Fin de la tormenta

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El compromiso de su shijie había llegado, tendrían que viajar a Lanling para la celebración, se tan solo pensarlo se le erizaban los pelos, no quería estar cerca de ese hombre nuevamente aunque estuviera encerrado, tenía una mal presentimiento de que algo ocurriría. Nie Mingjue estaba igual que su prometida, no quería exponerla a ella o a su hijo a tal lugar pero era necesario, Jiang Yanli les había asegurado que había guardias custodiando para evitar algún incidente, solo se quedarían el tiempo suficiente para no parecer descorteses y volverían a Qinghe de inmediato. Llegaron a Torre Koi en la tarde, fueron llevados a sus habitaciones pues la celebración se llevaría a cabo al día siguiente con una cena.

La pareja decidió dormir junta está vez para no llevarse alguna sorpresa desagradable y luego el pequeño A-Yang se unió a ellos. En esos momentos se sentían muy felices, como una pareja de recién casados. Esperaban y su mal presentimiento tan solo fuera eso, se quedaron dormidos sin saber qué alguien tramaba algo y no era nada bueno.

Al despertar desayunaron como siempre en familia, Wei Ying pudo notar la presencia de una nueva persona en Lanling, era un chico que nunca antes había visto, o eso pensó, pero ahora que lo veía más de cerca por alguna razón se le hacía conocido, pero debió de ser tiempo atrás, ya luego lo averiguaría, por ahora debía concentrarse en la celebración de su shijie y de amenazar al pavo real como correspondía. Tuvieron que separarse para poder arreglarse cada uno como correspondía para ese día, tanto su hijo como prometido fueron llevados a otro lugar mientras ella se quedaba en esa habitación.

Wei Ying se mantuvo alerta en todo momento, tenía una mano en Suibian y otra en su daga que tenía bien oculta, cualquier cosa y esperaba poder lidiar con la amenaza, de manera cautelosa busco su ropa para la celebración, tunicas largas y molestas, que horror, pero así era la norma, decidió tomar un poco del té que habían traído para ella, haber si con eso calmaba un poco los nervios que sentía. Realmente no le prestó atención al té, no es como si ella supiera de esas cosas, eso era cosa de su shijie. Se preparó para ir al Gran Salón con su prometido e hijo, pero algo la hizo sentir mal, de repente se sintió como adormecida y en eso el té se le vino a la mente, quiso salir corriendo en busca de ayuda, pero su cuerpo no respondía como debía.

No pudo mantenerse mas tiempo consiente pero antes de desmayarse escucho como alguien entraba a la habitación riendo maliciosamente, volvió a caer en la misma trampa, sabía que posiblemente nos e salvaría de esta, maldijo a Jin Guangshan por eso. Luego despertó de golpe pero no podía moverse su cuerpo seguía dormido además de amarrado, intento desatarse pero fue imposible, no sabía que iba a pasar con ella o su hijo, su pequeño estaba en peligro. Observo para todos lados y ahí estaba el desgraciado de Jin GuangShan.

-No te saldrás con la tuya, mi familia se dará cuenta de que no estoy y vendrán a buscarme, solo espera y desearas no haber nacido-gruño

-Sería maravilloso que así fuera pero me temo que nadie podrá venir en tu rescate-dijo en fingido tono de lastima

Wei Ying se preocupo inmediatamente, algo en su interior le dijo que había algo mal.

-Usted...¿Que ha hecho?-intento zafarse de las cuerdas

-Pues solo les di lo que se merecían cada uno de ellos...¡por lo que he tenido que sufrir este tiempo!-se acerco y se sentó a un lado de la chica

-Usted se lo ganó por ser un desgraciado, atacó e insulto a gente inocente por años, era obvio que tarde o temprano pagaría por eso-siseo furiosa

-Aun queda lo mejor para ti-la recorrió con la mirada-no te preocupes si te portas bien seré muy gentil-

-¡Suéltame!-se agito asqueada por tal toque-¡No me toques!-

Amor versatilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora