Dixie.
Nunca me había sentido tan feliz.
Sostenía a Addison en mis brazos
dormida mientras me perdía en
mis pensamientos. Miro la pared,
imaginando la sonrisa de Addison, el
sonido de su risa, la suavidad de su
piel.Sonrío. Se siente tan bien que esté
aquí conmigo después de todo. Cierro
los ojos, reviviendo cómo se sintió estar dentro de ella, tocarla, besarla por todo el cuerpo, el olor de su cabello. Me había despertado hace tiempo, pero no quería despertarla. Se veía muy tranquila. Estaba feliz sintiendo su piel desnuda contra la mía, podría quedarme todo el día así.Su teléfono empezó a sonar. Ella se
movió y abrió sus ojos lentamente, me
miró y me sonrió.-Buenos días. -Dijo y me dio un pequeño beso en los labios.
-Tu teléfono no ha dejado de
sonar. Probablemente es tu madre
preocupado preguntándose dónde
estás.-No me importa. Estoy más que bien.
-Se esconde más en mi pecho.-¿Desde cuándo te convertiste en la
chica que no le importa nada y hace lo que quiera? -Digo burlón y ella rie.-Desde que me di cuenta de que tengo
que aprovechar cada momento. En
especial, estos, los que comparto
contigo.-No tienes idea de cuánto te extrañé. En serio. -Digo y beso su frente.
-No lo creo. -Dice mirándome fijamente.
-¿Por qué dices eso? -Pregunto
confundida.La extrañé como el jodido infierno.
-Estuviste con Madison, y estoy segura que con muchas chicas más.
Empecé a reírme a carcajadas. Incluso
tuve que Tapar mi boca para determe.-No sé que es tan gracioso, D'amelio. -Dice enojada.
Cree que me estoy burlando de sus
celos.-¿Quién te dijo eso? ¿Madison?
-No exactamente. Lo dijo mientras
todas nos cambiábamos para educación fisica. No sabes cómo me sentí.Empecé a reír mucho más. Ella ahora
estaba mucho más enojada.-Mejor no te hubiera dicho nada, no sé qué es tan gracioso.
-No, pequeña. Es que el día que Madison vino a mi casa tomándome por sorpresa, cuando íbamos a hacerlo, la llamé por tu nombre y salió enojadísima. Créeme, nunca la había visto así.
Ahora la que reía a carjadas era Addison.
-¿En serio?..¡Es una estúpida! -Empezó a reír mucho más fuerte.
-Ahora que lo recuerdo, ese día yo estaba bastante enojada, te vi en el aeropuerto con un chico. Acababa de llegar de California y créeme, no fue muy lindo. Tenía planeado descansar, pero llegó Madison y pensé: ¿Por qué no? -Suspiré- Aunque el intento de olvidarte no funcionó.
-Me pasó lo mismo, con él. Digo, pensé
que te iba a olvidar si..La rabia se arrastra dentro de mí como una maldita ola rompiendo contra la orilla.
-¿Espera, tú y él...? ¿Qué mierda
hicieron?-¡No, no, no! Hasta ese punto no. Sólo
nos besamos y bueno, nos toqueteamos un poco. Pero no funcionó, Dixie, porque eras lo único que estaba en mi mente mientras hacíamos eso.La rabia me estaba quemando.
-No quiero verte con ese chico.
-Simon es sólo un amigo, Dixie.
ESTÁS LEYENDO
Eres mía, rubia (dixison)
RomanceDixie D'amelio y Addison Rae No tenían muchas cosas en común, sus edades eran distintas, sus maneras de caminar no coincidían y mucho menos la estatura. Nunca pensaban igual, tenían ideas muy diferentes y actitudes contrarias. Dixie era dueña de si...