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-5:21AM- (Días antes, específicamente sábado, Tokio - Casa de Kenma)—¿Kuroo? —Dijo mientras se pasaba las manos por los ojos, acababa de despertar— Son las 5 de la mañana, ¿qué haces aquí?
—Te traigo noticias que de seguro te animan —El chico pelinegro iba con ropa deportiva, no hacía falta adivinar qué estaba haciendo su trote matutino.
—¿No podías esperar a que fuera una hora decente al menos? —Frunció el ceño mientras tapaba su boca para soltar un pequeño bostezo.
—La verdad es que no —Entró a la casa como si fuera la suya propia— ¿Comemos algo?
Kenma rodó los ojos.
—Me voy a la cama de nuevo, adiós.
Kuroo dejó que se fuera a dormir un rato más, seguro que a las 5:30 lo volvería a despertar.
Kenma había estado muy desanimado ese último mes, había perdido toda la comunicación con Shōyo, ya que el teléfono de este había sufrido daños en el accidente, perdiendo todos los datos y tampoco se atrevía para ir a verlo a Miyagi, no lo reconocería.
Podía soportar el no verlo, pero no soportaría que le dijera: "Disculpa, pero no se quien eres ¿nos conocemos?"
Se negaba a escuchar esas palabras saliendo de la boca de su amigo.
—¿Estabas jugando? —Al entrar a la habitación vio la consola enchufada a la televisión, esta última prendida.
—No, bueno, antes de irme a dormir, olvidé apagarla —Se lanzó a la cama y se envolvió en las mantas.
El pelinegro sabía que su "antes de irme a dormir" era hace unos 15 minutos, el chico rubio tenía un horario muy desordenado para dormir, sobre todo cuando sus padres salían de viaje.
—Kenma...
—Ya déjame —Se tapó hasta la cabeza con las mantas— Estoy bien, quiero dormir un poco.
Mentiras.
Kozume mentía, sus ojeras delataban que no había estado durmiendo bien, lo único que quería en ese preciso momento era estar solo, que su amigo se fuera, no estaba bien, pero no podía decirle eso a Kuroo, no le gustaba verse frágil frente a otros.
—El Karasuno vendrá la próxima semana —Kenma sintió el peso de Tetsurō en la punta de la cama, a sus pies— Organizaron un campamento y...
Kenma le proporcionó una patada para que cerrara la boca, provocó que Kuroo cayera de la cama.
—¡Ay, eso dolió! —Le reclamó entre risas.
—No quiero ver a Shōyo...
Susurró, pero el silencio en la habitación había dejado que su amigo desde el suelo lograra escucharlo.
—Estoy consciente de lo unidos que eran...
Y por alguna razón que el teñido desconocía, ahora Kuroo se encontraba haciéndole caricias en el cabello.
—...por eso mismo no quiero que vuelvas a ser el Kenma que eran antes cuando hablabas con esa pequeña mandarina.
—Shōyo nunca volverá a ser el mismo, lo sabes, nuestra relación tampoco lo hará —Inconscientemente comenzó a acurrucarse en el pecho de su amigo, el sueño le afectaba bastante, parecía ser un pequeño gatito en busca de atención.
—¿Crees que Kageyama se rindió?
El chico, aún adormilado, logró dejar un golpe en la cabeza del pelinegro por decir tal tontería y también haber tocado el tema. Tetsurō había prometido que, desde que Kenma le confió el secreto de Shōyo, ninguno de los dos hablaría de esos, después de todo, no les corresponde opinar de las relaciones ajenas.
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Recorriendo el camino en donde te perdiste [KageHina]
Fanfic¿Qué harías si la persona que amas te olvidara? ¿La ayudarías a recordar o simplemente te rendirías y dejarías que el tiempo pase? En estas circunstancias es en la que se encuentra Kageyama Tobio, "El Rey de la Cancha", su amado rayo de sol o mejor...