13°fragmento: Sonrisas

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-7:02AM- (Caminata a Karasuno)
Clima: Despejado☀️

Hinata caminaba detrás de Kageyama con una expresión de enojo clara mientras sobaba su mejilla que tenía una pequeña curita.

"¡HINATA IDIOTA! ¿¡Q-QUÉ HACES EN MI CAMA!?"

Aquella forma de despertar no había sido nada agradable, pues un golpe en su mejilla fue lo primero que lo saludó, sacándole de su profundo sueño.

Intentó explicarle repetidas veces lo que había ocurrido, mas Kageyama se negaba a escucharle, entendía que estuviera avergonzado o lo que sea, ¡pero debía entender que culpa de Shōyo no era!

La culpa era de él por ser tan miedoso a las tormentas y...por hacer que Hinata sintiera la necesidad de protegerle.

Luego de un desayuno algo incómodo pero delicioso preparado por Miwa —quien ya se había ido de casa para cuando se levantaron, no pudiendo compartir la comida con ella— se encontraban allí, caminando a la preparatoria y de paso recogerían la bicicleta de Hinata.

—Kageyama-...

—Cállate.

—¡Pero no he dicho nada, déjame expli-...!

—No.

Shōyo suspiró, frustrado por la actitud de Tobio; se dedicó a seguir el paso constante de Kageyama, manteniendo una distancia que quería que desapareciera y solo poder tomar de su mano y caminar a su lado o tan solo esto último, como solían hacerlo antes.

¿Es que lo mejor hubiera sido callárselo todo y nunca haberle dicho a Kageyama lo que sabía?

Quizás si, pero no era lo que Hinata quería y tampoco esperaba aquella reacción de Kageyama; simplemente todo no era como lo esperaba.

Hizo dos pasos largos para llegar al lado del pelinegro, este no se inmutó por su acción, pero no lo pasó desapercibido.

—¿Te dolió mucho? —Preguntó Kageyama sin mirarle, refiriéndose al gran golpe que le había dado al despertar.

—Si, pero no vas dejarme explicar lo que pasó, así que no se por qué preguntas —Le recriminó Hinata, cruzándose de brazos.

Siguieron en una caminata incómoda y silenciosa, de vez en cuando sus pisadas en los charcos de agua de la tormenta del día anterior hacían algo de ruido.

—Bien, supongo que aquí nos separamos —Dijo Hinata al tener su bicicleta en mano— Gracias por dejarme dormir en tu casa ayer, no se volverá a repetir.

Subió a su bicicleta, dispuesto a irse, pero no escuchar respuesta de Kageyama le hizo detenerse.

—¿No dirás nada?

—¿Qué quieres que diga? —Le respondió de manera seca— ¿Que no me dejes aquí? Tengo pies y puedo ir solo a la preparatoria.

"No me dejes..."

El susurro de Kageyama cuando estaba dormido llegó a los oídos del pelirrojo, era tierno, suave, hasta incluso lindo...

Todo lo contrario a la actitud que Kageyama estaba teniendo en esos momentos.

Hinata suspiró y soltó una risa triste—Ojalá siempre estuvieras dormido.

Podía sentir la mirada de Kageyama en su nuca, no necesitaba darse la vuelta para imaginar su mueca de confusión.

Recorriendo el camino en donde te perdiste [KageHina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora