No Quiero Irme

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- ¡Doctor! ¡Alguien que me ayude!
- ¿Pasa algo?
- Mi amiga acaba de mover la mano.
- Muy bien, lo checare y le aviso, por favor retírese.

Después de unos minutos el doctor sale de la habitación y se dirige con Madison.

- La paciente acaba de despertar, necesita unos minutos de descanso y puede verla.
- Gracias.
- Oh por dios, gracias, siento que todo es como un milagro.
- Madison, sé que no es el momento, pero, ayer me hablaron de la televisora, para saber que ha pasado con la entrevista y quería saber, ¿Cuándo podemos volver a platicar? No me queda mucho tiempo.
- Lo sé, perdón, hoy me quedare con Sofía un rato hasta que la vea más estable, así que te puedes ir a casa, mañana seguimos hablando, al menos sé que Sofía está bien.
- Está bien, vemos mañana.
- Si.

Pasaron algunos minutos, cuando el doctor le indico a Madison que podría ver a Sofía, ella tenía nervios, pero, lo que más quería era platicar con ella.
- Hola.
Sofía no decía nada y solo se le quedaba viendo.
- Sé que a la que menos quieres ver es a mí, que estas molesta, pero, por favor déjame quedarme.
- Me imagino que fuiste tú quien me atropello como para que estés demasiado preocupada, tranquila, no daré cargos ni nada.
- No, no estoy por eso, te atropellé, pero, esto lo hubiera hecho por cualquiera, sin embargo, cuando supe que eras tú, mi corazón se quebró.
- Me imagino que solo fue por el remordimiento, porque si me moría, te ibas a quedar con ese dolor toda tu vida.
- Por favor, Sofía, no sabes como la pase después de todo lo sucedido.
- Pues no vivías en un infierno, me imagino que tuviste un empleo del sueño y que conseguiste lo que querías.
- No minimices, también la viví mal, sufrí, lloré, estaba llena de ansiedad y todas las noches tenía miedo.
- Me viste arrodillada, pidiendo para que no te fueras, me humille llorándote y no te importo, me miraste y te fuiste.
- Perdón, nunca me lo voy a perdonar, pero, puede ser otro inicio para las dos.
- Puedo estar hecha pedazos, pero, a mi corazón, ¿Quién lo repara? No puedes reparar algo que está roto, aun sea con pegamento.
- No tengo palabras para decir por todo lo que paso y está pasando, pero, dame una oportunidad.
- Te la di, días después que te fuiste, fui a buscarte, pero, jamás me abriste y aun sabiendo que estabas en tu casa, te espere afuera, no sé en qué momento de mi vida te hiciste tan importante, como para haberme humillado tanto, semanas después te volví a buscar, pero, tú ya no vivías ahí, te habías ido.
- Sé que hice mal, aun me arrepiento y quisiera volver el tiempo para hacer todo diferente.
- Yo también quisiera cambiar el tiempo, pero, para evitar conocerte, porque de ser así, aun estuviera con mis amigos.
- ¡No fue mi culpa! Yo no sabía que aquella mujer nos iba hacer tanto daño.
- Pero nos la presentaste, tú la trajiste a nuestras vidas y nosotros de estúpidos creímos en todo.
- Está bien, si eso piensas, me iré, ya no te molestare, ahora solo te pediré perdón y de verdad te deseo lo mejor, porque aun te quiero, aun doy gracias por haberte conocido.
Madison le da un beso en la frente y se dirige hacia la puerta.
- Alto, no dramatices. Está bien, ahora no tengo a nadie, perdí el contacto de todos y ni mi familia me quiere ver, creo, que, si verdad lo que dices es de corazón, eres lo único que me queda, no pienso volver a quedarme sola y tú eres mi ultimo remedio.
Sofía empezó a llorar, Madison al verla, no evito correr hacia ella y empezó a llorar.  
- Jamás te dejare sola, lo digo de corazón, no puedo creer por todo lo que viviste, de verdad lo siento.
- Ya no seas una tonta, te amo lo suficiente como para perdonarte otra vez, ya no quiero rencor en mi corazón y aunque no sé si este bien, realmente te extrañe los últimos años.
- Fui tan egoísta que no sabía todo lo que tenía, pero, de ahora en adelante, veré por las dos y estaré a tu lado, pase lo que pase.
Ambas se abrazaron y Madison fue a hablar con el doctor.
- Doctor, Sofía está estable, ¿la darán de alta?
- Le haremos unos estudios antes de, ya mañana se la puede llevar.
- Perfecto, gracias.
Madison entra al cuarto con Sofía.
- Te harán unos estudios y al parecer, mañana te darán de alta.
- Genial.
- Hoy descansa, mañana vengo por ti y nos iremos a mi casa.
- Está bien, te espero.
- Ten por seguro que mañana a temprana hora, vendré.

Fue un día difícil, pero, mi corazón se alivia por todo lo que paso, creo que una herida se cerró.

Llora por mí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora