Treinta historias en distintos universos alternativos, donde NaibEli es la pareja principal.
En todo caso, sí tienen solicitudes son bienvenid@s a comentarlas.
(+) AU:Donde Eli es mujer y visita a Naib en el sótano mientras lucha por la luna y la calentura a causa de ser un hombre lobo.
(+) Advertencias: Contenido sexual hetero leve.
( + ) Beta: No hay, aquí morimos como hombres.
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A veces, la luna llena se alinea con su celo y él no podía controlarse. Entonces, para protegerse a sí misma y a la comunidad, Naib y Eli acuerdan que ella lo encierre en el sótano hasta la mañana siguiente.
Sinceramente ella odia hacerlo, lo hace. Es difícil no escuchar el violento chasquido de su mandíbula mientras intenta separarse de los grilletes cubiertos de plata. Tiene hambre, hambre de sangre y liberación.
Naib haría absolutamente cualquier cosa en ese momento para poder mutilar a un humano y luego follarle los sesos a su pareja, justo en ese orden. Y puede que ella sea humana, pero estar emparejada con un hombre lobo también la hace sentir mareada por la lujuria. Se necesitan el uno al otro. ¿Y quién es ella para negar sus necesidades?
Eli se ajusta la bata y baja uno por uno los escalones de madera hasta el sótano. Ella puede escuchar el roce de sus garras sobre el piso de cemento cuanto más se acerca. La luna brilla sobre él. Y jadea en voz alta cuando ve a su marido hombre lobo encorvado, gruñendo y arañando implacablemente el suelo. Las cadenas envueltas a su alrededor dejan de tintinear cuando siente su aroma.
Ella se detiene a unos diez pies delante de Naib, notado el sudor goteando de esa manera tan sexy cuando inhala y exhala bruscamente. Puede ver que está desnudo y lo único que tiene sobre él son los dos grilletes en sus manos y el pesado collar plateado alrededor de su cuello.
—Sube las escaleras, Eli. —Gruñe. Sus piernas tiemblan por el sonido de su voz y por estar tan cerca de él.
—No puedo, alfa. —Responde.
Eli sabe que llamar a Naib de esa manera le hace algo por dentro, pero por supuesto eso es solo una parte de su plan.
Subedar deja escapar un gruñido en toda regla, pero aún deja la cabeza gacha —¡No me jodas así! ¡Ahora lleva arriba tu trasero como te dije! —El lobo dentro de él está tomando más y más de su humanidad con cada palabra que dice.
Eli resopla, ha tenido suficiente de esto, camina unos metros más cerca de él antes de sentarse. Separa las piernas para que Naib huela toda su excitación y como se espera, sus fosas nasales se ensanchan y asoma la cabeza hacia arriba, con los ojos ambarinos deslumbrantes acompañados con el gruñido más fuerte que ella le haya escuchado jamás.
