Cuando el vapor de agua se condensa y se vuelve gotas que contienen las nubes y caen, así se produce la lluvia, la lluvia simboliza a la fertilidad, pero a veces puede simbolizar la vida o la muerte, dicen que cuando cuando una persona muere y nadie llora su muerte, el cielo siente compasión y empieza a llover. Para otras personas la lluvia es lo mas triste que pueden ver, para otros en una gran noticia, para otros una desesperación, pero solo para pocas personas, la lluvia es un despertar y un recuerdo hermoso, un ejemplo seria el primer recuerdo de Haruko Álvarez Castro, lo único que ella recuerda es estar recostada en una habitación blanca, con un insoportable dolor de cabeza, siendo abrazada alguien, ese alguien que la abraza lloraba desconsoladamente y le susurra en el oído. Haruko no logra entender lo que dice, solo escuchaba los rayos. Se le entrecerraban sus ojos poco a poco, no podía evitar que tal tranquilidad la relajara tanto hasta dormir, lo único que podía alcanzar a ver era la ventana empañado y al verlo se sentía aliviada.
-¡Haruko!.- El profesor azota sumano con la mesa de alguien, y ese alguien era Haruko, cual azotón la despertó.
- ¡No! ¡espera! ¿Qué?- balbuceaba. Se levanto de su asiento desesperada y confundida, mirando a los lados con rapidez y brusquedad, pero se da cuenta que esta en su salón de clases, al darse cuenta, con su mano se cubre la boca por la sorpresa y a la vez se da cuenta que hababeado su cuaderno. Con temor ve a al profesor de reojo, agacha la mirada, trata de limpiar la cara ya que había estado babeando mientras dormía y por ultimo acto se sienta en su asiento algo incomoda.
- ¡¡¡¡Ahora usted ira a la oficina del director!!!!.- El profesor levanta la voz, se notaba que estaba bastante irritado por el acontecimiento. Como si ya estuviera harto de la misma historia.
- Sí profesor.- se levanta torpemente de su asiento, pasa frente a todos sus compañeros, mientras que todos ellos murmuran de ella.
-Es demasiada linda, pero muy estúpida.-Una chica se reía al verla levantarse
-Y perezosa.-le responde a su compañera de a lado.
-Yo creo que es muy presumida y solo quiere llamar la atención. -alzo un poco la voz aquella misma chica.
Tales murmuros enloquecieron al maestro.
-¡Ahora todos ustedes van a tener horas extras!- los miró a todos con una mirada fulminante.
-¿¡Que?¿¡Por que?! -Gritaban los estudiantes
-¡Por criticonas, por hablar mal de su compañera!- Volteo hacia su escritorio
Haruko sale de su salón y se dirige al pasillo. Pero a pesar de estar a 5 metros de su salón, se escuchaba todo.
-Maestro, ¿nosotras que culpa tenemos? sabe muy bien usted que ella es un bicho raro.
-Cállate, están celosas por que Haruko es bonita y ustedes brujas no lo son. -Contestó al parecer una chica pero con una voz bastante grave. A lo cual Haruko sonrió un poco, pero en sus ojos se notaba aún su tristeza.
Haruko se dirigió a la oficina del director toda adormilada, cansada, e bostezaba sin cesar, pero antes de tocar la puerta, alguien la sorprendió por la espalda.
- ¡Frau!-La abrazó un chico cuya altura era de apenas 1.80, brazos delgados y manos grandes y dedos largos y delgados. Su cabello era algo largo y descuidado cuyo color era parecido al de Haruko, chocolate, pero él en un tomo más claro, aquel chico tenía los ojos verdes, y esos ojos mostraban un pequeño destello de alegría.
- ¡¿Eh?!- Casi grita del susto pero logró taparse la boca. Voltea para ver quién le hablaba y miro a aquel chico- Ah, eres tú.
-Pues claro que iba a ser yo. -Se separó y colocó sus manos en los bolsillos- ¿Quién mas? ó... -Se inclinó hacia ella- ¿A quién esperabas ehefrau?
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Corazón frío pero cálido
RastgeleHaruko es una chica de 17 años que nunca se ha interesado al amor. Vive con su "primo" y con su "abuelo" Haruko en un día de lluvia conoce a Harry o mas bien a Rayan, un chico de dos caras. Él tiene la misma edad de Haruko. Él siempre ha mostrado...