Capítulo 3.

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- Gracias. - le dije fría a Dixie y ella solo me dio una sonrisa forzada. Fui a donde estaba avani, ignorando todas las miradas.

- Addison! ¡Viniste con Dixie! Hubieras visto la cara de Madison, casi muere de los celos. -dijo avani sonriente. Madison, antes solíamos ser amigas. Desafortunadamente le conté lo de mi beso con Dixie ¡maldita niña de trece años que le contaba todo a sus amigas! Por lo menos madure en ese aspecto. Desde el año pasado ella ha estado detrás de Dixie y digamos que odia a cada una de esas chicas que se acercan a ella... ¡Mierda! Madison sabe de ese beso y vernos llegar así... ¿En qué me he metido?

- solo se ofreció a traerme y ya avani.
- dije fría.

- Si y por dentro estabas saltando de la emoción cuando te lo pidió. Al igual que yo cuando vi la cara de esa estúpida
-Dijo mi amiga y yo reí. Ella me conocía muy bien.

Entramos a la escuela y como odiaba la maldita atención. Nos dirigimos al auditorio en donde teníamos una reunión toda la escuela. Me senté con mi amiga y hablamos mientras esperábamos que todos se sentaran y mantuvimos silencio. Hasta que el sueño pike empezó con su discurso.

Avani y yo nos encontramos sentadas en una de las mesas alejadas de todos. Sí, después de varias horas aburridas, ya era hora del almuerzo. Vimos entrar a Dixie, seguida por mi hermana, Chase y Bryce y unas que otras chicas. Mi hermana se acercó a mí, mierda, ahora toda la atención se centraba en nosotras.

- pequeña, no te puedo llevar a casa hoy. Es que tengo que hacer unas cosas hoy y...
- la interrumpí.

- Como sea, Sofía. Iré caminando a casi si es eso lo que te preocupa. -Dije seca. Subí la mira y ahí estaba Dixie a su lado, mirándome fijamente, solo que Madison abrazándola- ah y no me vuelvas a llamar pequeña. -Odiaba recordar el pasado, mi madre fue la primera en ponerme ese apodo.

- Perdón y gracias hermanita. - Dijo y me dio un beso en la frente. Todo se alejaron y se sentaron en su mesa. Madison se sentó en las piernas de Dixie y no pude evitar sentir celos. No puedo creer que después de todo estos años sigo enamorada de ella. Ese beso. Ese maldito beso fue el causante de todo.

- Addison, te estoy hablando. -Dijo avani y yo quite la mirada de ellos.

- Oh, perdón...

- Dix, Dix, Dix... - Dijo avani y yo solo reí a carcajadas.

En la salida, guardé algunos libros en mi casillero mientas hablaba con avani. Me despedi de ella y empecé a caminar y vi a Sofía hablando con sus amigos y otros chicos. No me quería imaginar que harían hoy. Claro, viernes. Eso lo explica todo. Mi hermana me miró y me sonrió. Estúpida. Yo le doble los ojos y seguí caminado. Pasé por un café que quedaba cerca de casa y pensé ¿por qué no? Entre y pedí unas galletas de chocolate con café. Me senté en una
mesa alejada y empecé a comer, tenía bastante hambre. Un chico de cabello liso, rubio y ojos marrones se sentó en mi mesa. ¡Si, en la mía!

- hola, pues como somos las dos únicas personas aquí y tu estas sola al igual que yo, pensé que podía sentarme aquí contigo -Dijo y yo sonrio. Su sonrisa era hermosa. Yo también sonreíy envidiaba tanto su seguridad en si mismo. Yo jamás habría hecho lo que él hizo.

- hola tranquilo. Pues para empezar me llamo Addison ¿tú?

- Me llamo Antony. ¿Y que hacías sola aquí?

-Pues probablemente lo mismo que tu
-Dije y el sonrio al instante.

Y así duramos toda la tarde metidos en el café conociéndonos. Antony era
muy divertido, hace tiempo no tenía una conversación así con alguien al parecer teníamos el mismo gusto musical, a los dos nos encantaba simple plan.

- muero por su último cd. -Dijo mirándome a lo que yo sonrei.

-¿sí? Pues yo a mi madre se lo pedi y pensó que a mi hermana también le gustaba, por eso compró dos. Los que me lleva a que obviamente uno no lo uso y... -El solo sonreía.

-Addison, ¿en verdad?

- ¡Sí! Ven, si quieres acompañame a casa y te lo doy. Aparte ya oscureció y la casa esta sola ya que mi hermana salió con sus amigos. -Dije y empezamos a caminar a casa. Reíamos por cualquier tontería en el camino en el camino. Debo admitir que el chico era genial.

Le agarre de la mano mientras corríamos hasta que por fin llegamos a casa entramos y... ¿Que hacían ellos aquí? ¿No se supone que estarían de fiesta o algo así?

Eres mía, rubia (dixison) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora