El club del beso [TK] ✔

🍷Cap 54: Soju 🍷

Por la tarde los alumnos jugaron un juego propuesto por los profesores. Al día siguiente los clubes empezarían con sus actividades propias. Jihyo les había dicho a los chicos que ellas ya tenían absolutamente todo planeado.

No les quedaba más que confiar.

Los alumnos de tercer año y algunos de primero y segundo que se habían sumado al campamento para participar con sus clubes (por permiso de sus padres) jugaron a buscar la bandera casi toda la tarde. Los profesores se las habían apañado para esconderlas muy bien, y como el premio era una caja llena de dulces, todos querían ganar.

El club de baile se llevó la caja de dulces. Todos se quedaron con cara de pocos amigos.

Ahora era de noche y cada club estaba sentado en una mesa fuera de las cabañas. El club del beso estaba reunido comiendo la pizza que había preparado el club de cocina. Al día siguiente tocaría una ensalada simple, tenían que disfrutar ese día.

Jungkook estaba apoyado en el hombro de su Hyung. En el juego un alumno de tercero le había pisado la mano cuando estaba por agarrar una de las banderitas y desde ese momento el dedo pequeño le había quedado algo adolorido.

Taehyung le hizo un mimo en la cabeza. Todavía seguía de mal humor porque ya no podría tener su cuarto solo con Jungkook.

— ¿Cuál será nuestra actividad? Chicas, dejen de mantener la tensión. ¡Queremos saber! — exigió Félix. Él tenía la mano vendada por los golpes que le había dado a Han. Hyunjin estaba al lado de Félix y tenía su manita junto a la de él por debajo de la mesa.

Lisa soltó una risa misteriosa y Rosé fue quien tomó la palabra:

— Bien. Les contaré: les daremos un sobre con un papel a cada estudiante de cada club. Ellos escribirán sus deseos hacia la persona que les gusta y esas personas tendrán la oportunidad de darle la carta a esa persona especial, pues nos dirán a nosotros y nosotros les taparemos los ojos a las personas que vayan a recibir la carta. Más tarde jugaremos al Pepero Game, pero solo trajimos tres cajas, no creo que alcance.

Los chicos asintieron con la cabeza.

— Interesante idea. — Dijo Eunwoo.

Todos siguieron comiendo sus porciones de pizza. Más tarde habría una fogata a la cual Jungkook y Taehyung  no asistirían. Odiaban los cuentos de terror en esas situaciones.

— Oigan... — les susurró Lisa mientras se acercaba un poco más a la mesa para no hablar tan fuerte. — traje algunas botella de soju para cuando volvamos a la cabaña ¿Quien quiere.

— ¡Yo! — dijeron todos menos Hyunjin, Soobin y Jungkook.

— Que aguafiestas. — dijo Rosé.

Hyunjin hizo una mueca de asco, Soobin les dijo que era más menor de edad que ellos para beber y Jungkook jamás había bebido, pero no dió explicaciones.

Terminaron de cenar y se retiraron a la cabaña para esperar al horario de la fogata.

— ¡No saben lo que me costó traer estás botellas! — se quejó lisa mientras le pasaba una botella a Eunwoo, Rosé, Jihyo, Félix y Taehyung. — mi papá se va a enterar que saqué todo esto del refri.

Algunos rieron y otros la miraron preocupada.

— Tranquilos, le diré que las tiré a la basura por su bien. — dijo con una sonrisa.

— Pareces toda una criminal — le dijo Rosé bebiendo de la botella. Hizo una mueca de asco pero luego se le pasó.

— ¡En la vida hay que correr riesgos!

Jungkook la miró negando con la cabeza y soltó una risita. Ya parecía borracha con solo tres tragos. Sus amigos estaban locos.

Jungkook se retiró al cuarto por un momento. Encendió la luz del velador y se cambió de ropa por su pijama negro. Se acostó sobre la cama sin quitar las mantas, mirando el techo.

Ese lugar lo relajaba. El juego había sido agotador y lo peor es que había corrido para nada, porque a fin de cuentas su club no se había llevado la caja de dulces. ¡Y le pisaron la mano para nada!

Taehyung entró al cuarto con dos botella en la mano.

— Oye, si no quieres tu soju me lo beberé yo.

— Nunca he probado.

Taehyung se sentó a su lado y le destapó la botella. Se la tendió. Jungkook se sentó en la cama y la miró entre sus manos.

— No debería tomar eso. Soy menor que tú.

— Ay, no te pasará nada por un traguito.

Jungkook tragó saliva y miró la botella otra vez.

— Siento que me pueden llevar a la cárcel por esto.

Taehyung soltó una carcajada.

— El único que te está viendo soy yo.

Jungkook alzó la botellita hasta sus labios y bebió un traguito. Bueno... No estaba tan mal aunque le quemaba la garganta. Hizo una mueca y dió dos sorbos más.

— ¿Ves? Nadie te ha encarcelado.

Jungkook le sonrió. Uy, había hecho algo prohibido. Se sentía bien.

De todas maneras salió de la habitación y le entregó su botella a Lisa que se la tomaría con mucho gusto. Volvió a su cuarto y se acostó en la cama. Taehyung ya se había bebido toda la botella de un trago entero. Tuvo que guardarla en su mochila para que los profesores no fueran a revisar.

Taehyung se agachó y sacó algo de su mochila.

— Mira, si hubiéramos tenido una habitación para los dos... — Jungkook se dió vuelta y miró a Taehyung, luego empezó a reírse.

— ¿Eso es un vibrador?

Taehyung abrió la cajita. Era uno bastante pequeño.

— Pues sí. Pero ahora ya ni siquiera lo podemos usar. — maldijo otra vez.

Jungkook le levantó las cejas.

— O quizás sí.

Taehyung le entregó una media sonrisa cómplice.

— Cuando se vayan a la fogata. Somos los únicos dos que se quedarán aquí. ¿Que dices, Hyung?

Taehyung ni siquiera lo tuvo que pensar dos veces.

— Claro, seguro será el único momento que tengamos a solas. De todas maneras no nos dará tiempo a... A todo lo demás.

— No importa... Solo queremos pasar un buen rato. No hace falta que lo hagamos. Los condones pueden esperar je je.

Taehyung se acercó a él le dió un beso en los labios. Luego le susurró al oído:

— Cuando lo hagamos por primera vez haré que sea especial ¿Si bebé?

— Gracias, TaeTae.