primera crisis

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—Así que la llave no era de la biblioteca... —dice Harry apenas entramos en el salón.

—Esperaba quemar esos libros para mantener el lugar caliente... —dijo el jefazo después de escucharlo.

Mmh, quemar? estás diciendo que fuiste vos el que incendió el salón?

Miro a Scarlett y veo que está disgustada, como si no quisiera escuchar malas noticias. Supongo que sí le importaba la llave al final.

—Sí, es una pena... pero es muy pronto para rendirse —dice Lorenzo para que los ánimos no decaigan — ¡Vamos, chicos! ¡Todavía tenemos una chance!

Me sonríe y me da un golpecito en el hombro, es como si tratara de reconfortar y alentar a los demás, aparte no perdió la compostura incluso en una situación tan devastadora, su aura debe de ser color esperanza.

—Es verdad muchachos, como dice el versículo catorce, el perreo hasta el suelo y los ánimos hasta el cielo —digo llamando la atención de todos, ay.

—¿Dónde no hemos ido aún? —pregunta Zion aplastando mi alentador discurso.

—La sala de maestros del quinto piso —el primero en contestar en Eugene.

—La biblioteca —dice Harry levantando la manito para que lo veamos porque piensa que no sabemos que es él el que habla.

—El almacén en el gimnasio y la barra de bocadillos también... —menciona Nicole y acá es donde me pregunto cómo sabe de esos lugares si en nuestra escuela tercermundista apenas hay inodoros en los baños.

—¡No se olviden de la sala de radiodifusión! —dice Eugene de nuevo, andamos muy participativos hoy.

—Buenoo, entonces todavía tenemos cuatro lugares más. Si la llave no funca con ninguna de esos sitios, lugares, destinos, capaz podamos probar con casilleros o algún lugar donde entre. Y no Scarlett, tus orificios no se incluyen —digo mirándola y me mira confundida—. Y con suerte en una de esas encontramos la llave de la biblioteca para que el pirómano de Lawrence pueda quemar los libros y...

Me acordé del ruido misterioso que escuché y me dio escalofríos. Zion dijo que no había nada pero, ¿y si hay alguien más? Pensar en eso o en que capaz hay un perrito solo en algún lado me da cosa.

—¿Qué pasa? ¿Estás bien? —Jack sonrisas me mira y todos los otros se giran para verme.

—Él siempre tiene que ser el centro de atención —escucho que dicen por ahí.

—¿Quién fue? —digo estirando el cuello— ¿Querés cambiar de lugar? Porque ganas de morirme primero me sobran.

—Solo ignórenlo, sigue obsesionado con esos libros de la biblioteca —dice Zion.

—¿Ah sí? Listo, no voy a ningún lado más con vos. Mentiroso.

—¿Ah sí? ¿Entonces que pasa?

—¿Ocurrió algo mientras estaban patrullando? —pregunta el jefazo mirándonos serio.

—No, nada —digo después de pensarlo un poquito—. Estoy cansado nomás, ya sabes, por todas esas cosas raras que pasan acá.

—Si tú lo dices... —dice Harry.

—Bueno, promete que nos dirás si algo pasa.

—Pinky promise —le digo a Lorenzo levantando el meñique.

En ese momento, Eugene levanta la mano para llamarnos la atención.

—¿Terminamos de hablar? Creo que deberíamos tomarnos un descanso.

Si Mati fuese el protagonista de dangerous fellowsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora