Quiero Verte Feliz

6 1 0
                                    

Fue un momento bonito, pero, no podía hacerle eso a mi amiga y aun amaba a Joshua. Esa misma noche, le hable a Sofía para decirle todo, tenía miedo, pero, tenía que hacerlo.

- Hola, peque. ¿Qué paso?

- Hola, Sofí. Tenía algo que decirte.

- ¿Pasa algo malo?

- Pues no sé qué pienses, pero, hace rato estaba Alexander, vimos una película y nos pusimos a hablar, me dijo lo que sentía por mí y me beso, a lo que yo no le correspondí ya que te respeto y aun amo a Joshua.

- Sabía que este momento iba a llegar, Alexander ya me había contado de lo que sentía, a pesar de todo, es mi mejor amigo y tengo que apoyarlo, además, lo dijo para que no hubiera malos entendidos, te agradezco el que me lo hayas dicho, pero, por mí no hay problema, me gusta, pero, no lo atare a mí.

- Qué bueno que lo entiendes, no sabía cómo decírtelo.

- Lo amo, pero, él nunca me vera como yo quisiera, así que, no me queda nada, más que desearle lo mejor y apoyarlo.

Sofía era una gran mujer, hermosa, inteligente, buena persona, carácter fuerte y era divertida, ella podía elegir al chico que quisiera, nunca entendí el amor que le tenía a Alexander, hasta que me enamore de Joshua y aunque no quería admitirlo, yo también me había aferrado a él.

Al día siguiente, Alexander volvió a ir a mi casa, llego con los ojos rojos y me preocupo.

- Alexander, ¿Qué tienes?

- No sé por qué lo estas esperando, yo también puedo hacerte feliz.

- No estoy segura si lo nuestro este bien.

- Intentemos, hay que arriesgarnos, solo pido una oportunidad.

- No es fácil, Alexander, hay muchas cosas por encima.

- ¿Cómo cueles?

- Joshua, Sofía, nuestra amistad.

- Joshua te dejo por otra, Sofía lo entiende y nuestra amistad seguirá siendo la misma.

- Bien, hay que conocernos más y salgamos, si se da algo entre nosotros lo aceptare y todo marchará bien, pero, si no, todo seguirá como hasta ahora, ¿Te parece?

- Lo que menos quiero es que nuestra amistad se arruine, pero, contigo, sé que todo irá bien.


Tiempo después, Alexander y yo, empezamos a salir, llegamos a besarnos un par de veces, la pasábamos bien, reíamos, bailábamos y hacíamos de todo, así que un día, se me declaro.

Me llevo a un parque, tuvimos un día de picnic y fue ahí cuando me pidió ser su novia.

- Ya paso un mes de estar saliendo, juntos, pero, sabes que me encantas, así que, ¿te gustaría ser mi novia?

En ese momento saco una pequeña caja de su bolsillo y era una pulsera con mi nombre, junto con un papelito que decía:

Marca tu respuesta: Si o no.

Era obvio, acepte, así que me abrazo y me beso.

- Gracias por esto, nunca creí que iba a llegar a tanto.

- Supiste como ganarte mi corazón y de eso me alegro.

- Eres tan linda y hermosa.

- Yo quiero agradecer todo lo que haces por mí.

- Eres la mujer que siempre espere.

Estaba feliz de estar con Alexander, pero, parte de mi corazón aun le pertenecía a Joshua, eso me dolía, porque quería que todo mi corazón fuera para Alexander, pero, no era así.

- ¿Y qué paso con Joshua?

- Pues, seguimos hablando de vez en cuanto, pero, ya no es lo mismo.

- Me imagino que no es fácil.

- Para nada, pero, ahora estoy contigo y me imagino que Joshua es feliz.

- No es fácil dejar a la persona que amas.

- ¿Qué me dices de Sofía? Ella te ama y aun no te suelta, aunque ella diga que sí.

- Ella es mi mejor amiga, no puedo verla de la misma manera que te veo a ti, ella es mi confidente y una hermana, sé que no es justo para ella, ya que ha estado conmigo, siempre, pero, no podría.

- Alexander... No puedo.

- ¿Qué pasa?

- No puedo ser tu novia, no es justo para ti y no quiero engañarte ni a ti ni a mí, que ahorita estoy confundida por todo, quisiera corresponderte, pero, aun amo a Joshua, aparte, tu bien lo dijiste, no es justo para ti, ya que no te veo de la misma manera que tú a mí.

- Entiendo, me rompe el corazón, pero, lo entiendo.

- Sé que te dije que sí, pero, no puedo mentirte.

- Está bien, al menos me dijiste la verdad y no esperaste más tiempo, al menos, me diste la oportunidad que quería.

Esa vez, fue dolorosa, pero, al menos todos quedamos en buenos termino y no hubo rencores, así que, fui a casa de Joshua y lo volví a buscar.

- ¿Podemos hablar?

- ¿Puede ser en tu casa? Ya vez que vivo con los chicos y no quiero malos entendidos.

- Está bien.

Nos dirigimos a mi casa y en el camino, aunque era corto no dijimos nada.

- Bueno, dime, ¿Qué pasa?

- Sé que será cansado para ti, pero, ¿Aun me amas?

- El sentimiento no se olvida, pero, ya no eres la persona con la que quiero estar.

- Al menos, ¿Puedo tener a mi mejor amigo?

- Sabes que sí, eso no cambiara, sé que he estado muy distante, pero, eres muy especial para mí.

- ¿Me abrazas?

Llora por mí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora