18. La Tristeza de Estar Lejos

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Buenas noches mi gente linda ¿Cómo están?

Ya se que es un poco tarde, pero aquí les traigo el capitulo de esta semana, jejej conseguí trabajo y es en relación a mi carrera!!! Entonces puede que mis horarios de publicación cambien, más no significa que las/los deje abandonados ♥ ♥ ♥ ♥ ♥

Ahora si, no los molesto más jejejeje A leer!!!

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La mañana había llegado más rápido de lo que Noruega deseaba, así que, levantándose sin ánimos de su cálido lecho, el castaño se preparó para partir. El día por fin había llegado y era hora de presentarse frente a la corte, la sentencia de Dinamarca seria dictada en unas horas y él tenía que estar presente.

Después de que Colombia se despertara y diera su declaración frete a ONU, la mujer había programado todo para que la lectura de cargos se llevara a cabo lo más pronto posible, una semana después, todo estaba listo.

Con pereza, Noruega se colocó la corbata, el saco y salió de su habitación. Estaba en su apartamento, pues al tener que madrugar, no podía quedarse a dormir con su rubio en el hospital, así que tuvo que volver a la residencia, donde sus tres hermanos lo esperaban. Fue lindo estar reunidos de nuevo, pues Suecia divida su tiempo entre sus reuniones con ONU y los embajadores de Dinamarca y pasar tiempo con Ucrania, mientras Finlandia e Islandia trataban de disfrutar los últimos días de aquellas vacaciones. Cada uno trataba de negar lo obvio y es que a pesar de odiar a su hermano por lo que había hecho, una muy pequeña parte de sus corazones extrañaba al pelirrojo.

- Hallo / Buenos días- Saludo el castaño cuando salió a desayunar, sus hermanos estaban reunidos alrededor de la isla de la concina, bebiendo café recién hecho y hablando un poco. Finlandia se quejaba de tener que usar corbata, mientras el mayor de los nórdicos terminaba de acomodarle dicha prenda al cuello.

-Buenos días Norja- Dijo Islandia mientras le servía una taza. Por suerte para ellos, México, a petición de Colombia, les había regalado una de las bolsas de café que el latino tenía en su apartamento y ahora sus mañanas tenían un mejor sabor.

- ¿Estás listo? –Pregunto Suecia, por fin había terminado de acomodar la ropa del finlandés. Dinamarca, desde que estaba en detención, había exigido hablar con el noruego, pero este se había negado, por lo que después de tres semanas y media sin ver a su hermano, hoy se iban a encontrar.

-Si.

-Me alegro- Respondió el sueco con un suspiro, para ninguno era fácil, pero al ser el mayor, casi toda la responsabilidad recaía en el rubio de ojos azules.

En silencio, los cuatro hermanos salieron de la residencia, un auto con las banderas de la ONU los esperaba para llevarlos a la corte suprema, donde seria llevado el juicio. Como todas las mañanas, el sol brillaba en lo alto, mientras las personas caminaban tranquilas por la ciudad, era un lindo día, el clima perfecto para un picnic o para pesar una agradable mañana en algún café o panadería, pero el deber llamaba y antes de lo esperado los países llegaron frente al gran edificio de justicia.

-Maldición, hay muchos periodistas.

Dijo Finlandia con fastidio, aunque Interpol había tratado el tema con todo el silencio posible, a veces era inútil esconder de la prensa y los ojos curiosos que una potencia iba a ser condenada. Por suerte para Colombia, su nombre no había sonado en ninguno de los rumores, por lo que a Noruega no le molestaba que algunos periodistas sin escrúpulos interrumpieran su entrada.

Como siempre que estaban reunidos, su entrada fue dramática, a Suecia no le gustaba, pero su gran tamaño y gesto serio había hecho retroceder a los molestos periodistas y mientras el flash de las cámaras resonaba a sus espaldas, los hermanos por fin llegaron a la sala de juicio.

Mientras sean tus ManosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora