⚘.10 : Preguntas

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Choi pasaba demasiado tiempo en el hospital, según Jay

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Choi pasaba demasiado tiempo en el hospital, según Jay. Nunca lo vio salir ¿Acaso no tiene vida personal?. Los pensamientos de Park eran muy randoms cuando estaba nervioso. Sus nervios se activaban cada vez que veía al tipo ese, el Doctor Choi. No era intimidante, para nada, pero imponía mucho respeto y sabiduría.

Ahora mismo dudaba en tocar la puerta de su consultorio, pero necesitaba preguntar. A duras penas se escuchó el toque de la puerta de madera. Choi, un poco sorprendido, soltó un firme "adelante", tras el cual, Jay se adentró en la sala.

-Oh, eres tú -le sonrió Choi dejando de un lado los formularios que estaba rellenando

-Sí, uhmm...yo quería preguntar algo -titubeó un poco mientras se acercaba para tomar asiento.

-¿Es sobre los tratamientos? -Jay sólo lo miró rodando los ojos, dejó sus muletas a un lado y se sentó

-Ya dije que no los haré -dijo con obviedad

-¿Entonces...

-Iré al grano, ¿sí? -relamió sus labios mirando a Choi con demasiada curiosidad -¿Por qué no le pusieron el corazón de Huening a Jungwon? -su voz había sido brusca, como la de un narcotraficante negociando o algo así.

-¿Qué? -al escuchar la fuerte voz del mayor de los dos, Jay reflexionó un poco sobre el tono de reclamo en el que había hecho la anterior pregunta y se encogió de hombros -Explícame mejor a lo que te refieres

-Sé que sonó algo frío, teniendo en cuenta que estamos hablando de mi mejor amigo que murió hace poco -Jay suspiró mirando al techo para calmar las gotas que amenazaban con caer de sus ojos -Yo...quisiera saber por qué no le dieron el corazón de Kai a Jungwon, él necesita uno y...

-Jay, hay muchas personas en esa lista de espera, alguien lo necesitaba con más urgencia -el doctor hablaba con tranquilidad, eran cosas que pasaban con frecuencia, pero para Jay no era así, por lo cual su tranquilidad le hervía la sangre

-¿Quién puede necesitar un corazón con más urgencia que un niño de 16 años con un marcapasos, que está a punto de morir? -estampó su puño contra la mesa asustando a Choi, pues a pesar de su tamañazo era un miedoso

-Primero que nada, cálmate -Jay solo se alteró más

-Es muy fácil decirlo, cuando tú no estabas allí

-He estado toda mi vida allí, Jungwon fue mi primer paciente desde que entré a la residencia, y aunque no lo creas, hago todo lo que puedo para que él esté bien -y rebajándose al método de Jay, Choi también parecía querer discutir -Tú no sabes nada, así que mejor cállate -lo acusó con su dedo

-¡Usted es que no sabe nada! Sabe...él...él casi muere en mis manos hace unas horas -intentaba ocultar su ansiedad con ira, mientras Choi no podía comprender lo último mencionado, su cara de confusión lo decía todo -¿No se ha enterado, verdad? -sonrió irónico

-¿Qué le pasó a Won?

-Que más da, ni siquiera puedes conseguir un corazón para él, entonces ¿por qué te preocupas tanto? -Jay lo miró con indiferencia y con la misma tomó sus muletas para salir de la consulta, golpeándose el dedo chiquito del pie con la silla, pero con lo orgulloso que era y lo enojado que estaba ni chistó

Choi después de procesar unos segundos salió de inmediato a ver a Jungwon, pero al llegar a la habitación encontró a una abuela y su nieto dormidos. La imagen le dio demasiada ternura, así que decidió dejar sus preguntas para la mañana.

Jay por otro lado, sin importarle lo tarde que era, decidió subir a la azotea del hospital. Estaba reteniendo demasiado su ansiedad, así que a penas llegó allí arriba y se aseguró de que había nadie más comenzó a llorar y gritar, la azotea se estaba volviendo su lugar seguro. De un momento a otro la cara de Jungwon sonriendo vino a su mente. Sentía que no podía hacer nada por él. Sentía la misma impotencia que ese día tras el volante. La impotencia de saber que alguien iba a morir, y rezar una y mil veces para que fuese él mismo, y no otra persona.

Se preguntaba por qué ese día no había muerto él, si de todas formas sólo le quedaba un año de vida. El mundo es injusto, la vida es injusta.

-¿Por qué no puedo morir yo en vez de ellos? ¿Por qué no morí ese día yo? -se quejaba agresivamente mientras miraba a la luna como si esperara una respuesta

-Porque tu misión en la vida no está completa -Jay escuchó la voz bastante masculina que parecía de un anciano, y provenía de alguna parte de la azotea también. Por un segundo pensó que estaba solo. Rápidamente secó sus lágrimas y vio al viejo que se acercaba con lentitud -Hay algo esperando por tí, emociones que tienes que vivir antes de partir de este lugar, el legado que vas a dejar y el cambio que harás en el mundo todavía no han sido claros

Jay no pudo articular muchas palabras, todo era muy tétrico, desde su voz, sus ojos y su forma tan singular de mirarlo, como si lo pudiera leer

-¿De qué habla?

-¿De qué hablo? ¿Qué estaba hablando? -preguntó ahora el señor, pero su semblante estaba cambiado por completo. Jay se sorprendido más todavía, no pudo ni mover un dedo -¿Te estaba contando sobre el conejo? Ah, me lo tuve que comer casi vivo

-Y-yo me tengo que ir

-Espera, ¿no quieres escuchar mis historias sobre la guerra civil?

-Otro día, es tarde -Jay sonrió con incomodidad y abandonó el lugar. Estaba un poco asustado, ese señor pareció estar poseído por un segundo.

Tomó aire y negó rápidamente, intentando pasarlo como alguien con inestabilidad mental. Pero por alguna razón desconocida, sus palabras tocaron su corazón, y estuvo pensando en eso el resto de la madrugada.

Todo eran preguntas, y más preguntas.

Bueno no es mi capítulo favorito, dea

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Bueno no es mi capítulo favorito, dea

Los siguientes serán más bonitos y llenos de Jaywon sisi

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