Jungwon ve el lado positivo de las cosas. Suele ser divertido y risueño, alegre en general, su sonrisa indicaría que es un niño feliz como otro cualquiera.
Pero no es así
¿Qué cosa tan mala había hecho en su vida pasada para que le tocara sufrir en...
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El glioblastloma es el tumor más común y más maligno entre las neoplasias de la glía.
Vamos, un tumor cerebral. Uno de rápido crecimiento, que terminaría llevándose la vida del joven Park.
El neurocirujano le propuso varios tratamientos. Él dijo que se lo pensaría. Su mamá solo lo miró suplicante para que se sometiera a cirugía, radioterapia, quimioterapia y lo que fuera necesario.
Jay sonrió de lado, en estos momentos no le importaba nada. Tomó su muleta y salió de la consulta, iba rumbo a algún sitio en el que pudiera llorar sin ser visto.
La azotea. Le costó trabajo llegar con una pierna, pero de todas formas la apoyó aunque el médico dijo que no lo hiciera.
Si su mundo se había venido abajo desde hace unos días por lo del accidente, ahora estaba totalmente destruido.
Le daban ganas de lanzarse de aquel edificio, de todas formas iba a morir pronto.
Gritó, lloró y se desahogó lejos de ojos curiosos.
Volvió a las instalaciones del hospital un rato después.
No estaba mirando hacia adelante, así que fue normal el choque con otras personas por los pasillos.
Un pequeño mareo atacó su cuerpo en ese instante. ¿Cómo no se dio cuenta de esos síntomas antes? Serían débiles en ese entonces.
De nuevo la impotencia y las ganas de romper todo a su alrededor volvieron. Con su pierna sana pateó uno de los bancos de aquella pequeña sala de espera. Era una forma de liberar sus emociones, según él.
—Si te rompes el otro pie entonces no podrás caminar, y si rompes el banco tendrás que pagar por él -los ojos de Jay se posaron en un muchacho pelinego con el cabello bastante desarreglado, en sus manos cargaba una bolsita con ¿nueces?
—¿Y a tí qué te importa?
—Solo decía, por cierto, mi nombre es Yang Jungwon —el pequeño se acercó con una sonrisa mostrando sus hoyuelos, y extendió su mano a modo de saludo, pero no fue correspondido —Bueno supongo que no estás de humor —metió su mano en su bolsillo mientras veía con confusión la mueca del rubio
—Mejor piérdete
Jungwon arrugó la nariz. Ese chico realmente era grosero y malhumorado. Si lograba sacarle conversación o al menos una sonrisa sería un milagro. Genial, un reto más para él. Pero mientras lo analizaba notó que el suelo era un desastre producto a la sangre que filtraba la venda de la pierna del más alto.
—E-estás sangrando —Jungwon señaló la zona manchada de rojo. Jay miró su pierna con calma, realmente no le importaba mucho si se infectaba —¿No te duele? Si necesita ayuda yo puedo-
—Sólo vete —espetó mirando al azabache con indiferencia
Por suerte, una enfermera pasó percatandose de la situación y prácticamente obligo a Jay para que la acompañase a curaciones.
Se fue a regañadientes mientras Yang le daba una mirada curiosa.
Tenía ganas de saber quien era la persona detrás de aquella fachada arrogante.
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