❝ Ágape & Eros ⌜ ɪᴅᴠ - ɴᴀɪʙᴇʟɪ ⌟

♡ μου έλειψες

(+) Traducción: Te extrañé

( + ) Pareja: NaibEli

(+) AU: Moderno + Omegaverse: Donde Naib regresa de su trabajo como guardia de seguridad a la casa que le dejo Jack para encontrarse con su omega bastante caliente.

(+) Advertencias: Contenido sexual.

( + ) Beta: No hay, aquí morimos como hombres.

La noche de Naib fue larga, agotado, se subió al autobús de regreso a su casa, sentado con las manos en el regazo. Su empleo como guardia de seguridad de un centro comercial solía ser aburrido a pesar de que su compañía: José Baden, quien le contaba pésimos chistes e historias. Bostezó suavemente y se formaron pequeñas lágrimas en los ojos, parpadeando y suspirando levemente mientras miraba por la ventana, viendo pasar los árboles y preguntándose qué había estado haciendo Eli, su omega, toda la tarde del día anterior. Normalmente habría llamado y preguntado cómo estaba, pero había olvidado llevar el cargador de su teléfono. Estaba un poco preocupado, pero confiaba en que el menor seguramente se había ido a dormir y ahora estaría preparando el desayuno para ambos.

El autobús se detuvo en su calle, salió del vehículo y comenzó a caminar hacia la casa que Jack le había dejado como herencia, la gran casa que compartía con el amor de su vida, algo que su anterior amante probablemente hubiera querido. Suspiró y siguió caminando hasta que llegó a la puerta lentamente y bostezó de nuevo antes de entrar y cerrar la puerta detrás de él —Cariño, estoy en casa. —Miró a su alrededor y notó que todo estaba en silencio, normalmente su novio tenía música o se podía escuchar el fregadero sonando. Naib dio un paso adelante antes de que el más joven apareciera, sus caderas balanceándose y generándole sensaciones al guardia mientras se abría paso. Notó también estaba en una camiseta sin mangas y pantalones cortos, muy cortos y reveladores con emojis de duraznos estampados en ellos. Los ojos del mayor se agrandan cuando Eli le pone una mano en el pecho y lo empuja contra la puerta, inclinándose cerca y lamiéndole el lóbulo lentamente.

—Deja que mami haga que papi se sienta bien... —Susurró y el otro gimió, cerrando sus manos en un puño mientras Eli se agachaba lentamente, sus manos arrastrándose desde sus hombros, bajando por su pecho hasta la cintura de sus pantalones, desabotonándolos.

Naib se quedó sin aliento —Joder... —Murmuró, tragando saliva mientras veía al menor trabajar, moviendo su rostro hacia arriba y besando su dureza por encima de sus calzoncillos, por lo que siseó ante el contacto, sintiéndolos de repente muy incómodos.

Su novio lo miró y el alfa podría haber jurado que vio una sonrisa en el rostro chico. Eli enganchó sus pulgares sobre el borde de los calzoncillos y lentamente los tiró sobre su polla temblorosa, a lo que lanzó una maldición en voz baja cuando el aire entró en contacto con la piel caliente. El omega no esperó, rápidamente metiendo la punta de él en su boca, pero lentamente, muy lentamente conduciéndolo hacia su garganta.

—Mier-- mmm... —Naib jadeó y se inclinó un poco hacia adelante, tomando una fuerte inhalación.

Tener a Eli de rodillas frente suyo, con su polla llenando cada centímetro de su boca y ocasionalmente siendo aprisionada en su garganta. Realmente había sido bendecido. Enredó sus dedos en el suave cabello castaño de su chico, agarrándolo con fuerza cada vez que lo empujaba a su interior. Se sentía en problemas, Eli se estaba tomando su tiempo, Naib quería que babeara, así que miró hacia abajo y se aclaró la garganta antes de hablar —Deja que papá folle la boca a mamá.

El omega lo miró, apartándose de él y limpiándose los labios hinchados con los dedos — ¿Cuál es la palabra mágica? —Bromeó y el mayor gimió más fuerte.

—Por favor, deja que papá le folle la boca a mamá. —Eli sonrió y se llevó la punta a la boca. El alfa suspiró ante la calidez que había regresado y se agarró con fuerza al cabello ajeno, manteniéndolo en su lugar mientras movía las caderas violentamente.

Eli gimió y levantó las manos, pero Naib le siseo un "no" con voz firme. Más cuando su amante gimió de nuevo, su movimiento tambaleo mientras lo miraba. Terminó por alejarle de su hombría acompañado de un 'pop' húmedo y el menor jadeó, inclinándose hacia adelante y sujetándose la garganta suavemente, aclarándola —Ve al dormitorio.

El alfa no preguntó, se acomodó la ropa y ayudó a su omega a levantarse, que estaba temblando de placer. Subieron los escalones lentamente, Naib permaneciendo a su lado con uno de sus brazos alrededor de su cintura para sostenerlo. Abrieron la puerta lentamente y Naib se detuvo, soltando a Eli para luego propinarle una fuerte nalgada; el omega jadeó indignado y miró a al más bajo, quien le devolvió una sonrisa sin vergüenza.

Eli se arrastró hasta la cama y se acostó de espaldas para deshacerse de la ropa; con las piernas erguidas pero separadas miró a su compañero, que estaba junto a la cama deshaciéndose de sus prendas, todavía duro bajo el bóxer. Se mordió los labios y agarró el lubricante de la mesita de noche y se acercó gateando, sentándose de rodillas frente al omega antes de inclinarse y lamer sus suaves muslos, dejando marcas por todas partes. Pensaba en lo hermosos y regordetes que eran, todo en él le fascinaba al más bajo. Miró al omega, que tenía los ojos cerrados y se mordía los nudillos con la intención de callar sus gemidos. Pasó sus manos por los muslos lentamente, agarrándolos y apretándolos hasta dejar marcas rojizas.

Él gimió, estremeciéndose y dejando que Naib continuara, antes de que finalmente abriera los ojos y mirar al mayor detenerse, levantando su mano para agarrar el lubricante — ¿Puedo follar tus muslos, mami? ¿Por favor? —Eli se sonrojó y asintió.

Frotó los muslos con el lubricante y siguió haciéndolo hasta que sintió que era suficiente. Cerró los labios y se empujó lentamente en medio de estos, gruñendo levemente a la par que su amante gemía con goce cuando sus virilidades se tocaron. Naib comenzó a mover las caderas rápidamente, inhalando profundamente, dejando que el instinto lo dominase. La forma en que los muslos regordetes y perfectos encajaban alrededor de su polla lo estremecían, y la calidez entre ellos era increíble.

La cama no rechinaba pero si que chocaba con la pared con cada embestida, que bueno que la casa era enorme y los vecinos estaban muy lejos. Jadeó y se sacudió hacia adelante una vez se corrió, su semen manchando toda la piel disponible a su paso, siendo seguido por el tembloroso omega que por igual eyaculó.

Cuando el movimiento ceso, Eli se sacó los nudillos de los dientes y frotó su dedo sobre el semen para luego lamerlo. Naib gimió y se retiró para sentarse sobre sus talones, relajarse y segundos después tomar una toalla del baño para limpiar el desastre. El omega se sentó y lo besó profundamente, y este correspondió con alegría, más relajado.

Se apartó por un segundo y miró al otro hombre — ¿Qué te hizo hacer esto?

Sonrió y Eli le devolvió el gesto —Sólo te echaba de menos.