capítulo 6

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—¿Qué estás haciendo? —pregunta Nicole mirándome preocupada.

—No puedo quedarme a esperar que los otros caigan en que no estamos y nos busquen, algo tengo que hacer.

Me metí entre la pila de mesas y sillas, para ver si había algo útil, pero después de mirar por el piso y los estantes no encontré nada. Caminé hasta el escritorio y tanteé adentro de los cajones, pero nada más hay polvo, re pobres son. No tienen nada.

Casi me rindo hasta que vi que apoyado en el pizarrón hay una regla metálica así en forma de L. Messirve

—¿Qué encontraste? —me pregunta Nicole, levanté la regla y la agité arriba de mi cabeza para mostrarle— ¿Eh? ¿Es eso una regla?

Limpié el polvo que tenía en la mano con mi pantalón y caminé hasta la puerta. Nicole me ve con ojos de sospecha, pero enseguida me mira como si estuviera de acuerdo con lo que fuera a hacer, que es mejor que hacer nada.

Metí la regla en el espacio entre la puerta y el marco, la sacudí hasta que sentí que se golpeó con algo.

—¿Funciona?

Asentí mientras seguía agitando la regla.

—Hay.. algo ahí.. pero no lo alcanzo —intenté metiéndolo y sacándolo, girándolo y hasta empujando con toda mis fuerzas.

¡BAAM! *efecto de sonido*

Se escucha como algo cae en el piso del otro lado de la puerta. Como flash saqué la regla y empujé con cuidado la puerta.

—Dale..

Y ZAAS se abre.

—¡¡Yay!! —Nicole corre emocionada para el pasillo.

La sigo un poco preocupado y por suerte no hay nada peligroso cerca.

—Entonces, ¿qué estaba bloqueando la puerta? —me pregunta. Sigo con la mirada donde Nicole estaba apuntando y  veo un pedazo de madera en el piso— ¿Cómo llegó eso aquí?

La cara de la rubia pelotuda pasa por mi cabeza, pero como soy chico de segundas oportunidades, vamos a pensar que ella no pudo haber hecho algo así.

—Por casualidad capaz.. ¿Los demás duermen?

—No lo sé..

Vamos al salón 1-C también llamado por mi como aula de reuniones clandestinas. El salón principal, donde conocí a todos por primera vez.. ah se ponía sentimental

Miró para adentro y veo que algunos de los chicos están ahí. Lit no está lejos de mi salón, ¿Cómo es posible que NINGUNO escuchara NADA? Algo pasa por mi mente pero es mejor no sospechar nada.

Miré por la ventana, algunas sombras de los zombies se veían a través de las rejas.

—¡Oye! ¿Qué está pasando? —pregunta Ailen caminando hacia mi y dándose cuenta también de las sombras— Podrían ser mis vecinos que pasaban por las calles.

—Sí, seguro conocíamos a alguno.

—Oigan señoritas, no nos pongamos sentimentales —dice Eugene cerrando los ojos—. No nos ayuda de ninguna manera, saben?

—Yo soy un señorito —le digo levantando la mano. Pero me mira y pasa por al lado mío para ir a cerrar las cortinas.

—No es sólo ser sentimental, significa que sigue siendo humana, ¿no es así? —dice Harry sonriendo. ¿No le duelen los cachetes a este chico?

—Trajimos algo de comida —dice Ethan entrando al salón con pan y barras de golosinas.

—¿SALIERON Y NO ME LLEVARON? —pregunto ofendido.

Si Mati fuese el protagonista de dangerous fellowsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora