capítulo 1

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—¡Vamos! ¡Apresúrate! —gritó el pibe que me tenía de la mano.

La multitud de zombies persiguiéndonos aumentó bastante rápido. A simple vista, puedo decir que de esta no salimos pero la esperanza es lo último que se pierde dicen.
Me encantaría que fuesen un toque más lentos eh, acá me cagaron, los que persiguen a Rick caminan más despacio. Con esa velocidad parece que están más vivos que yo..

—¡GRRAAAGH! —se escuchó atrás.

—¡¿Y AHORA QUE MIERDA QUIEREN?! —pregunté re sacado.

Miré para los costados buscando algún lugar y lo primero que veo es un portón. Me suelto del pibe y corro para intentar abrirlo pero estaba trabado. Uno de pelo clarito, frustrado, se acerca a empujar el portón conmigo.

—Rayos... te dije que no debíamos involucrarnos —dijo el rubiecito.

Un zombie, más rápido que los demás, se acercó a nosotros corte rayo mcqueen con los brazos extendidos. Me agaché y pasó por al lado mío. Y la puerta sigue sin abrirse. ¿Qué te cuesta puerta de mierda?

Cuando estaba por putear al rubio que seguía quejándose escucho como un zombie se cae al piso.

—¡Apúrense! —pidió el de pelo azul. Y súper rápido, hizo un movimiento re zarpado con su bate de béisbol y le arrancó la cabeza al zombie. La sangre roja oscura salpica por todos lados. Me siento un barrabrava de lucha libre no sé.
Con la euforia del momento tomé carrera y entré a correr para tirarme contra la puerta.

—¡¡AAAAAGH!! —*grito de zombie alborotador*

—¡¡OOH!! —gritó el rubio tirándose conmigo.

La puerta se abre de golpe y tanto el pibe como yo caemos rodando por el piso. Los otros que estaban peleando contra los zombies apenas pudieron entrar.

—Ethan, deja eso ya. ¡Ven! —gritó el de anteojitos. El pibe asiente con la cabeza, se ve que no habla mucho. Ahre que es la primera vez que lo veo.

—¡Ven adentro, rápido! —le dice el otro pibe de pelo blanco que se parece una banda a Jack Frost.

Y bueno ni bien entra el de pelito azul cerramos la puerta con una varilla. El ruido del fierro chocando con los soportes al costado de la puerta me dió una sensación de alivio, aunque me duela todo el cuerpo.

—¡Oh, cielos! ¡Eso estuvo cerca! —soltó el pelirrojo agitado.

—oh cielos, oh casi morimos, oh —dije haciéndole burla en voz bajita.

—OOOOAAAGGGGGHHHH —gritaron los zombies acercándose al portón.

—Opa, está vez estuvo mejor, más largo y firme —los halague subiendo el dedito.

¡PUM! ¡PUM! Los zombies están golpeando las barras de metal del portón. Todos estaríamos muertos si no fuera por esa puerta de mierda que no se quería abrir.

—¿Estás bien? —me pregunta Jack Frost con una sonrisita.

—No —le contesté mirando al costado, haciéndome el vístima.

—...Entiendo. Sé que es difícil estar bien en esta loca situación —y si padre, hace tres días que vengo comiendo el mismo paquete de fideos.

—Disculpa.

—Oye, ¡deja de ser tan patético y sigamos! —dice el pelirrojo, re mala onda, parece mi vieja ya—. Ya todos entraron.

Uno de los pibes se nos quedó viendo, y movía el dedo corte haciéndonos burla. Jack agarrame que lo mato
Pero bueno parece que estamos a salvo... por ahora.

Si Mati fuese el protagonista de dangerous fellowsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora