12ºfragmento: ¿El amor duele tanto?

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-19:34- (Bajo la lluvia, camino a casa de Kageyama)

—Kageyama, ya estoy bien.

—Cállate, estamos en esta situación por tu culpa.

Kageyama llevaba a Hinata en su espalda mientras el último se encargaba de cubrir a ambos de la lluvia con el paraguas, lo cual no estaba haciendo muy bien, las gotas de agua podían rozar de vez en cuando el rostro de Tobio, sin embargo, este no se quejaba.

Llegaron a esta situación después de haber empezado con su caminata a casa de los Kageyama, Hinata-torpeza-Shōyo no había visto un pequeño desnivel, provocando que rodara por la calle hasta caer en un arbusto, raspándose las rodillas y las manos.

Decidieron devolverse el poco camino que llevaban para dejar la bicicleta en el paradero, claramente amarrada para que nadie pudiera llevársela, además de aprovechar de limpiar un poco las heridas del pelirrojo.

—Solo fue un raspón, ¡bájame! —Comenzó a removerse para que Kageyama le obedeciera.

—¡Idiota, vas a provocar que ambos nos caigamos, para ya! —Apretó su agarre en las piernas de Hinata para que dejara su berrinche, pellizcándole un poco.

—¡A-Ay! ¡Eso duele, Kageyama! —Se quejó Hinata y dejó de moverse en la espalda de su compañero, dándose por vencido.

Kageyama subió su mano al paraguas para empujar un poco hacia adelante y cubrirse, para luego seguir el camino a casa, no faltaba mucho.

Tener a Hinata en su espalda era agradable, aunque el chico no fuera lo más liviano del mundo, sentir como se aferraba a él para no caer le hacía sentir que nada malo estaba pasando.

—¿Por qué haces esto? —Preguntó Hinata en un murmullo, enterrando su cara en la nuca ajena.

—¿Preferías que te hubiera dejado allí en el suelo? —Devolvió la pregunta con ironía— Con gusto lo hago si es que así quieres.

En el fondo, Kageyama realmente no sería capaz de dejarlo caminar en ese estado y Hinata no se bajaría de su espalda, pues por muy enfadado que estuviera con el pelinegro, le gustaba poder estar de esta manera.

—No se puede hablar contigo de manera seria.

—Contigo es lo mismo, no te quejes.

El pelirrojo suspiró y se quedó en silencio por unos segundos.

"No quiero que vivas este tipo de vida" —Dijo de la nada Hinata, queriendo cambiar de tema a uno más interesante — ¿A qué te refieres con eso? ¿Tiene que ver con qué no quieres corresponderme nuevamente?

Tobio estuvo apunto de caerse por la sorpresa de que Shōyo le recordara aquello, pero intentó seguir el camino tranquilamente.

—Si, ¿Tengo qué explicártelo para que lo entiendas acaso? —Saltó un poco, sentía como Hinata se resbalaba en su espalda— ¿No te has dado cuenta de la sociedad en la que vivimos?

—Mh —Musitó el pelirrojo, en señal de que si entendía— Lo sé, pero aún así-...

Hinata se quedó en silencio, uno que no duró mucho, pues Kageyama parecía saber lo que quería decir.

Recorriendo el camino en donde te perdiste [KageHina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora