Recorriendo el camino en donde te perdiste [KageHina]

10°fragmento: Miedo

🌻
-20:48PM- (Antes de ir a Tokio/Entrenamiento en Karasuno)

Desde la habitación del club, donde todos los chicos de tercero, segundo y dos de los de primero se estaban cambiando de ropa a una limpia y con menos sudor, se logró escuchar un estruendo bastante fuerte, lo más seguro era que provenía del gimnasio.

—Tengo la leve impresión de que están peleando otra vez —Comentó Asahi.

—Sonó más bien como si se les hubiera caído el poste de la red —Agregó Sugawara mientras se ponía su chaqueta y se acercaba a la puerta— Iré a ver qué les ocurre.

Kōshi bajó las escaleras y al llegar al último escalón se sostuvo de la barandilla para evitar su caída; casi fue arrollado por Kageyama, quien trotaba rápidamente teniendo grandes tropiezos, pero parecía estar demasiado en su mundo como para darse cuenta de su presencia y antes de que el chico de tercero pudiera decirle algo o si quiera reclamarle, el pelinegro se limitó a subir las escaleras para llegar al cuarto del club.

—¡Bien! ¡Vete! —Se escuchó a Hinata gritarle enfadado desde la puerta— ¡Tampoco es como si realmente te necesitara! ¡De hecho, no te necesito en lo absoluto, maldito y estupido rey!

Y aunque se mostrara hecho una furia, la expresión del chico también era de dolor, uno que Sugawara no pudo dejar pasar.

Hablar con Kageyama sería más difícil, decidió hablar y pedirle explicaciones a su otro kohai mientras seguía su camino al gimnasio viendo como Hinata simplemente se daba la vuelta para volver a entrar.

Asomó su cabeza y pudo ver cómo había acertado con su suposición, el poste de la red en el suelo le entregaba la razón.

Viajó su mirada por el lugar hasta llegar a Hinata, el pelirrojo se agachó para tomar un balón y luego se limitó a estamparlo con rabia a la muralla, provocando un fuerte ruido en el gimnasio, parecido al de un remate.

—¡Tus promesas no son más que malditas palabras vacías! —Shōyo repitió su acción para tomar el balón, pero la mano de su mayor en su hombro le retuvo de seguir descargándose con la pared y le incitó a intentar hablar con él.

La situación se resumía fácilmente.

Kageyama le ignoraba desde hace unos días y, Hinata, al no encontrar razones lógicas para ello, comenzó a desesperarse y todo estalló esa tarde.

Su repentino cambio comenzó luego de su cita de ese mes al hospital y a pesar de que intentó hablar con él incontables veces, buscando alguna pista que le pudiera decir que le ocurría, Tobio solo le ignoraba.

Lo hacía con absolutamente todo.

Llamadas, mensajes, gritos, susurros...

Cuando iba a su salón fingía estar dormido, cuando le golpeaba con el balón esperando algún grito o simplemente su atención...¡Kageyama fingía no darse cuenta!

Claramente algo no estaba bien con él.

Hinata, ya harto y bastante cansado de la situación, pidió a Kageyama hacer pases ese día, pues "Hacer una excepción no creo que te mate, ¿verdad?" —razón de porque ambos estaban en el gimnasio.

Estar solos los llevaría a hablar, Kageyama ya no podía ignorarle si era la única persona con la que estaba.

Al menos eso creía Hinata.