Treinta historias en distintos universos alternativos, donde NaibEli es la pareja principal.
En todo caso, sí tienen solicitudes son bienvenid@s a comentarlas.
N/A: Antes de comenzar, es momento para una apreciación muy especial, en dedicatoria a Kab0o_ quien ha realizado un fanart bastante halagador, los invitó entonces a presenciar su obra, en twitter, den su corazón, rt y de más, vale la pena ver su contenido.
(+) AU:Donde Cheshire se da cuenta de algo: Longing Tiger es terrible en la cama.
(+) Advertencias: Ninguna
(+) Beta: No hay, aquí morimos como hombres.
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Tiger era terrible en el sexo.
Cheshire probablemente debería haber anticipado esto cuando el tigre pareció tan confundido cuando lo besó por primera vez, manteniendo sus labios fruncidos y cerrados, juntos de una manera completamente ridícula hasta que convenció al contrario de que abriera la boca para él. Lo que hizo con una expresión completamente dudosa en su rostro, como si la idea de la lengua de Cheshire en su boca fuera el concepto más desagradable al que se había enfrentado, pero lo intentaría solo porque era él y él lo había pedido. No había sido algo muy halagador. El tigre torpe había involucrado abundantes cantidades de saliva, con Tora casi ahogándose con su propia lengua; algunos manoseos muy suaves que habían sido demasiado nerviosos para inspirar algún tipo de satisfacción real, y un final decididamente desconcertante que dejó al castaño jadeando, en el suelo y Cheshire lamentándose del hecho de que su pequeño juguete era incluso más idiota de lo que pensaba. ¿Quién se olvidaba de respirar? Todo el asunto podría haber sido divertido si él no se hubiera sentido tan frustrado.
Ese beso debería haberle probado de una vez por todas que Tiger era más problemático de lo que valía. En cambio, lo dejó con ganas de más.
—Los animales de monte probablemente hacen las cosas de manera diferente. —Se había consolado Cheshire, después de todo era mucho más lujoso al infiltrarse en el castillo de la reina roja y aprender todo tipo de cosas. Había estado con algunas parejas en el pasado a las que no les importaba mucho los besos: demasiado íntimo, habían dicho, demasiado extraño. Habían sido lo suficientemente hábiles en la cama como para que él no lamentara demasiado la falta. A pesar de que se habían negado a cepillar su cabello con la lengua.
Debería haber sabido que nada sería tan fácil cuando el tigre miedoso y tonto estaba implicado.
Le tomó más de una semana calmar la vergüenza de este, lo suficiente como para arrojarlo a las sábanas de una de las habitaciones vacías del castillo. Un poco de jugueteos previos por aquí, algunas alusiones a humillaciones personales por allá (ninguna de las cuales había sido verdad, por supuesto; Cheshire se había aficionado al sexo como un pez al agua como debería hacer cualquier gato) y Tiger había sido suave y maleable en sus manos, desenfrenado como cualquier furcia y cien veces más deseable. El felino había estado desesperado por la lujuria y Tiger parecía más que dócil. Todo estuvo bien.
