⚘. 22 : Jungwon

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Si Jay podía estar feliz de algo entre todo el caos , era que su primera sesión de quimioterapia fue durante el pequeño periodo de cuarentena en el que Jungwon estaba implicado

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Si Jay podía estar feliz de algo entre todo el caos , era que su primera sesión de quimioterapia fue durante el pequeño periodo de cuarentena en el que Jungwon estaba implicado .

Le fue relativamente bien , porque era un chico joven , deportista y bien alimentado .Exceptuando lo de su tumor , estaba completamente sano .Pero Jay prefirió estar solo cuando vomitó, gritó y se derrumbó por lo potente que eran los sueros. Era suficiente con ver a su madre llorando por no poder hacer nada , porque a pesar de que lo estaban destruyendo , era el único remedio. Y por esa razón Jay negó todo tipo de tratamientos al principio, porque quería ser recordado como Jay, el que se reía y gritaba como un loco, no el chico delgadísimo con ojeras y los labios resecos que seguía postrado en una camilla sin tener las fuerzas suficientes para levantarse .

Pero ahora ¿ quién lo recordaría cuando ya no estuviera ? Su mamá que probablemente lo superaría en un par de años e iría a su tumba a llevarle flores sólo el día de su cumpleaños y en su aniversario de muerte . Recordó a sus amigos . Pensó en Huening , y una sonrisa cansada apareció en su rostro —Al menos tendré un amigo en el cielo —murmuró antes de ver a su mamá dormida en el sillón  , tal vez a ella le importaba más de lo que él creía .

Del que no tenía la más mínima noticia era de Sunghoon .Seguía sin poder creer la forma en que había terminado su amistad , por una discusión estúpida a la cual le condujo su prepotencia e inseguridades . Y sin querer , le causó un daño inmenso a una de las pocas personas que le importaba . ¿Sunghoon lo recordaría ?

Miró su teléfono un par de veces , tenía muchas ganas de llamarlo y hablar con su mejor amigo. Hizo el ademán de tomarlo , pero se arrepintió al instante , además , eran las tres de la mañana .

Con mucho esfuerzo logró levantarse para ir al baño . Lo hizo cuidadosamente , no quería caerse y despertar a su madre en plena madrugada. Miró en el espejo al chico demacrado que parecía ser él ,y de verdad no podía creerlo.

¿Cómo es que su vida cambió de un segundo a otro?

¿En dónde había quedado su sedosa y envidiable cabellera rubia?

Probablemente en el mismo sitio donde quedaron sus sueños y metas en la vida, en el olvido.

La sonrisa que le dio a su propio reflejo fue amarga. Sus ojos ya no brillaban , no existía rastros de esperanza en su ser. Entonces ¿por qué continuar viviendo la espera de una muerte segura?

Toda su reflexión fue interrumpida por dos vagos toques en su puerta. Se apresuró en abrir para que no se levantara su madre, pero con la poca fuerza que tenía lo único que logró fue casi caerse de no ser porque se agarró del marco de la puerta del baño . No hizo mucho esfuerzo, su progenitora a penas se removió en el sofá, pero los toques de hicieron presentes de nuevo. Recuperó un poco el aliento ,y retomó el camino. ¿Quién diablos viene a visitar a las dos de la mañana? Probablemente sea algún médico o enfermero ,pero Jay tenía tan mal humor que le daba igual, lo mandaría a la mierda de todas formas.

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