6ºfragmento: Amistades por recordar

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-9:37AM- (Aún lunes, tarde al salón)

El timbre sonó anunciando el término del reseso, gracias a un pañuelo que Yachi le dio, Hinata pudo secarse y limpiarse la cara, ahora ambos se encontraban corriendo por el pasillo hacia la máquina expendedora.

—¡Elige rápido, es un simple jugo! —La chica estaba nerviosa por llegar tarde a clase, no quería que su maestro la regañara.

—¡Pero aquí no hay del que quiero! —Hizo un puchero y tomó la mano de la rubia— ¡Vamos a la otra!

Y ahí estaban de nuevo, corriendo por los pasillos mientras los demás entraban a sus salones, lo bueno era que la máquina a la que iban finalmente estaba a cerca de sus salones, algo a favor de ellos.

—No necesitas esperarme, ¡adelántate! —Levantó su pulgar para tranquilizar a la chica.

—Está bien, ¿nos vemos al siguiente receso?

—Claro, me gusta estar contigo.

Esas palabras provocaron un pequeño sonrojo en Yachi, quien también sonrió realmente enternecida por las palabras de Shōyo.

—Toma —Le extendió un jugo de manzana— Un regalo por acompañarme en esta travesía.

—Gracias Hinata —Recibió el jugo y volvió a sonreírle— Deja de consentirme tanto —Soltó una pequeña risa y luego arrugó la nariz mientras seguía sonriendo.

—Me has ayudado demasiado con los exámenes, acéptalo —Le revolvió el cabello con ternura.

—¡Que me despeinas! —Intentó ordenarse el cabello de nuevo, pero su amigo volvió a hacerlo un revoltijo— ¡Shōyo!

—¡Auch! —Yachi le había golpeado en el estómago, Hinata soltó una risa mientras acariciaba la zona donde recibió el golpe— Ya entendí, ya entendí.

—Me voy, ¡nos vemos! —Yachi se dio la vuelta para irse, no sin antes sacarle la lengua de manera infantil a Hinata.

La chica se fue corriendo hacía las escaleras y de igual manera comenzó a subirlas, no contó con que chocaría con alguien.

—¡W-Waaa! —Gritó al sentir que estaba a punto de caerse, antes de sentir como una ágil mano se enrollaba en su muñeca.

—No deberías subir corriendo las escaleras.

Yachi se acomodó mejor en el escalón para poder mirada a su salvador.

—¿Kageyama? ¿Qué haces fuera de clase?

—Eso también te lo pregunto yo a ti —Dejó que la mano de Yachi se apoyara en el barandal— Pedí permiso al profesor para ir a comprar una leche, ha dicho que me diera prisa.

—Así que...¿vas a las máquinas? —Una sonrisa se asomó por los labios de la rubia.

—Si, es lo que he dicho.

Hitoka tomó la mano de Kageyama y saltó los tres escalones que ella había subido para llegar al suelo del primer piso, para el chico habían sido cuatro escalones.

—¿¡Estás loca!? —Su reacción solo hizo reír a la chica— ¡No es gracioso!

—Si si, lo que digas.

Comenzó a correr hacia donde anteriormente estaba su amigo de cabello anaranjado, esa cabellera jamás podría pasar desapercibida.

—Espera, no Yachi —Intentó frenar su correr al darse cuenta de la intención de Yachi, pero la chica se lo impidió, empezando a correr más rápido.

Recorriendo el camino en donde te perdiste [KageHina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora