Recorriendo el camino en donde te perdiste [KageHina]

5ºfragmento: Pelea extraña

🌻
-14:37PM- (Aún viernes, camino a casa)

—¡Kageyama! ¿¡Qué ocurre!? —Sonó a través del teléfono la voz preocupada de su rubia amiga— ¡Voy saliendo, estoy camino a tu casa!

—Voy a rendirme con Hinata.

Aquello dejó un silencio bastante largo, se escuchaba el viento desde la señal de Hitoka, al parecer había detenido su caminar.

—Hablamos cuando llegue.

Y cortó la llamada.
Si, Kageyama quería alejarse de Hinata, había tomado esa decisión y nadie podría hacerlo cambiar de opinión.

Tobio llegó a su hogar antes que la chica, saludó a su madre quien parecía estar cocinando el almuerzo y pasó directo a encerrarse en el baño de su habitación; no quería alejarse de Hinata, quería ayudarle a recordar, ayudarlo a encontrarse a si mismo y a su camino, quizás hasta mejorarlo...

¿Era correcta la decisión que estaba tomando?

¿La mejora que podría darle a la vida de Shōyo era alejarse?

Apoyó sus manos en el lavamanos del baño y se quedó allí, mirando la alcantarilla como si fuera la cosa más interesante del mundo.

—¡Tobio! ¡Ya-chan ha venido! —Gritó su madre desde el piso de abajo.

—Muchas gracias por recibirme y perdona la intromisión, señora Kageyama —La rubia hizo una pequeña reverencia mientras se despojaba de sus zapatos.

—Sabes que no se problema que vengas —Acarició la cabeza de Yachi— Ha llegado hace un rato, parece desanimado —Comentó algo preocupada— Supongo que la razón de tu visita es porque te ha llamado

—Si... —Se acomodó su cabello— Vine a evitar que haga una locura —Su mirada gritaba: "determinación".

—Entonces ve —Le sonrió amistosamente y le dio paso para que se adentrara a la casa.

Hitoka le sonrió a la madre de su amigo antes de subir las escaleras; cuando llegó a su puerta, la tocó suavemente.

—¿Kageyama? —Llamó casi en un susurro— ¿Puedo pasar?

No recibió respuesta.
Soltó un suspiro y estiró su mano para tomar el pomo el pomo de la puerta, pero esta se abrió desde dentro antes de que lo hiciera.

—Ah, has llegado más rápido de lo que esperaba.

Le dio un espacio a la chica para que entrara a su habitación, cerró la puerta detrás de ella y se sentó en la cama, mientras que Yachi se acomodaba en un pequeño sofá, al no saber cómo empezar a hablar, comenzó a balancear sus pies.

—Hinata...¿Ha dicho algo que te ha hecho pensar así? —Dudó al comenzar a hablar, apoyó su barbilla en la palma de su mano para mirar a su amigo, estaba consciente de que su amigo tendía a cerrarse cuando no encontraba una solución a sus problemas.

—No ha dicho nada, porque aún no recuerda nada y creo que debe seguir siendo así —Respondió con el ceño fruncido— No volveré a salir con él, es lo mejor, quiero...—Hizo una pequeña pausa, sus manos comenzaron a temblar de a poco— Quiero que pueda estar en paz, no quiero que sea infeliz por mi culpa —Apoyó sus codos en sus rodillas y cubrió su cara con sus temblorosas manos.