XXXVII

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CUAUHTÉMOC

Está vez mi celo fue muy complicado, no imaginé que el conocer a Ari lo haría más difícil pero las 24 horas que dura se resumieron en mi alfa pidiendo a su omega, definitivamente la mejor decisión que pude tomar fue venir a un hotel y lo hice por dos simples motivos, Ari tuvo un bebé hace poco menos de 3 meses, su cuerpo sigue recuperándose por lo complicado que fue para el; el segundo motivo es que yo jamás usaría a alguien, mucho menos a mí destinado, sobra mencionar que esa persona es Ari y que justamente yo lo estoy cuidando para que no vuelvan a abusar de él, tal como lo hizo el padre de su bebé.

Cuando mi celo terminó me sentía muy cansado, deseaba pasar una noche más aquí pero le prometí a Ari volver hoy y debo cumplir, me di una ducha rápida, cambié mi ropa, guardé todas mis cosas y volví al departamento, en el camino compré tacos para cenar y unos chocolates para Ari. Al llegar no se escuchaba ruido, deje la cena en la mesa y fui por Ari a su habitación pero no estaban ahí, revise el estudio y tampoco los encontré, por último fui a mi cuarto y los encontré dormidos en mi cama, deje mis cosas y lo moví un poco para despertarlo.

Aristóteles: Volviste
Cuauhtémoc: Lo prometí (acaricia su mejilla) ¿Una araña se metió a tu cuarto?
Aristóteles: No... Te extrañaba y tenía miedo
Cuauhtémoc: (lo abraza) No debes tenerlo, yo los protegeré
Aristóteles: Pero no estabas...
Cuauhtémoc: No los dejaría si no estuviera completamente convencido de que estarían seguros aquí
Aristóteles: ¿Y si alguien nos hacía daño?
Cuauhtémoc: Nadie lo hará (besa su mejilla) ¿Tienes hambre?
Aristóteles: Poquita
Cuauhtémoc: Compré tacos, ven
Aristóteles: ¿Y mi bebé?
Cuauhtémoc: Yo lo llevaré, por cierto, toma (le da los chocolates)
Aristóteles: (se sonroja) G-gracias
Cuauhtémoc: Fuiste muy valiente al quedarte solo con este bebé (carga al niño)
Aristóteles: Pero me dió miedo
Cuauhtémoc: Pero no los había dejado solos tanto tiempo y veo que están bien los dos

Fuimos al comedor mientras Ari acomodaba la mesa yo intenté inútilmente dejar al bebé en la carriola pero cada que lo hacía se despertaba y en una ocasión empezó a llorar así que solo lo cubrí con una cobija y lo tuve cargando mientras comia, luego de la cena Ari lo bañó y yo lo cambié, Ari le dió de comer, yo lo ayude a eructar y se quedó profundamente dormido, lo deje en su cuna y fui a mi habitación a ponerme la pijama mientras Ari hacía lo mismo.

No sé en qué momento sucedió pero me quedé dormido, desperté gracias a unos golpes en la puerta, con pereza me levanté de la cama y abrí encontrando a Ari llorando con su bebé en brazos, eso solo consiguió preocuparme con solo pensar que el niño podía estar enfermo

Cuauhtémoc: ¿Que pasa?
Aristóteles: Tuve una pesadilla...
Cuauhtémoc: (suspira) Ven (lo abraza) solo fue un sueño, tranquilo
Aristóteles: No quiero que algo malo te pase (solloza)
Cuauhtémoc: No pasará nada malo, tranquilo (limpia sus lágrimas)
Aristóteles: Se que no soy un niño pero... ¿Puedo dormir contigo?...
Cuauhtémoc: Si, ve a acostarte, yo traigo la carriola para que el pueda dormir ahí
Aristóteles: Gracias (besa su mejilla)

Fui por la carriola y algunas cosas para cambiar al bebé en la noche, la acomode a lado de la cama cerca de Ari, cuando el niño terminó de comer y se volvió a dormir Ari lo dejo en la carriola, apague la luz y volví a la cama, Ari rápidamente se acercó a mí y me abrazó, parecía un pequeño niño, era realmente adorable.

Aristóteles: Tu aroma es más intenso
Cuauhtémoc: Por el celo
Aristóteles: Me gusta
Cuauhtémoc: Deberías dormir antes de que el despierte de nuevo
Aristóteles: Ahorita
Cuauhtémoc: Si las pesadillas vuelven aquí estoy
Aristóteles: No vuelvas a irte nunca
Cuauhtémoc: Bueno cada seis meses tendré que alejarme de ti durante mi celo
Aristóteles: Yo te cuido
Cuauhtémoc: Ari es más complicado de lo que crees
Aristóteles: Quiero entender... Quiero aprender...
Cuauhtémoc: Lo harás
Aristóteles: Si aprendo, ¿Ya me vas a querer?... ¿Sin importar que tengo un bebé?...
Cuauhtémoc: Ya no pienses en eso y descansa
Aristóteles: (le da la espalda) Olvida lo que dije, mi abuela tiene razón, ya nadie va a quererme por tener un bebé...
Cuauhtémoc: Ari no digas eso
Aristóteles: Buenas noches
Cuauhtémoc: Ari...
Aristóteles: No me hables
Cuauhtémoc: No te enojes, las cosas no son tan fáciles
Aristóteles: Ya entendí, no lo repitas que si me duele, buenas noches.

En Ti Tengo Todo. (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora