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Madrid, 1986
Seis semanas... Seis semanas encerradas más Miles de tareas en la casa habían Sido el castigo para ambas luego de ser pilladas.
Alicia aún tiene pesadillas con la cara de Mariví al regañarlas, y las de sus padres al ponerles el castigo.
Se había metido en un buen lío... Y todo por culpa de Raquel.
-Cotilla pervertida- murmuró enojada viendo el techo de su pared
Sabía que tenía que haber apagado la película en cuanto entró a la habitación. Entonces... Por qué no lo hizo?
Quizás curiosidad... O quizás era porque le gustó demasiado ver a esa chica gozar de placer.
Eso era normal??
Que ella se fijará más en la chica que en el chico??
Raquel en quién se habrá fijado, pensó alzándose un poco para ver por la ventana de su cuarto. La cual daba directamente a la ventana del cuarto de la castaña.
-Ahi estás, culpable- murmuró viendo a Raquel entrando a su habitación con un montón de libros en la mano.
Seguramente la tarea de ese día, la cual ella ni siquiera la había tocado. Miró por un segundo sus libros sobre la mesa preguntándose si debía hacerla antes de ir a dormir o no. Pero finalmente decidió pasarla por alto.
Ya habrá tiempo mañana, reflexionó volviendo a dirigir su mirada hacia el cuarto de su vecina.
Raquel continuaba ahí de pie, esta vez frente a su armario, ajena por completo a su mirada.
"Una vez me dijeron que las miradas llaman... Creo que me mintieron" se dijo a si misma Alicia. Si fuera cierta aquella suposición ya Raquel estaría mirándola y sonriéndole como siempre.
Espero unos segundos más, tratando que esa conexión que siempre habían compartido hiciera girarse a la castaña. Pero no fue así.
Al contrario... Parecía ignorarla por completo.
La tentación de gritarle para llamar su atención era cada vez más fuerte, pero lo era más el temor a ser pillada. Le habían prohibido hablar con Raquel. Al menos en esas seis semanas. Ese era su peor castigo.
Estaba por poner sus dedos en la boca para silbarle, pero el trayecto de su mano se vio detenido ante la acción de su mejor amiga.
En el dormitorio de enfrente, completamente ajena a la mirada verdosa, una cansada Raquel Murillo sacaba de su cuerpo la blusa que hasta ahora llevaba, quedándose completamente desnuda la parte de arriba.
Sus pechos de movieron de forma curiosa al ser liberados, y sus pezones resaltaban a pesar de la distancia ante la vista de la pelirroja.
-Mierda- murmuró Alicia sintiendo sus mejillas arder y su garganta secarse de solo ver los firmes pechos de su amiga
En que momento? Pensó Alicia recordando la última vez que había visto a Raquel en esas condiciones.
Tenían 13 años cuando aquello, y para nada tenía esos pechos tan... Tan...
-Joder- suspiró Alicia inconsciente para luego morder su labio inferior, mientras veía a la castaña moverse delante de su armario con los pechos totalmente expuestos.
Sabía que estaba mal... Qué no podía mirar de esa forma a su mejor amiga, y mucho menos sin su permiso... Pero... Pero...
Era tan bonita...
Los pezones puntiagudos de la castaña la hacían salivar, sudar, pensar en cosas que nunca antes se había atrevido a pensar. Pero no podía evitarlo...
Por su mente solo pasaba como se sentiría tocarlos... Serían suaves??
En ese momento recordó el vídeo que recién había visto a su lado. En el vídeo el chico metía en su boca los pechos de la mujer y ella gemía... Gemía fuerte...
Raquel gemiría si ella se metía sus pechos en la boca... Si probaba sus pezones...
-Dios, que calor- murmuró la pelirroja moviéndose un poco en el colchón y apretando las piernas.
Ahí estaba de nuevo esa sensación... Se estaba orinando?? No, sabia que esa humedad se debía a otra cosa. Y ese ardor??
Mierda... Necesitaba dejar de ver o sería peor...
Pero al parecer el destino no estaba de su parte, y antes de que la cordura pudiera llegar a su joven cerebro, las manos de Raquel se posaron sobre el borde de su falda, para luego comenzarla a bajar lentamente.
Alicia casi se sale por la ventana tratando de ver un poco más. Ya le daba igual ser pillada. Solo quería ver... Quería apreciar esas tiernas piernas que poseía su amiga.
Se seguiría quitando más ropa? Se preguntó a sí misma la pelirroja mientras admiraba cada parte del cuerpo de su amiga.
Sus ojos se clavaron en aquella pieza que cubría las partes más íntimas de la castaña. Eran blancas... Puras como ella... Y con unicornios de adorno.
Pasó sus manos por la cara, tratando de aliviar el calor que sentía.
Entonces, descubrió algo...
Fue un accidente... Pero bendito accidente que llegó en el momento oportuno.
Sus piernas se encontraban dobladas, en posición de indio. Y al inclinarse un poco hacia adelante su talón hizo contacto con su lugar más privado
-Ahh- cerró los ojos ante aquella sensación.
Qué era eso?? No lo sabía pero mierda que bien se sentía...
Se inclinó hacia delante una vez más... Y otra... Y otra más... Sin dejar de ver el delicioso trasero de su mejor amiga, la cual aún continuaba buscando ropa en su armario.
Sospechoso, pensaría Alicia, de no ser por las Miles de sensaciones que estaban pasando por su cuerpo.
Sentía que en cualquier momento se haría pipí o algo parecido... Pero cuando ya todo estaba por acabar... Unos ojos marrones se posaron fijos en ella.
Tal y como si se tratara de super poderes, Raquel consiguió hacer caer de la cama a Alicia.
El susto fue tanto, al igual que la vergüenza que poco le importó el golpe que se había dado en la cabeza al caer.
La habría visto mirando? Si, seguro que sí
Joder, joder, joder.... Qué haría??
Se asomaba y daba la peor excusa del mundo... O seguía ahí escondida como la pervertida que era??
Lo de seguir escondida parecía ser una tentadora opción, sin embargo, que caso tendría?? Raquel era su mejor amiga... Su vecina...
Tarde o temprano tendría que darle la cara.
Sintiendo sus mejillas arder, y su cabeza dar Miles de vueltas, Alicia se puso finalmente de pie. Pegándose nuevamente a la ventana.
Sus labios estaba a punto de abrirse, cuando una sonrisa la hizo congelarse en su sitio.
Ahí estaba ella... Parada justo frente a la ventana, con sus pechos apuntándola como si fueran dos armas y sus ojos clavados directamente en su rostro
Mierda... Y más mierda.... Maldijo Alicia sin poder evitar mirar las dos montañas que reinaban en la delantera de su compañera.
Quién podría culparla? Se veían tan lindos...
Entonces recordó... Raquel la estaba mirando... Seguramente querría explicaciones...
-Yo...- balbuceó la pelirroja.
Una sonrisa....
Una sonrisa como nunca antes la había visto se formó en el rostro de Raquel, haciéndola callar por completo.
Sus miradas se encontraron un buen rato... Sin decir nada... Para que?
Alicia estaba bastante segura de que las palabras sobraban.
Entonces las manos de Raquel se posaron en los extremos de la cortina... Y lentamente sin dejar desaparecer su sonrisa, fue cerrando la cortina ante los ojos verdes de la colorada.
De piedra... De hielo...
Así se quedó Alicia frente a su ventana...
Era como si le acabarán de lanzar un terrible hechizo, y su cordura y razón hubieran desaparecido por completo.
No sabe bien cuánto tiempo estuvo ahí sentada... Mirando... Simplemente mirando aquel cuarto que se encontraba a unos metros de ellas, y en el cual las luces ya se encontraban totalmente apagadas.
Cuando su cabeza se encontró con la almohada un suspiró lleno de confusión salió de sus labios.
Las manos sobre su cabeza no paraban la sensación tan rara que estaba sintiendo.
Y por su mente solo pasaba una pregunta...

"Qué demonios había sido eso??"

💛💛💛💛💛

Hello!!! 🤭 Capitulito fuerte, eh?? 😋🤷 Y peores que vendrán 🔥🔥🔥🔥
Este capítulo viene con dedicatoria... A dos personas!!
La primera a @by.mardallas de IG (no sé cómo se llama acá😶) Ya subí capítulo así que te toca subir a ti edits Ralicia 🙃 un trato es un trato.
Y la segunda es a @celina22707 con la cual he hablado un montón en estos días y me cayó super bien!!! 😁Así que acá está el capítulo.
Ah, y bueno también a mis lectoras de Najwa Choripan. A las cuales les tengo un miedo, porque cuando esto se ponga malo me van a querer matar por hacerlas sufrir😂😂😂😂

Contando tus pecas // RaliciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora