XXII

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ARISTÓTELES

Creo que debí pensar un poco más antes de encerrarme aquí, estuvimos bien un rato, el bebé comió y se durmió, todo normal, hasta que volvió a llorar, le puse su cobija pero aún lloraba, intente acercarlo a mi pecho pero seguía llorando, revise su pañal y estaba sucio, ahí el problema, no podía cambiarlo porque no tenía nada así que no tenía más opciones, tenía que llevarlo con Temo para cambiarlo.

Lo cubrí con la cobija, revise que no hubiera nadie en la azotea y salí, baje hasta el departamento de Temo pero en el pasillo encontré a mi abuela

Imelda: Ahí estás omega, tu madre ya hizo un escándalo para "encontrarte"
Aristóteles: Hola abue...
Imelda: ¿Acaso eres idiota?, ¿Que se supone que haces aquí?, Se supone debes estar en tu nido con tu hijo
Aristóteles: Y-yo...
Imelda: ¿Necesitas que te lleve de la mano o que?, ¿No fui clara cuando los visité?, ¡NADIE DEBE VERTE CON ESO HASTA QUE TE CASES CON EL BETA!
Aristóteles: Yo no quiero (comienza a llorar)
Imelda: Se nota que eres un estúpido Castañeda, tienes un cachorro sin padre y todavía quieres opinar con quién te casarás, ya te dije que nadie te va a querer con un hijo
Cuauhtémoc: (se para delante de Aristóteles) Señora lo está asustando
Imelda: Tu no te metas, son cosas de familia
Cuauhtémoc: Y el es mi destinado, no voy a permitir que nadie le haga daño y eso incluye a su familia, ven Ari (lo lleva al departamento)

Tenía mucho miedo, mi abuela estaba muy enojada y creí que nos haría daño a mi cachorro y a mi, pero por suerte llegó Temo a salvarnos, justo como hace unos días, mi corazón se aceleró solo con percibir su aroma, su mano en mi espalda me provocó escalofríos pero no era algo que me desagradara, me guió hasta su habitación y me dejó sentado en su cama, en verdad quiero que el sea mi alfa y mi esposo.

Cuauhtémoc: ¿Están bien?
Aristóteles: Si, bueno, el no mucho, está sucio (le da al bebé)
Cuauhtémoc: Ahorita te ayudo a cambiarlo, primero hay alguien que te buscaba
Aristóteles: ¿A mí?
Amapola: (entra al cuarto) Hola mi Aris
Aristóteles: ¡Mamá! (Suelta al bebé y corre a abrazarla)
Cuauhtémoc: (cargando al bebé) A esto me refiero con lo que le mencioné
Amapola: Siempre ha sido descuidado pero sigo creyendo que eso no es una buena idea...
Aristóteles: ¿Que cosa?
Amapola: Ari, el quiere ayudarte, quiere llevarte con el a su casa
Aristóteles: ¿En verdad?
Cuauhtémoc: Si Ari
Aristóteles: Si quiero (lo abraza)
Amapola: Pero también quiere que dejes a tu bebé con otras personas
Cuauhtémoc: Lo van a cuidar muy bien, tendrá una familia con padres que lo quieran mucho y lo cuiden
Aristóteles: No (le quita al bebé) es mío, yo soy su familia, yo lo cuido y lo quiero
Cuauhtémoc: Hace solo un momento lo soltaste y si no lo agarraba podía caer y lastimarse
Aristóteles: Mamá el es malo, quiere quitarmelo, es mío, el doctor me lo dió a mi no a el
Cuauhtémoc: No quiero quitartelo solo quiero que tengan una vida mejor los dos
Aristóteles: Mamá no quiero estar aqui, el me lo quiere quitar y papá lo quiere matar
Amapola: Te dije que no es buena idea
Cuauhtémoc: Ari solo quiero ayudarte
Aristóteles: No, todos son malos, es mío
Cuauhtémoc: Pero no puedes cuidarlo
Aristóteles: (comienza a llorar) ¡Si puedo, no soy estúpido!
Cuauhtémoc: No llores (lo abraza)
Amapola: ¿Dónde están sus cosas?, Nos iremos a la casa Ari
Cuauhtémoc: ¡NO!... Déjelos aquí, por favor...
Amapola: No, mi Aris debe estar tranquilo, eso dijo el doctor, además mi suegra ya lo vio, ya tienen a su esposo y pronto los casarán así que es mejor que ya dejes a mi hijo
Aristóteles: Yo no quiero casarme con alguien que no conozco... Así no es como dijo la abuela que pasaría...
Amapola: Ari, tu alfa no ha venido a buscarlos a ti y al bebé, algo que es real es que un alfa no acepta cachorros de otros pero un beta si, por eso vas a casarte con un beta cariño

Mamá y la abuela tenían razón, nadie más que un beta va a quererme con mi bebé, mi destinado tampoco me acepta con mi cachorro y quiere quitarmelo para luego estar conmigo... Creo que después de todo casarme será lo mejor... Mamá guardó mis cosas y las de mi cachorro, Temo seguía abrazándome y aunque estaba muy cómodo con el no podía quedarme más tiempo después de todo el ya me rechazó con mi bebé, no hay motivo para seguirlo molestando...

Amapola: ¿Es todo lo que traías Ari?
Aristóteles: Si...
Amapola: Ya vámonos
Aristóteles: Adiós Temo, perdón por molestarte este tiempo, gracias por ayudarme con mi bebé, me gustó conocer a mi destinado y también gracias por defenderme de la abuela...
Amapola: Ven Ari (se lo lleva)

Al final encontré a mi destinado antes de los 20, lástima que no será mi alfa...

En Ti Tengo Todo. (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora