Addison.
Estoy tan molesta con ella, que no se por que me encuentro en su casa ahora mismo.
Pero solo quiero saber la verdad.
Dixie se acercó a mi con una taza de chocolate caliente.
La lluvia era bastante fuerte y hacía mucho frío.
-Gracias. - Dije y ella se sento a mi lado.
-Perdón, de nuevo. No se que me paso...
-Ya no importa. Solo pídele perdón a tu madre, arruinaste todo hoy. - Dije dándole un sorbo al chocolate.
-Si, lo sé. - Dijo sacudiendo su cabello mojado. - Addison, lo que te voy a contar no es fácil...
Me acerque a ella.
-La mejor manera de superarlo es aceptarlo. Es saber que lo que pasó, te hizo mucho más fuerte.
-No soy fuerte, Addison, yo soy una cobarde que siempre huyendo de mis problemas.
-Pará mí eres la persona más fuerte que conozco. - Me recosté en el sofá y agarre su mano para que hiciera lo mismo, a mi lado. Ella me abrazo y escondió su cara en mi cuello.
Sabía que no sería fácil...
-Mi hermana tenía mi edad cuando murió. Ella era una persona que mas admiraba, ella sí que era fuerte. Siempre hacia lo que quería, siempre tenía chicas detrás de él, tenía muchos amigos y siempre se iba de fiesta. Y eso yo lo admiraba mucho, ¿sabes? Yo quería ser como el. El siempre cuido de mi. Yo tenía unos 1 años en esos tiempos.
-¿ella es, verdad? - Pregunte.
-Sí. ¿Recuerda las carreras ilegales que hacen aquí?
-No.
-Estabas muy pequeña en esos tiempos. Aquí solían hacer carreras ilegales, carreras la cual mi hermana era parte. - Oh, Dios le contaría todo a Addison. La dejaré entar. Dejaré que sepa mi pasado. Mi voz empezaba a quebrarse. Ella empezó a sobar mi brazo de arriba a bajo.
-Un día, estábamos todos en la mesa, mi padre, mi madre, mi hermana y yo...
Todos los recuerdos inundaron mi cabeza.
-¡no vas a salir hoy ya te lo dije! - Le grito mi padre.
-Tengo 18 años.¡Puedo hacer lo que me de la puta gana! - Grito estaba asustada, al igual que mi madre. Siempre que peleaban era así.
-¡mientras viva en esta casa, no!
-Entonces me voy de esta mierda, me voy - Dijo mi hermana levantándose de la mesa y lo persegui con lágrimas en mi ojos.
- No, por favor, no... - Le duplique y ella me ignoro. Luego entró a su habitación.
No quería que mi hermana se fuera. Me encerré en mi habitación y empecé a llorar mucho más. Luego, me quedé dormida.
-Dix, Dix... - Dijo Charli mientras movía mis brazo. Ella era la única que en esos tiempo me llamaba así.
Abri los ojos lentamente y gire a ver el reloj, eran a las dos de la mañana.
El pánico se apoderó de mi.
-¿te vas? No, Charli por favor no. - Dije abrazándola y ella empezó a reír.
-No, Dixie no me voy. Nunca te dejaré. - Dijo sacudiendo mi cabello. - Voy a una carrera, si gano, serán dos mil dólares, ¿sabes cuanto es eso? Te podré comprar lo que quieras. Pero necesito que me cubras, bajare por tu ventana y saldré por la puerta del patio tracero.
-Yo... No lo sé...
-Vamos, Dix. ¿Acaso tienes miedo? No me pasará nada.
Y me convenio. La ayude a bajar por mi ventana sin que hiciera ruido, luego lo vi salir por la puerta trasera.
Mañana vendría y me contaría como le fue. Sonrei al saber que lo de hoy era solo una pelea y que no se iba.
Me quedé dormida denuevo. Pero esta vez no me levanto mi hermano. Esta vez me levantaron ruidos de abajo.
Escuche a mi madre llorar, mi corazón empezó a latir con fuerza. Algo había pasado. Algo no estaba bien.
Mi hermana.
Baje las escaleras corriendo y había policías en mi sala, junto a mi madre y a mi padre.
-Dix, sube. - Dijo mi madre.
Me acerque a ella entrecortada.
Mi padre se acercó a mi hecho una furia.
-¡fue tu culpa! ¡Por tu culpa tu hermana tuvo un accidente! ¡Tu la ayudaste a escapar! - Grito y mis lágrimas inundaron mis mejillas.
-¡no, Marc, no! - Dijo mi madre empujado a mi padre para que no se acercara a mi.
Los policías sacaron a mi padre de la casa, mientras el me gritaba cosas terribles.
Mi madre se acercó a mi abrazándome y yo me escondí en su pecho.
-¿donde esta Charli, mamá? ¿Dónde está?
Ella no pudo dejar de llorar, al igual que yo.
-se fue, Dix.
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Dixie no podía dejar de llorar contándome esto. Incluso hasta temblaba. Ella estaba más rota de lo ue pensaba.
-No sabes, Addison cómo en los siguientes años, mi padre decía que yo era la culpable de su muerte. Incluso me gritaba que la que debió haber muerto era yo. ¡Me había sentir como un maldito desperdicio de espacio!. - ella se sento y pateó la mesa, haciéndo que la taza de chcolate caliente cayera.
-Dix, calmate ven. - Dije con lágrimas en los ojos.
Eso era lo que le molestaba, eso era lo que intentaba esconder tan dentro de ella hasta poder olvidarlo, pero fallo. Dejaba que esos recuerdos las consumirán.
La abrace, la abrace como nunca. Era un abrazo que sólo demostraba algo: siempre estaré aquí.
-Una vez me golpeó, diciendo que yo había destruido la familia. Addison, no tienes idea de todas las cosas que llegué a hacer, con tal de olvidarme de todo. - me dolía tanto ver a Dixie asi, se que estaba sacando todo.
Pero no dejaré que se derrumbe más. Estaré ahí para ella, intentaré robarle cuentas sonrisas pueda. Como ella lo ha hecho conmigo.
-Ya no quiero hablar mas de esto pequeña, por favor... - Dijo entre lágrimas.
-¿sabes que te quiero y que siempre estaré ahí, verdad? - Le dije cerca de su rostro.
-Sí, pequeña, lo sé. - Dijo dándome un beso y luego recostó su cabeza en mi pierna, empecé a sobar su cabello y pronto se quedó dormida.
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Los invito a seguirme. :)
Gracias por el apoyo que están dándole a la historia eso me motiva y alegra mis días de tanto estrés que me da el colegio
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Eres mía, rubia (dixison)
Roman d'amourDixie D'amelio y Addison Rae No tenían muchas cosas en común, sus edades eran distintas, sus maneras de caminar no coincidían y mucho menos la estatura. Nunca pensaban igual, tenían ideas muy diferentes y actitudes contrarias. Dixie era dueña de si...