Había música por todos lados. El atardecer ya cubría el cielo de lado a lado. El sol se estaba ocultando y los que preparaban el buffet de comida como presentación de talentos de cocina estaban poniendo manos a la obra.
Los clubes estaban todos organizados y los alumnos se mezclaban por todos lados. Algunos estaban mostrando su talento con payasadas y actos de magia baratos (captaban la atención del público inevitablemente) otros se estaban preparando para colocar sus obras de arte en el espacio de galería del colegio y otros ya estaba reunidos para presenciar el sector de poesía y esculturas recicladas que estaban en una esquina. Había hasta un sector de platas y flores, cortesía del club de jardinería.
Jungkook estaba sentado en las escaleras que daban al primer piso. Miraba a todos pasar y pocos se volteaban a verlo. Él también tenía que presentarse para tocar el piano en el escenario. Sería el tercero de la noche, pero todavía faltaba como más de una hora para su presentación. De momento solo había grupos de baile presentando canciones sobre el escenario, más tarde serían los que cantarían canciones (y esos eran varios) y por último serían los que actuarían con instrumentos para cerrar el show. Ya cuando nadie prestaba atención, por eso Jungkook había elegido el último lugar. Y mejor ahora porque tenía cero humor para subirse al escenario.
— ¡Ah, Jungkook, por fin te encuentro! — le dijo Soobin algo agitado, había estado recorriendo toda la escuela en busca de su Hyung de tercer año. — Jihyo ya empezó con la campaña de las cabinas, tienes que venir con nosotros.
Jungkook se levantó sin decir nada y caminó al lado de Soobin.
— No tienes idea la cantidad de personas que están en la fila para las cabinas. — comentó Soobin con entusiasmo — ¡Y se siguen sumando! ¡Vamos a ganar un dineral!
— Súper. — contestó Jungkook mirando el suelo. Ambos llegaron hacia las cabinas y comenzaron a hacer campaña.
Soobin gritaba para atraer a más gente, pues quería más dinero. En cambio, Jungkook, cabizbajo y sin humor, solo sostenía el cartel a la altura del estómago. Vaya, ni siquiera lo alzaba sobre su cabeza.
Unas chicas pasaron y vieron el cartel, eran de primer año. Le preguntaron a Jungkook:
— ¿Tu estás en las cabinas para los besos?
—No. Félix y Kim Taehyung.
Las chicas se miraron con sorpresa.
— ¡Hay que ir! — la rubia dio un tirón a la morocha y se pusieron en la fila.
Jungkook vio que Félix venía caminando junto con Tae y ambos se pusieron detrás de las cabinas. Aún así sobraba una.
Y para la sorpresa de todos, fue Hyunjin quien la ocupó. Su cabina tenía un cartel que decía: "solo besos en la mejilla, por un dólar"
— Creía que no participaría. — le comentó Jihyo a Jungkook cuando llegó con él. — bueno, el dinero que gane se lo quedará él, no lo repartiremos. — ella le sonrió — Hyunjin se está esforzando.
Jungkook notó que había admiración en sus ojos. Se ve que eran buenos amigos.
Él suspiró y se volteó apenas para ver un poco. La fila en la cabina de Taehyung estaba llena de chicas y pocos chicos, la de Félix apenas y tenía algunas personas.
— Creo que te llevaras todas las ganancias, Kim. — lo regañó Félix.
Taehyung no le contestó nada y empezó a aceptar los dólares que la gente le iba dando. De momento solo había chicas que le pedían un beso en la mejilla. Al principio nadie pagaba por un piquito y mucho menos por un beso francés. ¡Eso que habían bajado los precios!
Jungkook lo miró y su cerebro volvió al pasado: Taehyung lo había besado en el cuello en el cine... Se había sentido bien, y ahí estaba él, mostrando indiferencia y repartiendo besos en la mejilla a cualquier persona. Jungkook no podía gustar de Taehyung. ¡Imposible!
¿Entonces por qué sentía esa opresión en el pecho y en el estomago cada vez que otra persona le daba un billete de un dólar y Taehyung tenía que darle un beso en la mejilla? ¿Por qué sentía tanta culpabilidad por hacer que Taehyung se alejara de él? Al fin y al cabo era lo que Jungkook quería: que lo dejara de molestar.
¿Por qué rayos se sentía tan mal?
Jungkook no podía entenderse con ese problema. Quizás Taehyung le gustaba y no lo sabía.
O sí lo sabía, pero tenía miedo de que lo lastimara y lo reemplazara por otro. A Jungkook le habían dicho muchas veces en su antigua escuela que él no valía nada como para que alguien se enamorara de él. Los compañeros de clase que eran más cercanos a él le dijeron que no se preocupara por las burlas... Pero ellos ni siquiera eran sus amigos. Y como decía su padre: Jungkook tenía muy poca sociabilidad.
En resumen, un hamster de casa hecho y derecho.
Los grupos de baile fueron bajando del escenario y pasaron los que cantarían. Una pareja de chico y chica subió al escenario para comenzar a cantar Lovely de Billie Eilish a todo pulmón. Cantaban muy bien y Jungkook no se pudo resistir a tararear la canción.
A sus espaldas la fila de Félix iba a la carrera contra la de Taehyung. Muy pocos se acercaban a la de Hyunjin, pero en eso se acercó un chico llamado Han y le entregó un dólar. Hyunjin le besó la mejilla delicadamente y Han le volvió a dar otro dólar más. Eso sonsacó una sonrisa a Hyunjin. Después de otros tres dólares más Han se fue dejando pasar a las demás chicas. Hyunjin no se había dado cuenta que en medio de uno de esos dólares estaba el numero de teléfono de Han.
Ya lo descubriría más tarde.
Jungkook suspiró con todo el aire que estaba conteniendo. Una chica de cabello castaño y muy largo se le acercó tímidamente.
—Hola. — dijo ella.
— Las cabinas de besos están ahí atrás. — dijo él señalando a sus espaldas.
— Oh, no... no vengo para eso. — Ella se puso rojita, era muy hermosa. — es que me enviaron a decirte que... que tienes que ir a presentarte con el piano ahora. Se adelantó la actuación instrumental, espero que no te moleste. — se notaba que a la chica le daba vergüenza hablar con él.
—Bien, diles que voy enseguida. — le dijo él dejando el cartel a un lado. La chica desapareció como un fantasma.
Cuando Jungkook fue poner el cartel cerca de Jihyo vio que una chica le daba cuatro billetes a Taehyung.
Y sabía lo que eso significaba.
Jungkook en vez de largarse de allí, se quedó estático, viendo como Taehyung se acercaba a la chica para darle un profundo beso que no duró más de cinco segundos. Su corazón tembló de rabia y su garganta se cerró de culpa. Sí él no lo hubiera sacado de su vida, ese beso hubiera suyo. A Taehyung no le gustaban las chicas por lo que supuso que el beso tampoco le había gustado. Pero no fue eso lo que le molestó, sino el hecho de haber sido un completo imbécil.
— Me lo merezco. — susurró para si mismo mientras se iba directo al escenario para comenzar a tocar en el piano.
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El club del beso [TK] ✔
RandomJungkook entró a una nueva escuela y tenía que sí o sí unirse a un Club. Pero no le gusta ninguno, de hecho no le gusta hacer actividades extra curriculares ya que él es un cerebrito y no quiere gastar su tiempo en algo que no sea estudiar. No quie...