4. Devouring one Another

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Hola Gente!! Feliz viernes!! 

jejeje Espero estén teniendo un buen día, por mi parte, quise traerles la continuación de esta histeria ;) ... No me hago responsable por derrames, desmayos u otras reacciones cuando lean >:) solo diré que esta muy bueno jajajajaja

¡¡¡A disfrutar!!!

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Poco a poco, Colombia fue recuperando la respiración, mientras los besos de Noruega recorrían toda su espalda marcando la bella piel canela. Para el nórdico, Colombia era como un caramelo, uno que se derretía contra sus dientes para después darle paso a su lengua húmeda que hacia brillar la piel, era una delicia, una que estaba disfrutando como nunca.

-Ahhhhhhh...Uhmmmm – Los gemidos del rubio eran una melodía capaz de llenar aquella habitación y estremecer su cuerpo.

-Te voy a quitar la barra, pero no puedes cerrar las piernas ¿Entendido?

-Si amo.

Respondió obediente el moreno. Las correas de dicho juguete estaban lastimándolo, por lo que Noruega dirigió su boca a ese punto, donde mordió con gula esos firmes muslos mientras sus manos jugaban con la generosa retaguardia de Colombia haciendo que sus gemidos se convirtieran en gritos.

Colombia por su lado se sentía hervir, era como si su piel estuviera en llamas y los besos del castaño eran lo único que podían sosegarlo, temblaba, gemía y se retorcía, tratando de cumplir con su orden, su lado racional se había ido a la mierda hace rato, por lo que todo lo hacía por instinto, dejando que el placer inundara sus ojos y su saliva escurriera libre por la comisura de sus labios.

Colombia era un desastre, uno que encantaba al sádico vikingo, por lo que decidió dar el siguiente paso. En una de las esquinas de la cama, el castaño había dejado listo el lubricante y después de embarrar su pene en el líquido transparente, humedeció también dos de sus dedos, listo para mojar un poco la entrada del latino antes de disfrutar de abrirse paso en esas desconocidas tierras.

-AGHHHHHHH

Pero grande fue su sorpresa al notar resistencia en ese pequeño botón, una resistencia que solo podía significar que hace muchos años, nadie había estado por esas tierras o tal vez nunca, ¿Colombia era virgen? Se preguntó el nórdico una y otra vez.

Su cabeza había entrado en conflicto, claro que quería destrozar a ese bello latino y verlo suplicar por placer, pero no tenía pensado generarle un trauma al pobre y mucho menos un accidente. Noruega era su "amo" en ese juego y aunque los dos buscaban placer por medio del dolor, tampoco podía lastimarlo en su primera vez.

Con cuidado, el castaño se inclinó sobre Colombia, dejando que su húmedo miembro descansara en medio de sus nalgas, mientras agarraba al rubio de las mejillas para así poder verlo a los ojos y sacarse esa duda que lo impedía seguir con la noche.

-Colombia ¿Eres virgen? –Pregunto serio Noruega, haciendo que las mejillas de este adquirieran un nuevo tono de rojo y aunque el pequeño latino intento huir de esa fuerte mirada de ojos verdes, la mano en su rostro se lo impidió.

-...No –Respondió en un susurro el colombiano.

- ¿Cuándo fue la última vez que alguien te penetro?

-En el 78.

Colombia hablo suave, aunque había tenido unas cuantas relaciones, siempre había sido el activo en cada una de ellas, era vergonzoso reconocer que ya no tenía experiencia como pasivo, sobretodo porque creía estúpidamente que a Noruega no le iba a gustar eso, pues en su cabeza tenía la idea que al castaño le gustaban con más experiencia. El rubio había caído por ese castaño y pensar que iba a acabar con su encuentro por esa pequeñez, lograba que sus ojos se humedecieran.

Mientras sean tus ManosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora