—Bien, ¡aquí estamos! —dice Nicole apenas entramos a su aula.—¿Tenés pensado hablar así hasta que tu personaje se muera? —le pregunto dejando mi bolso arriba de una mesa.
Miré todo a mi al rededor y había un dibujito bien feo en el pizarrón pero no dije nada por si era de ella. Las sillas y las mesas están tipo contra las paredes y deja un espacio en el medio, donde hay colchonetas y cobijas tiradas.
La verdad es que ya no estoy tan asustado, ahora no estoy solo, Nicole está conmigo, consolándome.
—Debiste haber estado tan asustado tú solo —dice mirándome con pena.
—No fue tan malo, estoy bien.
—Ey, soy tu amiga. Puedes contarme. No necesitas seguir guardándotelo.
—Nicki, no sabes cuánto me alegra haberte encontrado viva.
—A mi también —dice, mirando mi ropa y mi cara—. Mírate. Tienes la cara cubierta en cenizas.
—¿Y AHORA ME LO DECÍS? —pregunto pero me ignora y agarra un pedazo de tela para limpiarme el cachete.
—Hiciste un buen trabajo apagando el fuego allá.
—Todavía sigo con adrenalina. Tengo ganas de prender fuego el 1-B.
—¿No es esa la habitación de Scarlett?
—Ajá.
—¿Quién iba a decir que habría un encendedor ahí? —pregunta volviendo a lo del incendio— Es raro que nadie lo notara antes. Definitivamente pudimos usarlo.
—No sabía que una porquería de plástico era capaz de prender fuego todo, ahora ya se porque mi mamá me decía que no lo deje cerca de la cocina.
—Sí... fue una gran explosión. No tiene mucho sentido.
—Sí, aparte viste que no se acercó ningún zombie? Media rara la cosa.
La verdad pensaba que tuvo que haber sido provocado, osea no tiene sentido que el encendedor quemara todo un salón en pleno invierno y sin filtraciones de gas. Pero bueno no quiero que Nicole se preocupe de más.
—Tienes razón —me mira y sonríe.
Nos pusimos al día con todo lo que no hablamos estas semanas y me olvidé por completo del cansancio y el dolor físico que tenía. Me contó cómo llegó a la escuela y también me dijo los nombres de la gente que no sabía. Se me dificulta creer cuan tranquilo es este momento..
¡BANG!
Los dos nos asustamos cuando escuchamos un ruido fuerte. La puerta se abre de golpe y entra Scarlett.
—¡La concha tuya rubia pelotuda! —digo poniéndome la mano en el pecho por el susto.
—¡Oye, tú! —me dice.
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Si Mati fuese el protagonista de dangerous fellows
HumorMati siendo el protagonista en medio de un apocalipsis zombie con un grupo de gente que recién conoce... Contiene lenguaje que podría considerarse vulgar y está narrado desde el punto de vista del protagonista, que es argentino; si te disgusta este...