión de todas.

Huir, eso era lo que iba a hacer, de solo imaginarse saludando a aquel país de ojos verdes, después de haberlo llamado "Amo" lograba que su corazón y su cara estallaran de la vergüenza. Con dolor en las caderas, Colombia se levantó de aquella cama testigo de su pasional encuentro, dispuesto a poner tierra de por medio, hasta que las aguas se calmaran en su cabeza o hasta que uno de los dos muriera, porque de solo acordarse de como bailo en el regazo del nórdico, sentía ganas de arrancarse la piel.

Lo más difícil fue buscar su ropa, al parecer el nórdico la había dejado tirada por toda la maldita habitación, obligándolo a caminar en silencio mientras sentía temblar sus piernas y como algo semi-pegajoso resbalaba por su retaguardia. Se vistió lo más rápido y silencioso que pudo, para después, darse una pequeña revisada en el espejo, el pelo revuelto, los labios todavía rojos y lo más preocupante, las marcas. Era como ver un jodido dálmata, marcas de dientes y chupones recorrían su espalda, cuello y clavículas, todo siendo visible gracias a su top blanco, sin mencionar que en su cintura se marcaban sensuales los dedos de Noruega y que todavía tenía el collar que lo metió en todo ese embrollo.

Buscando una alternativa, el latino rebusco en la habitación algo que pudiera cubrirlo, y lo encontró, era una bella camisa azul naval colgada en la puerta del armario, abandonada a su suerte. Con cuidado, Colombia se acercó a aquella prenda y la sostuvo entre sus manos, era suave, con un encantador aroma a sándalo, madera y musgo que le inundo los sentidos e hizo temblar su corazón.

Mientras sean tus ManosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora