El club del beso [TK] ✔

💢Cap 10. Charlas y calzones💢

Jihyo agregó a Jungkook a un Grupo de WhatsApp y desde esa tarde su celular no paraba de sonar.

— ¡Son tan molestos! — se quejó dándole una patada al escritorio y se le cayó el vaso de agua al pantalón.

Maldijo otra vez.

Fue al baño de su cuarto y se secó. Pero luego se cambió los pantalones y decidió que se quedaría unos momentos con sus bóxer puestos.

Abrió el WhatsApp. Al parecer Lisa se estaba quejando de que había personas que querían unirse al club pero no le habían avisado.

Por Dios, era sábado ¿Por qué no discutían eso el lunes? Jungkook no tenía ganas de nada, solo quería seguir guardando y eliminando archivos de su computadora.

Jungkook iba a contestar de una manera muy amable que se fueran a cagar con la discusión, pero en ese momento le entró otra notificación de otro chat:

Ahora tengo tu número, cuatro ojos.

— ¡Genial! — gritó irónico Jungkook a la nada.

Entonces recibió una llamada de Taehyung.

Jungkook se maldijo mil veces antes de contestar.

— ¿Qué rayos quieres?

—Mira por la ventana.

Jungkook frunció el entrecejo y se asomó a su ventana y vio a Taehyung parado frente a su casa, vestido de negro.

— ¿Vienes a raptarme?

Desde la calle se escuchó la risa de Taehyung. Jungkook le cortó la llamada y bajó a abrirle muy enojado por qué esa risa le había revuelto el estómago y lo que era peor: quería volver a oírla.

— Ah, genial. Estás preparado para la acción. — le dijo Taehyung abriéndose paso dentro de la casa.

Jungkook no supo qué le estaba diciendo hasta que Taehyung le asestó una buena nalgada en el trasero.

— ¿Te paseas en bóxer todos los días o qué?

— ¡Esto es injusto, se me había caído la bebida!

— Aun así pudiste haberte cambiado, Kook. — Taehyung no se resistió nada y lo miró de arriba abajo. Concentrándose JUSTO AHÍ. — bueno, al parecer no tienes un maní.

— ¿Quieres morir, bastardo? — se quejó Jungkook aproximándose peligrosamente a Taehyung. — ¿Qué haces aquí?

— Ponte unos pantalones y luego hablaremos. — Le dijo mirándole de reojo la retaguardia otra vez — O no te los pongas, me tapas la tremenda vista.

Jungkook se tuvo que abstener de tirarle un florero por la cabeza.

                          . . .

El menor todavía estaba en su habitación ¿Que hacía Taehyung en su casa? Y lo que era peor ¿Cómo sabía que él vivía ahí?

A Jungkook le dio un escalofrío de tan solo pensar que Taehyung lo estaba acosando. ¿Acaso quería secuestrarlo y vender sus órganos para hacerse millonario?

El menor se puso un jogging de color gris y salió de su cuarto. Taehyung estaba sentado en el sillón, mirando su celular.

— ¿Vas a explicarme qué haces aquí?

Taehyung levantó la cabeza y miró a Jungkook de arriba abajo. Jungkook estaba cruzado de brazos y a pesar de tener unos pantalones puestos se sentía desnudo frente a los ojos celestes de Taehyung.

— ¿Por qué no quieres ir a una fiesta conmigo? — preguntó Taehyung volviendo su vista a los ojos del menor.

Jungkook soltó una carcajada.

— No me agradan las fiestas. Y aunque quisiera ir no lo haría contigo. Me odias, te odio, nos odiamos. ¿Para qué rayos iríamos a una fiesta juntos? Posiblemente me lleves y me hagas una muy mala broma frente a todos nuestros compañeros, luego me tomaran fotos y la esparcirán por todos lados. O posiblemente me hundas en la piscina del patio trasero de la casa de quién sea la fiesta.

Taehyung lo miraba con cara rara, pero sus labios se habían curvado en una sonrisa que pronto se convertiría en una carcajada. Y así pasó.

— Supongo que viste demasiadas películas estadounidenses.

Jungkook se alzó de hombros.

— Me trataste horrible en el Starbucks, y posiblemente me hayas perseguido hasta mi casa. No tienes motivos para estar aquí, así que hazme un favor ¿Si? Toma tu abrigo y vete de aquí, tengo cosas más importantes que hacer que estar contigo, cabeza de coco.

Jungkook subió sus escaleras y se encerró en su cuarto con un portazo.

Taehyung miraba la escalera mientras soltaba un gruñido de exasperación.

El menor era todo un desafío y Taehyung lo sabía. Eso le agradaba.

Pero también había un problema...

Y era que Jungkook lo había echado de la casa, y eso de que tuviera otras cosas que hacer para no pasar tiempo con él, le había dolido.

Taehyung tomó su abrigo y salió de la casa, cerrando la puerta con apenas un ruidito. Jungkook estaba asomado a la ventana y cerró sus cortinas tan pronto como vio a Taehyung cruzar la calle para desaparecer entre las casas.