Epílogo: Fin del recorrido

565 64 16
                                    

Ganar el partido contra el Gran Rey había sido de lo mejor para el equipo Karasuno.

La euforia y adrenalina les consumía en aquellos momentos, habían mejorado y gracias a ello y a sus esfuerzos habían ganado.

Si ganaban contra Shiratorizawa podrían ir a los nacionales, ¡No debía ser tan difícil!

Claro, no debía serlo...

Hinata estaba sentado en la banca con un hielo en su frente luego de haber recibido un saque de Ushijima en la cara.

Sabía que sus recepciones nunca fueron de las mejores y tampoco es que hubiera mejorado demasiado ese último tiempo, pero nunca pensó que aquellas carencias le llevarían a quedar casi inconsciente en medio de la cancha.

El profesor Takeda por poco se desmaya del susto, pero cuando vio que el pequeño cuervo reaccionaba logró tranquilizarse.

La mirada que Kageyama le dio en el momento provocó que dudara de si estaba preocupado por el gran golpe o si en realidad estaba molesto y que luego de ello su persona podía declararse hombre muerto.

El primer set había terminado minutos después del accidente de Shōyo, dejando de ganador a Shiratorizawa, y el segundo set iba bastante parejo, aunque la gran escuela de excelencia llevaba una delantera de dos puntos, el marcador estaba en un 16/14.

Sus compañeros se movían de manera rápida y hasta se podría decir que también desesperados por anotar algún punto que les diera alguna ventaja.

—¿Shōyo? —La voz de Nishinoya le hizo dejar de mirar la cancha— ¿Cómo te encuentras? Te veo algo distraído.

—¡Todo en orden, Noya-san! —Respondió con la intensión de que el líbero se calmara.

—¿Estás seguro de eso? —Se acercó a Hinata y movió el hielo para revisarle, no había hinchazón alguna, sólo una pequeña marca roja— ¡Al parecer tu cabeza sí que está acostumbrada a recibir golpes de este grado!

Hinata comenzó a reír avergonzado ante ese comentario, la verdad era que sí lo estaba y no era algo de lo que se sintiera realmente orgulloso.

—Si eso significa que puedo volver a la cancha, entonces lo tomaré como un alago.

Una sonrisa se dibujó en los labios de Yū y extendió su mano al pelirrojo, indicándole que se levantara de aquella banca—Entonces, ¿Listo para tu revancha?

Llevaba al menos quince minutos sentado y en reposo, su cabeza ya no rebotaba como antes, obvio que estaba listo, para el voleibol siempre lo estaría.

Convencieron a ambos adultos a cargo del equipo, entrenador y profesor, para que le dejaran regresar luego de un pequeño chequeo, al verificar que todo estaba en su lugar, que cada neurona de su cerebro lo estaba, no tardaron en hacer el cambio de bloqueador central, salía Tsukishima y entraba Hinata.

—¡Buen bloqueo Tsukki! ¿Duele tu mano aún?

Le dio una sonrisa amarga antes de tomar el objeto que tenía el número de su camiseta— Buena recepción Hinata ¿Duele tu cara aún?

—Tan Saltyshima como siempre.

Shōyo pisó la cancha sintiendo que el ambiente cambiaba a su alrededor, saludó a sus compañeros con una sonrisa, la cual le devolvieron. Sus ojos captaron una espalda que ni siquiera se había inmutado con su llegada.

La camiseta tenía el número nueve.

Se acercó y lo abrazó por la espalda, sacándolo un poco de su burbuja de concentración.

Recorriendo el camino en donde te perdiste [KageHina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora