El club del beso [TK] ✔

💤Cap 22. Descansa, lindura💤

Jungkook no quería soltar su pijama. Si seguía forcejeando con Taehyung lo romperían entre ambos y el menor tendría problemas.

— Dame, no voy a dormir con pantalones de cuero, Jungkook.

— ¿Por qué tienes que usar mi ropa? ¿No puedes dormir en calzones y ya?

Taehyung soltó la prenda y se cruzó de brazos, se acercó a Jungkook y él menor arrugó el pijama contra su pecho.

— ¿Eso es lo que quieres? — cuestionó el mayor con una sonrisa pícara, mirando al menor de arriba abajo.

— Ten. — Jungkook se los entregó de mala gana. Taehyung se fue directo al baño de Jungkook a cambiarse.

El menor mientras tanto, sacó el dinero del sobre y lo contó. ¡Pero si su abuela le había dado 200 dólares! ¡Esa vieja si que estaba loca! ¿Acaso le aumentaron la jubilación un millón de dólares o qué rayos? ¿Traficaría droga o algo así? Seguramente su abuela lo había sacado de sus ahorros o de alguna cuenta bancaria que tendría por seguridad. ¿Cómo era posible que le diera tanto dinero?

Sin dudas Jungkook la llamaría mañana y le agradecería con muchos ánimos.

El menor guardó el dinero en un cajón bajo su ropa interior de Iron Man. Al mover las prendas de lugar se le cayó una braguita sexy que había comprado en una tienda de dudosa procedencia por perder una apuesta en su antigua escuela. No sabía por qué no había quemado eso, y era posible que no le entrara siquiera.

— Tu ropa huele a bebé. — le dijo Taehyung saliendo del baño.

Por el susto Jungkook casi se agarra el dedo contra el cajón. ¿Lo peor? La braguita negra de encaje había quedado en el suelo.

Taehyung puso su ropa en una silla. El pijama de Jungkook le iba como anillo al dedo, le quedaba de talle. Excepto por la parte de la espalda, eso sí que le quedaba flojo. Jungkook tenía más músculo para rellenarlo.

— ¿Qué es esto? — preguntó Taehyung levantando la ropa interior sexy — ¡No! ¿Tu? ¿De verdad?

La cara de Taehyung lo expresaba todo. Estaba fascinado.

— Vaya, tu lado oscuro no solo se limita a hacer novelas en Wattpad, Jungkook. ¿Usas esto? — cuestionó casi alzando la prenda por la nariz de Jungkook. El menor se la arrebató.

— N-no es... No es lo que crees. La tengo porque perdí una apuesta en mi otra escuela y tuve que entrar a una tienda de juguetes para adultos y comprar algo.

— El asunto era pasar vergüenza ¿No?

— Si... — dijo bajando la cabeza.

— Póntelo. — pidió Taehyung con una risa.

— ¡Ni loco! — gritó Jungkook guardándola en lo más profundo del cajón.

— Te daré mil dólares para que te la pongas.

Jungkook soltó una risa.

— Creo que no me entraría ni aunque me la ponga en una pierna.

Taehyung levantó una ceja, con coquetería.

— ¿Apostamos?

— No, vete a dormir. — Jungkook tomó su pijama y se fue al baño a cambiarse. Cuando volvió a salir, vio a Taehyung tomando fotos a la bendita braga negra. — ¿Qué haces?

Taehyung le mostró el celular.

— Esto se verá bien en la tabla de anuncios de la escuela.

— No...

— Sí... — dijo con media sonrisa.

Jungkook arrugó las cejas.

— No tienes un límite ¿Verdad?

Taehyung se acercó a él e hizo girar la ropita en un dedo.

— Nah. Úsala. — pidió suave mientras le mostraba la foto.

— Puedo denunciarte por amenaza sexual.

—¿Qué? Estás de broma.

—Nah. — susurró Jungkook burlón.

— ¡Úsala cinco minutos!

— ¡Eres un acosador!

Taehyung se cruzó de brazos.

— No. Solo me muero por saber que figura escondes traes esa ropa holgada, Jungkook.

El menor le arrebató la braguira y lo miró con malicia.

— Pues sigue imaginando.

Y la rompió en dos partes.

Luego la tiró al cesto de basura.

— Te odio.

— Y yo a ti.

— Solo quería verte en braguitas. — hizo un puchero.

— Eres un pesado.

— Que maldad. ¿Por qué la rompiste?

— Para que no me hagas un chantaje.

Taehyung se metió a la cama seguido de Jungkook. El menor apagó su velador y todo quedó a oscuras, se podía ver un poco gracias a la luz de la luna.

El mayor se giró para quedar justo detrás de Jungkook. Hizo cucharita.

— Te haría de todo — susurró en su oído — menos un chantaje.

— Eso no te lo crees ni tu. Ahora, Suéltame que no soy una almohada para abrazar.

— ¿No quieres que te tenga entre mis brazos mientras duermes?

— Preferiría caerme de la cama antes que abrazarte. — declaró moviéndose un poco.

Taehyung gruñó y lo soltó. Tomó su celular y se lo pasó a Jungkook para que fuera él quién eliminara las fotos que él había tomado. Jungkook al borrar las dos fotos le devolvió el celular.

La tormenta seguía afuera y golpeaba la ventana de Jungkook. A Taehyung le resultaba sumamente relajante estar en una cama con Jungkook y la lluvia afuera.

— ¿Cuándo es tu cumpleaños? — preguntó Taehyung, le apetecía hablar con Jungkook e intentar conocerlo un poquito más.

— Intento dormir, cara de sapo.

— El mío es el 30 de diciembre.

Jungkook rodó los ojos.

— ¿Sabes, Hyung? Me importa un comino.

Tae soltó una risa y se volteó al otro lado de la cama. Quedaron de espaldas. Aún así, le dolía que a Jungkook no le importara.

—Descansa, lindura. — susurró el mayor.

Jungkook no dijo más nada, solo se quedó escuchando el sonido acelerado de su corazón. Ahora que Taehyung no lo estaba rodeando con sus brazos, sentía que le faltaba un poco de calor.