Jungwon ve el lado positivo de las cosas. Suele ser divertido y risueño, alegre en general, su sonrisa indicaría que es un niño feliz como otro cualquiera.
Pero no es así
¿Qué cosa tan mala había hecho en su vida pasada para que le tocara sufrir en...
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Jay Park y Park Sunghoon habían sido los nombres que más habían sonado en las noticias de los últimos días; claro, después de Kai Kamal Huening, el joven de 18 años que había muerto en un trágico accidente de auto.
Jay miraba por la ventana. El detective que llevaba el caso declaró culpable al camionero, iba ebrio. En cambio, las pruebas realizadas a Jay no mostraron signos de alcohol en su sangre, y es que, sabía que iba a conducir y por ello no había bebido. De cualquier modo, se sentía tan culpable, si hubiera prestado más atención, si hubiera ignorado a Huening...tal vez él estaría vivo.
—Oye —era el padre de Huening recién entrando, Jay ni lo miró -Jay no fue tu culpa, deja de pensar en eso
—Y-yo no podía ir al funeral —las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos de nuevo
—Hey, tranquilo, no pudiste hacer nada —suspiró
—Yo estaba al volante tenía que cuidarlos ¡y no lo hice! —aquel hombre lo abrazó, lo estaba calmando.
Él era tan comprensivo. Y sabía que de cierta forma, Huening había sido la distracción.
La muerte de su hijo lo había devastado, a pesar de eso no podía permitir que aquel adolescente se cerrara al mundo por completo por un accidente que no fue su culpa.
Lloraron los dos juntos por un rato. Hablaron de Huening, recordando la persona maravillosa que era, sus sonrisas, su mirada, su forma tan particular de ser. Porque así deben ser recordadas las personas cuando abandonan el mundo, con alegría y no con tristeza.
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Jay tenía algunas heridas, ninguna tan grave, aunque su pie estaría vendado por unos días . Los doctores dijeron que le harían una tomografía para revisar los golpes el la cabeza, pues extrañamente había estado teniendo mareos y dolores fuertes.
Tendría que estar bajo observación no sólo por su salud física, su salud mental también era un desastre.
No quería comer. Incluso Sunghoon habló con él, pero simplemente dijo que no tenía ganas.
—Tu debes ser Jay —¿acaso la gente tenía como costumbre entrar a su habitación sin tocar antes? —Soy el doctor Choi, tu mamá me pidió que viniera a por ti para hacerte la tomografía, dijo que no hablas con nadie y que solo escuchas a los doctores, muy mal Jay
—¿Vino a regañarme o a llevarme a hacer la tomografía?
—¿Puedes caminar solo o te ayudo? —preguntó viendo su pie vendado
—Utilizaré la muleta, gracias
Los resultdos sorprendieron a más de uno, nadie lo esperaba.
Jay no tenía la menor idea de lo que era un glioblastoma.
Solo sabía que en menos de 14 meses podía estar muerto.
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