15. Meridianos

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Hola Mi Gente linda!!! ¿Cómo están?

Hoy, jueves  de pascua para algunos o santo para otros, les traigo este nuevo capitulo, va a ser corto pero sustancioso jejejeje espero lo disfruten.

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El leve toque en la puerta le aviso a Ucrania que alguien deseaba verlo, por lo que, acomodándose en la cama, permitió el ingreso de su inesperado visitante.

- ¿Suecia? –Pregunto sorprendido el soviético cuando la puerta se abrió y dejo ver al país nórdico. Su primo llevaba puesto un sencillo suéter color beige y un jean de rotos, pero lo que más le sorprendió, es que entre sus manos descansaba un bello ramo de rosas blancas, margaritas y lavandas.

-Hej Ukraina / Hola Ucrania- Saludo tranquilo el rubio mientras entraba a la habitación y con permiso del otro, se sentaba en la cama.

- ¿Qué haces aquí?

-Quería ver como estabas- Respondió el sueco- Con todo lo que paso no supe que fue de ti después de que OMS llamo a la ambulancia.

-Estoy bien, aunque fue un golpe fuerte, el doctor dijo que mi cabeza estaba bien, solo necesite un par de puntos- Respondió tranquilo, tal como su primo decía, después de que le contara al americano todo lo que había pasado, OMS lo remitió al hospital, donde después de varios exámenes y un par de suturas, pudo descansar, lastimosamente le toco pasar la noche en la habitación que le habían asignado y solo hasta esta mañana pudo saber que había pasado con su mejor amigo.

-Eso me alegra.

- ¿Esas flores son para Colombia? - Pregunto, el ramo desprendía un delicioso aroma e imaginaba que, a pesar de estar dormido, el colombiano iba a disfrutar de tal esencia.

-Son para ti –Dijo Suecia con una sonrisa, mientras le entregaba el ramo, haciendo que sus mejillas adquirieran un molesto tono rosado.

-Gracias- Dijo tímido el rubio mientras escondía su rostro entre los bellos pétalos, el suave aroma de la lavanda traía calma a su acelerado corazón, mientras el silencio se hacía presente entre los dos países.

Los minutos pasaron lentos mientras cada quien se perdía en su mundo, Suecia miraba tranquilo por la ventada mientras Ucrania se dedica a observarlo a él. Algo en sus ojos claros y la forma de la boca le mostraba que aquel país no estaba bien, y aunque desde su ultimo encontró no habían vuelto a hablar, el ucraniano no pudo evitar que su mano se colocara en el muslo contrario como muestra de apoyo.

- ¿Qué te preocupa?

-No es nada- Dijo sueco el sueco, mientras entrelazaba sus dedos con los de Ucrania, haciendo que, de nuevo, las mejillas del joven país se pusieran rojas.

-Mientes, lo tienes escrito en la cara, algo te preocupa- Contradijo el rubio haciendo que el otro país suspirara frustrado, era inútil esconderle algo al ucraniano.

-No dejo de pensar que parte de esto es mi culpa.

- ¿Por qué lo dices?

-Para empezar, fui yo el que introdujo a mis hermanos al mundo del BDSM y cuando Dinamarca y Noruega empezaron con sus juegos no dije nada, a lo mejor si los hubiera separado, Dinamarca no se hubiera obsesionado con nuestro hermano y Colombia no habría pasado por tan horrible experiencia.

-Nadie podía imaginarse que las cosas terminarían así, no es tu culpa.

-Soy el hermano mayor, se supone que debo guiarlos-Dijo frustrado Suecia, mientras Ucrania apretaba su mano, queriendo consolarlo- Ahora tengo que conseguir un abogado para Dinamarca, cuidar que Finlandia y Noruega no quieran matarlo antes del juicio y estar pendiente que Islandia no se deprima pues era muy unido a Dinamarca.

Mientras sean tus ManosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora