9ºfragmento: Cuadernillo

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🌻
-6:43AM- (Calles de Tokio)

Hinata se despertó a eso de las 6 de la mañana, la alarma de su teléfono había resonado al lado de su oído, asustándolo de pies a cabeza, se había olvidado por completo de sus intenciones de salir a trotar un rato a la mañana para prepararse al largo y último día lleno de partidos que se le venía.

Miró por la habitación y el resto de los chicos seguían dormidos, aunque le llegó un almohadón en la cara de parte de Tanaka, reclamando que apagara la molesta alarma, pues para ellos —personas relativamente normales— aún era demasiado temprano para comenzar el entrenamiento.

Sus ojos se cruzaron con el futón que le pertenecía, vacío a su lado, sus mejillas se tiñeron al recordar la noche anterior y hundió su cara en la almohada anteriormente lanzada por Ryu, con vergüenza en su mirada volteó a su lado con la esperanza de cruzarse con el rostro enfadado de la persona que quería, sin embargo, no lo encontró y solo pudo divisar la ropa de dormir bien doblada del chico al lado del pequeño colchón que habían compartido.

Claro, Kageyama también solía trotar por las mañanas y, de cierto modo, se sintió derrotado.

No tardó en levantarse de la manera más silenciosa que pudo y caminó entre los cuerpos de sus compañeros hasta llegar a su bolso, se cambió a su ropa deportiva y salió de la habitación cuando aún no había rastro alguno del sol en el cielo.

Salió de la preparatoria con un propósito en concreto, uno que debía cumplir.

Misión de hoy: Buscar a Kageyama Tobio.

Y no tardó en encontrarle; casi le ocasiona un paro cardíaco el ver como una pelota se lanzaba al cielo, llegó a pensar que podrían ser los alienígenas viniendo a la tierra para secuestrar a los humanos y hacer experimentos con ellos...

Ok, ¿Realmente había dormido lo suficiente?

Sacudió su cabeza en un intento de liberar sus pensamientos raros.

Lo más probable es que fueran los nervios.

Caminó con calma, intentando mantenerse lo menos ansioso y nervioso posible, no quería crear una atmósfera incómoda para ambos, solo quería estar con su compañero, con su armador, eso es todo.

Sus ojos color caramelo captaron rápidamente el rostro del chico, cuando se cruzaron con los labios húmedos de este —pues al parecer Tobio acababa de tomar agua y eso lo indicaba la gota que también se resbalaba por su barbilla— sintió sus mejillas comenzar arder al recordar que la noche anterior había tenido la osadía de probar eso labios, además de las típicas 'mariposas' en el estómago, las que indicaban que si, estaba total y completamente nervioso.

Se ocultó tras el tronco de un árbol que se encontraba en la entrada del parque y soltó un gran suspiro, dudando si debía ir a verle.

¿Cuál sería la reacción de Kageyama? ¿Le gritaría que se fuera? ¿Qué le diría realmente?

Cerró sus ojos mientras sentía cómo los latidos de su corazón aumentaban y una dulce sonrisa se asomó por sus labios, había imaginado lo tierno que se vería Kageyama con las mejillas sonrojadas y nervioso.

Por un momento dudó si fue solo una imagen ficticia creada por él y su gran mente...

—¿Planeas estar ahí detrás por mucho tiempo?

Hinata abrió sus ojos de golpe y sintió que sus manos comenzaron a sudar, sabía que Kageyama era observador, pero pensaba que había sido lo suficientemente sigiloso para pasar desapercibido.

—¿Cuándo te diste cuenta? —Apoyó su cabeza de golpe en el árbol.

—Normalmente estoy atento a lo que me rodea —No escuchó pasos hacia él, no se había movido— Además de que el color de tu cabello no es algo que pase desapercibido.

Recorriendo el camino en donde te perdiste [KageHina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora