XXXIII

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ARISTÓTELES

Fue la noche más hermosa de toda mi vida, después de tomar el chocolate que preparó me puse la pijama, el me ayudó a acomodar la venda que uso ya que dice es para que mi panza vuelva a estar como antes aunque lo dudo, engordé mucho y mi estómago se ve raro, igual si Temo lo dice yo le creo, luego de eso le di de comer a mi bebé, cuando se durmió lo deje en su cuna y yo me acosté a dormir, Temo se quedó a lado de mi y jugaba con mi cabello hasta que me dormí, Xabiani solo despertó un par de veces porque su pañal estaba sucio y tenía hambre, Temo se quedó con nosotros toda la noche y las veces que mi bebé despertó el iba rápido a cargarlo y revisar lo que tenía, esa acción hacía latir muy rápido mi corazón, hasta creí que saldría de mi pecho.

Desperté rodeado del intenso aroma de mi alfa, su brazo se aferraba a mi cintura y sentía su cuerpo pegado al mío, su respiración hacía cosquillas en mi cuello pero en mi espalda sentía los latidos de su corazón, después de que me rechazara por segunda vez no creí que algo así podía pasar pero estaba sucediendo, estaba durmiendo en la misma cama que mi alfa y lo que más amaba de esto es que me abrazaba lo que significa su aroma quedará impregnado en mi pijama, todo era perfecto pero yo quería ver a Temo, quería verlo dormir, quería abrazarlo y escuchar su corazón, intenté girarme pero olvide que soy muy débil comparado con el, hasta dormido me era muy difícil liberarme de se agarre para poder darme la vuelta.

Cuauhtémoc: No te muevas mucho pequeño
Aristóteles: Yo quiero (intenta girar otra vez)
Cuauhtémoc: Bonito no te muevas
Aristóteles: Es que no puedo (lo intenta otra vez)
Cuauhtémoc: Ari hablo en serio no te muevas
Aristóteles: ¿Por qué? (Lo intenta de nuevo)
Cuauhtémoc: (jadea) Quédate quieto por favor
Aristóteles: Ya que... (Deja de moverse)

Intente acomodarme mejor y sentí algo muy duro en mi trasero, no era la mano de Temo, su celular no lo traía y definitivamente sus piernas no eran, su aroma se volvió más intenso, luego quitó su brazo, cuando pude moverme me quedé sentado en la cama y lo vi, respiraba raro y tenía sus ojos cerrados, creo que se enojó porque no le obedecí...

Aristóteles: Perdón, no quería que te enojaras...
Cuauhtémoc: (suspira) No estoy enojado
Aristóteles: Perdón, yo si soy obediente (juega con sus manos) Solo quería verte...
Cuauhtémoc: Tranquilo, no hiciste nada malo, voy a bañarme, por cierto, Xabiani ya despertó
Aristóteles: Yo lo reviso (va a la cuna por el bebé)
Cuauhtémoc: (besa su frente) No tardo pequeño (sale del cuarto)

Temo caminaba raro, tal vez lo lastime por intentar moverme pero yo solo lo quería ver dormir, quería abrazarlo, sentir su delicioso aroma y escuchar su corazón, no quería lastimarlo o hacerlo enojar...

Cambié el pañal de mi bebé, me senté en la cama, cargue a mi cachorrito, levanté un poco mi playera y lo acerque a mi pecho, al instante comenzó a comer, sin molestarlo mucho acomodaba su cabello, su pequeña mano agarraba mi playera, sus ojos se mantenían fijos en mi, después de un largo rato se quedó dormido, acomode mi ropa, lo acomodé en mi pecho con una tipo toallita que Temo le compró y comencé a darle pequeños golpecitos en la espalda para ayudarlo a eructar pero creo que algo salió mal porque terminó vomitando, con la toallita le limpié todo rastro de leche que tenía y lo cambié, el no dejaba de llorar porque lo desperté, ya que estaba limpio lo cargue y comencé a arrullarlo hasta que de nuevo se durmió, un par de veces intente dejarlo en la cuna pero se despertaba así que mejor lo deje dormir en mis brazos y fui a la cocina a buscar que preparar para desayunar.

Cuauhtémoc: Ve a sentarte, yo me encargo del desayuno
Aristóteles: No, yo puedo hacerlo
Cuauhtémoc: No estoy diciendo lo contrario, solo que con el bebé es más difícil y puede despertar
Aristóteles: Está bien, por cierto, perdón por lo de hace rato, yo no quería lastimarte...
Cuauhtémoc: No lo hiciste y tampoco estaba enojado
Aristóteles: A veces soy torpe y hago cosas que parece que soy desobediente pero no es intencional, te juro que no soy un mal omega, puedo ser mejor de lo que parece y no doy problemas
Cuauhtémoc: Lo se bonito (acerca su mano a la mejilla de Aristóteles y el se aleja)
Aristóteles: (asustado) Voy a portarme bien, lo prometo
Cuauhtémoc: Tranquilo, no voy a pegarte (lo abraza)
Aristóteles: Papá si lo hacía... Si desobedecia el me pegaba...
Cuauhtémoc: Yo no soy como el, nunca te lastimaria
Aristóteles: ¿Lo prometes?
Cuauhtémoc: Si Ari, te lo prometo (besa su frente).

En Ti Tengo Todo. (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora